miércoles, 4 de junio de 2025

EN LA CASA-MUSEO DE MARÍA PITA

 


Cuando me faltaban pocas semanas para volver a Pozoblanco, mi profesora de informática y amiga (viguesa, para más inri) me dio la idea de recoger información del icono coruñés por antonomasia, María Pita. Esta mujer lideró la resistencia contra el corsario inglés Drake en 1589 en el transcurso de la llamada Contraarmada. Esta portentosa herculina dejó su huella en la ciudad y yo me propuse seguirla para llevarme un buen recuerdo de mi ciudad natal. Para ello visité en primer lugar su casa-museo.


Esta se encuentra en el número 28 de la calle Herrerías de La Coruña y está dedicada a difundir la figura de la heroína que luchó contra la armada inglesa en 1589. La casa fue el hogar familiar de María Pita y de su primer marido, Juan Alonso de Rois, quien construyó la vivienda en un solar de su propiedad.

Es más que un simple edificio, es una construcción que nos lleva al pasado viajando al siglo XVI, cuando María Pita se enfrentó a la armada inglesa. Es una visita recomendada para los turistas y también para todos los coruñeses, y que yo, si no hubiera sido por mi amiga viguesa, me habría perdido.

La casa-museo se distribuye en cuatro estancias: 

  • en la planta baja, dos salas recrean la vida en los siglos XVI y XVII con un panorama de la vida de María Pita y de La Coruña en aquellos tiempos.
  • la segunda planta nos muestra objetos de uso cotidiano del pueblo llano de la época, así como la recreación de la tienda y del dormitorio principal de María Pita y sus padres.
  • en la planta superior se muestra el papel jugado por La Coruña en las relaciones internacionales de la época y los conflictos entre España e Inglaterra, que llevaron al ataque a la ciudad en 1589.




Tengo que decir que yo me muevo en silla de ruedas, como ya he mencionado muchas veces en este blog, y por mi experiencia no suele haber acceso a viviendas tan antiguas, así que tenía pocas expectativas de poder visitar este museo. Estaba equivocado: pude acceder a las estancias de la planta baja y también a las siguientes ya que cuentan con ascensor. Es un orgullo como coruñés que sea así. En el Museo Naval de Ferrol, por ejemplo, no he podido acceder a la primera planta porque "es un edificio viejo y no hay ascensor", era la excusa.

También tengo que reseñar la amable actitud del personal de esta casa-museo, desde la recepcionista al guía. La recepcionista me dio información sobre otras casas-museo de La Coruña (la de Picasso, la de Casares Quiroga) y el guía me mostró un profundo conocimiento sobre los hechos, que relataba de forma muy amena. Al terminar la visita guiada me quedé hablando con él de los libros de un escritor que ambos admiramos, el coruñés Luis Gorrochategui, gran ensayista sobre la batalla de la Coruña y, en especial, de la actuación de María Pita.

viernes, 30 de mayo de 2025

HOY ES SAN FERNANDO...

 

Aparición de San Pablo a San Fernando, de Antonio de Castillo.
Museo de Bellas Artes de Córdoba.

Hoy es San Fernando. Lo sé porque yo me llamo así. 

San Fernando era conocido como el rey Fernando III el Santo y el Guerrero (yo, particularmente, prefiero el guerrero al santo). Nació en Peleas de Arriba (Zamora) entre 1199 y 1201 y murió en Sevilla el 30 de mayo (de ahí la onomástica) de 1252. Fue rey de Castilla y de León, hijo de la reina Berenguela de Castilla y de Alfonso IX de León. En su persona se unificaron los dos reinos que habían sido divididos en 1157 a la muerte de Alfonso VII. Su familia pertenecía a la rama de los Borgoña. Se casó sucesivamente con Beatriz de Suavia y Juana de Pontieu. 

Fue un rey católico, canonizado por el papa Clemente X en 1671. Es patrón de Sevilla, Aranjuez, San Fernando de Henares, Maspalomas, Villanueva del Río, San Fernando de Apure, San Fernando de Bolívar y otras localidades de Nicaragua. Pasó a la historia como el que reconquistó Córdoba. También es patrón del Arma de Ingenieros del Ejército de Tierra.

Durante su reinado se reconquistaron los territorios de Jaén, Córdoba, Sevilla y lo que quedaba de Badajoz. Mandó a su hijo Don Alfonso, futuro Alfonso X, a conquistar el reino de Murcia. Los musulmanes capitularon y la región quedó como señorío castellano. Después su hijo conquistaría las plazas de Mula y Cartagena. Cuando Fernando III accedió al trono su reino no pasaba de 50mil quilómetros cuadrados. Durante su reinado conseguiría otros 120mil.

Fue padre también de Fernando, Leonor, Luis y Juan, muriendo siendo niños Luis y Juan. Fernando III murió en Sevilla y fue sucedido por su hijo Alfonso. 

Con la unión definitiva de Castilla y León se da el primer paso de un proceso que culminará con la unión dinástica de Castilla y Aragón (con los Reyes Católicos), lo que significa el inicio de la monarquía de la Corona de España.

Fue un rey preocupado, entre otros asuntos, de que su reino estuviera bien comunicado. Por eso tuvo interés en que se arreglaran todos los caminos y se construyeran los necesarios, de ahí que fuera nombrado patrón de los ingenieros militares.

Publico esta entrada precisamente hoy, día de mi onomástica, como homenaje a uno de los reyes más importantes de la historia de España. 

