Para mi John Ford es el mejor director de todos los tiempos. Entre sus obras maestras destaco El Hombre Tranquilo, Fort Apache y, sobre todo Centauros del Desierto.
Cuenta una historia, en parte real, ocurrida en Tejas, en la posguerra civil, en la que una niña es raptada por los apaches y su tío se propone rescatarla.
La historia fué llevada a la literatura por Alan LeMay como "The Searchers". Esta cayó en manos de Frank Nugent, uno de los mejores guionistas de Ford, que la adaptó, mejorándola notablemente. Estamos a principios de 1955 y Ford tiene ganas de volver al western con una película de tintes psicológicos. Este estudio girará en torno a John Wayne, que nunca le decía que no al "viejo".
Su personaje es Ethan Edwards, un ex-sargento confederado, que después de la derrota se ganó la vida como mercenario en Méjico, durante tres años. Vuelve a casa de su hermano, donde se había enamorado de su cuñada. Entonces se desencadena la tragedia que convierte la película en un viaje interior y exterior al mas puro clasicismo griego.
La productora se había hecho con el guión a finales de 1954 con la intención de hacer un gran western. El siguiente paso es buscar el dinero, lo que lleva a Ford a la Warner. En Abril de 1955 comienza el rodaje.
La fotografía está en manos de Winton C. Hoch en Technicolor y VistaVision,. que daba como resultado una imagen muy definida y profunda. Como la historia se desarrolla durante años se deciden dos localizaciones: Monument Valley y Gunnison (Colorado) para las escenas con nieve.
Lo primero que se rodó fué la cacería de búfalos, sin John Ford. El 16 de Junio de 1955 comenzó en Monument Valley la trama principal. El rodaje se prolongó durante 49 dias y se terminó tres dias antes de lo previsto. Cuentan que Ford aparecía a primera hora con su fotómetro "calado" en el ojo. Se dice que pasaba varios minutos así, solo, pues planificaba las escenas sobre la marcha. En una ocasión la Warner mandó un ejecutivo, un tanto pijo, para apurar al maestro. Este, en uno de sus famosos ataques de ira, arrancó diez páginas del guión y siguió rodando.
El 3 de Julio se rodó el famoso final. Wayne tenía una gran resaca, lo que le ayudó a su forma de salir por la puerta. De él fué la idea de agarrarse el brazo. Algunos lo interpretaron como que es una vieja herida que le duele por la tristeza . Sin embargo él lo hizo como homenaje a su viejo amigo y maestro, Harry Carey, que andaba así
El 4 de Julio el extenuado equipo se tomó un respiro e hicieron una gran barbacoa. Los navajos regalaron a Ford una piel de ciervo que siempre conservó con cariño.
El 13 de Julio la segunda unidad se trasladó a la Reserva de los Navajos para rodar el enfrentamiento del río.
Otra de las anécdotas del rodaje la protagonizó Ward Bond que, aficionado a las juergas nocturnas, se levantaba tarde. Cuando se rodaba la escena en la que Wayne habla del cadáver de Lucy, fuera de plano Bond se estaba lavando. La primera toma no le gustó a Ford- cosa rara- y se repitió. Todo el mundo respiró aliviado `pues nadie se atrevió a decirle que Bond había apagado, al tropezar, el generador.
Después vino el rodaje de interiores, en los estudios de la RKO y la escena del rescate en las afueras de Los Angeles, el 12 de Agosto. La última escena se rodó al dia siguiente, en el estudio 15 de la RKO cuando Wayne le habla a Hunter de la voluntad y perseverancia de los apaches. Se utilizó nieve artificial. El 13 de Agosto de 1955 se daba la claqueta final a una de las mejores películas de la historia del cine.
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