miércoles, 18 de abril de 2018

ALEJANDRO EL GRANDE. ENTRE LA MITOLOGÍA Y LA HISTORIA ( VI )

Alejandro cruzó el Taurus, franqueó Cilicia y, en otoño del 333 A. de C. libró la batalla de Issos contra Darío , el Rey de los Persas. Pero antes arengó a sus hombres - que tenían miedo por la gran superioridad numérica del enemigo.
 Alejandro, para compensar esta, echó mano de su seguridad como líder militar.
 En plena batalla, presa del pánico, Darío huyó., abandonando a sus hombres. Tanto miedo le tenía a Alejandro.
 Este tomó como rehenes a la mujer y a las hijas de Darío ( tratándolas con todo respeto ). Este le ofreció, al Macedonio, ventajosas condiciones de paz para los griegos - la parte occidental de su imperio -
 El general Parmenio aconsejó : Si yo fuera Alejandro aceptaría.Este respondió : Si yo fuera Parmenio también.
 Alejandro quería toda Persia. Atacó Tiro y la tomó tras siete meses de asedio. Tomó Jerusalén y entró en Egipto. Allí fue acogido como un libertador y se presentó como protector de la antigua religión de Amón.  Visitó su templo en el oasis de Siwa y se declaró descendiente del Dios.
  Esta fue una hábil maniobra política para aumentar su prestigio. Visitó este oráculo y el Sacerdote le saludó como hijo de Amón - Ra.
 Después entro en el Templo y escuchó al Dios. A su regreso fundó Alejandría. Para determinar su emplazamiento se basó - dijo - en los versos de Homero.
 En la Isla de Faro fundó la capital cultural de los griegos.
 Alejandro intentó delimitar su perímetro con harina, pero las aves se la comieron. Alejandro lo interpretó como la ilimitada influencia cultural de Alejandría
   
                           
Resultado de imagen de Alejandro traza los límites de la futura Alejandría
Alejandro trazando, sobre el plano, los límites de la futura Alejandría
                   En la Primavera del 331 A de C se cumplieron 3 años desde que los soldados macedonios dejaran sus hogares. . Antípatro había quedado como Regente. Alejandro ni pensaba en regresar. Atravesó, explorando, el Tigris y el Eufrates. En Gaugamela se enfrentó a los restos del Ejército de Darío. Allí acabó con la dinastía Aqueménida. Los persas contaban con elefantes. En vista de esto, Parmenio propuso atacar amparados por la oscuridad. Alejandro decidió que la luz del día iluminase su victoria. Atacó al frente de su caballería y Darío volvió a huir. Alejandro tomó Persépolis, Susa, Babilonia y Ecbatana.
 En Julio del 330 A. de C. Darío moría a manos de su sátrapa Besos.
 Esta es la preparación de la victoria en Gaugamela, donde todo empezó:


                         

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