domingo, 30 de agosto de 2009
ADOQUINES Y LLUVIA
Está claro que lo mejor de estas cosas es la espera. Pero en fin, asistir a un concierto de Herbie Hancock ha sido todo un lujo. La Sala a rebosar pero en total silencio. Nada de móviles encendidos como el que obligo a Wynton Marsalis a parar un conmcierto el año pasado.
Como siempre que salgo de un buen concierto de Jazz voy en una nube. Además es otoño, es de noche y ha llovido. ¿Que mas puedo pedir? He quedado con mi gente dentro de un rato y voy a ir dando un paseo.
Vaya, el "Bazar de Paco" tiene nuevas láminas. Pararme aquí es como soñar, es una fiesta de colores que siempre acaba en resaca pues entre los precios y mi bolsillo hay un amor imposible.
¡ No me lo puedo creer!, un saxo tenor desliza su melodía por toda la calle. ¡Que maravilla!. El concierto sigue. No es lo mismo pero no lo hace mal. Me acerco a él y a modo de presentación le doy unas monedas. Le digo, puedes tocar "Stormy Weather". Asiente y sigo mi camino.
Al llegar al solar de la antigua librería “ Amèrica ” todavía no me ha hecho caso ni lo hará. Es igual, no me hace falta oír la nostalgia porque la puedo ver en el solar donde antes vivían los libros. Supongo que harán aquí un banco o una tienda de telefonía.
Sigo andando hasta el antiguo cine Roma. Recuerdo su incomodidad, su extraña distribución y recuerdo que allí descubrí a Kubrick, y otras cosas.¡ Quien pudiera volver al e viejo cine!
Poco después paso por el antiguo “Fresnedo”, el templo de las maquetas en los lejanos 70 y 80. Aunque nunca me decidí a montar ninguna me gustaba brujulear por su trastienda imaginándome aquellas piezas ya montadas y pintadas.
Sigo este viaje por la memoria hasta adentrarme en la calle General Riego, En el cine, donde todavía me parecer ver a aquel beduino acercarse al pozo donde bebían Omar Shariff y Peter O`Toole, o a Redford cuando le lavaba el pelo a Meryl Streep.
Continúo hasta la antigua papelería Artajo donde iba de adolescente a comprar libros que solo él tenía en la ciudad. Eso si, si te demorabas mucho sacaba su mal carácter a pasear y casi tenias que salir corriendo .Yo creo que murió de mala leche
En fin, parece que soy más viejo de lo que creía. Voy a rescatarme de esta ensoñación que me esperan en el “Rialto”
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