Acabo de terminar la dilogía de El Asirio y La estrella de sangre.
Y digo terminar, aunque debería decir interrumpir. Y es que no he podido terminarla.
Empecé la dilogía con entusiasmo. Al principio me apasionó. Pero la segunda parte me fué defraudando, cada vez más. No se si fué lo prolijo de sus descripciones innecesarias o lo pesado de la prosa de Guild. Tambièn puede ser lo demasiado largo de sus capítulos.
Puede que sea un poco de todo. El caso es que la historia de Tiglath Assur se me ha hecho demasiado ardua. Por eso he decidido dejarla. Me sobra lectura y me falta tiempo.
De todas formas no me gustaría acabar sin agradecer a mi amiga y ex-compañera Fina que me intentara amenizar la lectura con esta obra. Una obra que, lamentándolo mucho, no me ha gustado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario