Para ello debemos trasladarnos a los Estados Unidos de la Gran Depresión. La RKO no es ajena a aquella crisis económica.
Esa crisis que amenaza a la productora con la bancarrota. Pero llega David O ´Selznick - con su ayudante Merian C. Cooper -. Llegan con la firme intención de mantener a flote a los Estudios antedichos.
Lo primero que hacen es cancelar el proyecto Creation de William O `Brien ( ruinoso, pués ya había costado 100.000 dólares en su fase inicial ).
Cooper se pone manos a la obra para llevar a cabo, al fin, uno de sus más ambiciosos proyectos: llevar al cine el mito de La Bella y la Bestia. Ya conocido, desde la Grecia Clásica, con el relato de Teseo y el Minotauro.
En este caso se contaría como un desesperado director de cine rescata del hambre a una actriz y la convence para rodar en una remota y misteriosa isla. Allí será raptada por los nativos y ofrecida a un monstruoso gorila gigante. Pero Kong no la devora. Queda prendado de su belleza.
Aprovechando esto, el director captura a Kong y lo exhibe en Nueva York.
Lo que sigue no lo voy a contar pues no soy un crítico profesional de cine. Eso sí, les recomiendo encarecidamente que la vean. La disfrutarán.
A pesar de lo ingenuos que puedan parecer los efectos especiales de 1933, considero que les dan mil vueltas a los generados por ordenador del Siglo XXI. Estos carecen del erotismo y la emoción de aquellos.
La narración es una perfecta adaptación del cuento de La Bella y La Bestia
El magnífico rodaje de la huida de la tripulación, a través de la selva, nos traslada a un muy logrado ambiente prehistórico.
Las técnicas de O´Brien, para dar vida al gorila gigante, todavía son - hoy - objeto de estudio.Se conocen como Stop Motion o rodaje fotograma a fotograma. Sólo se reprodujeron a tamaño real - gigante - la cabeza y la mano del gorila.
Su figura completa apenas medía ¡ 50 ctms !. El sistema para dar, a la cabeza del gran gorila, su gran expresividad era hidráulico . Y su piel estaba confeccionada a base de conejos negros.
La colosal empalizada de madera fué aprovechada para quemarla y, así, recrear el incendio de Atlanta para Lo que el Viento se llevó.
La idea del gran simio para encarnar el mito fué de Cooper. Este quedó fascinado por los gorilas durante el rodaje, en África, de Las Cuatro Plumas ( 1929 ).
Fay Wray saltó a la fama con esta cinta.
Max Steiner es el autor de su legendaria banda sonora. Con ella contribuyó a un hito en la historia del cine. La gran y, por ahora, no superada King Kong de 1933
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