Como curiosidad, el nombre de Fernando es de origen germánico y deriva de la palabra Firthu que significa paz o seguridad y Nands que significa audaz, valiente, temerario. Algunas fuente sugieren que puede significar vida aventurera o el que se atreve a todo por la paz. Fernando es un nombre de pila masculino español. 

Y ahora, terminada esta entrada, me voy a celebrar mi santo con una amiga.

miércoles, 28 de mayo de 2025

LA CHICA DE LA FERIA DE POZOBLANCO


La bonita chica pozoalbense
posando con simpatía cordobesa

Llevaba en el CAMF de Pozoblanco casi un mes. Había bajado al centro del pueblo y había recorrido la localidad repetidamente. Me había encontrado con su belleza, la de piedra y la de carne y hueso. Pero no esperaba encontrarme esto. 

En plena feria de Pozoblanco, la noche del 28 de septiembre de 2024, el centro organizó una excursión a la misma. Allí la vi. Era joven, delgada, con una sonrisa cautivadora, una sonrisa que me dirigió a mi, una sonrisa que parecía esbozada especialmente para mi. Entonces no pude evitarlo. Entre el ruido de la feria y cruzándome con caballos y sus monturas, no pude dejar de fijar mis ojos sobre ella. No le pregunté su edad, a una mujer nunca se le pregunta, pero estoy seguro de que tenía menos de la mitad que la mía.

Entonces una frase brotó de mis nerviosos labios:

- Guapa, ¿te puedo hacer una foto?

A lo que ella respondió:

- Por supuesto.

Se puso en posición de posar y agudizó su sonrisa (aunque no le hacía falta). Yo creí rozar el cielo en ese momento. El tiempo se paró y la música de la verbena dejó de sonar para mi. En la feria, por un instante, estábamos solos ella y yo.

Solo recordé hacer la foto para inmortalizar el momento. No le pregunté su nombre, no quería saberlo, aunque hoy todavía me acordaría. Solo me fijé en su sonrisa y en su figura estilizada en el ceñido traje de gitanilla.

Como pude, me tranquilicé y conseguí decirle:

- Ya está, guapa. Gracias.

- De nada.

Se dio la vuelta y comenzó a andar. Fijándome de nuevo en su figura mi corazón empezó a galopar. Había caído bajo el hechizo de la cordobesa. Y entonces volví a hablar y le dije:

- ¿Sabes que eres muy guapa?

A lo que ella, dándose la vuelta, me respondió sonriendo de nuevo, con su acento inconfundible:

- Muchas gracias.

Y esta vez se perdió en la noche de Pozoblanco para siempre. Pero no de mi memoria. Conservo ese momento entre mis recuerdos más emocionales. Nunca la olvidaré. 

Hubo otras, durante la feria te las puedes encontrar paseando por las calles del pueblo en cualquier momento. Pero ninguna me produjo la sensación deslumbrante que me provocó la chica de la feria de Pozoblanco.

viernes, 23 de mayo de 2025

EL CRISTO DE LOS MILAGROS DE CÓRDOBA

 



La talla que aparece en la foto es el Cristo de los Milagros que hay en las Ermitas de Córdoba, en el sotocoro de la iglesia. Es del siglo XVIII.

La primitiva iglesia de los ermitaños fue edificada en 1703 cuando se reunieron en el Cerro de la Cárcel. La iglesia era tan pequeña que, en 1732, se solicitó al Cardenal Obispo de Córdoba la ampliación de la misma. Este lo autorizó el 17 de junio del mismo año y las obras comenzaron el 7 de mayo de 1733, con la bendición y la colocación de la primera piedra. Dentro de esta se colocaron varias monedas de plata y cobre. 

En agosto de 1733 los ermitaños solicitan al Cardenal que se celebre anualmente una misa en honor a su benefactora Doña María de Villalba de Montalbán (Córdoba), que paga la edificación de la capilla mayor de la iglesia. Le costó 700 ducados, aunque al final el gasto subiría a 6000 hasta su finalización. Por eso el 6 de enero de cada año -excepto los nueve de la Desamortización- y hasta 1957 se celebró dicha misa. La iglesia se bendijo el 21 de diciembre de 1734.

El sotocoro es un espacio que está separado de la iglesia propiamente dicha por una verja en donde que se ubicaban las personas que asistían a misa los domingos en tiempo de los ermitaños. En él está el crucifijo casi de tamaño natural bajo la advocación del Cristo de los Milagros. No se sabe por qué tiene ese título. Es muy venerado por los visitantes de la iglesia.

Junto a él hay unos versos que dicen:

"Tú que pasas, mírame.
Contempla un poco mis llagas
y verás que mal me pagas
la sangre que derramé."

Para mi este es uno de los mejores ejemplos del Arte Sacro que pude contemplar en Córdoba. No es tan conocido como el arte musulmán de la ciudad, pero sí es de obligada visita.

miércoles, 21 de mayo de 2025

LOS MOTIVOS DE ISRAEL

Los bisnietos de las víctimas de Hitler forman actualmente
las fuerzas de defensa de Israel, que no olvida que sus antepasados
estuvieron a punto de ser exterminados.

Ya sé que este no es un tema políticamente correcto, pero me da igual. Para entender la mentalidad de el Estado Judío (la única democracia de Oriente Medio y que respeta todos los derechos de las mujeres y de los homosexuales), hay que remontarse a su fundación y a los motivos de esta: la concesión de un Hogar Nacional a los Judíos supervivientes del Holocausto. 

Desde su fundación, según el historiador y coronel de sus Fuerzas de Defensa, Netanel Lorch (autor de Las Guerras de Israel) Israel no tiene amigos; tiene neutrales y enemigos.
 
Rodeado de enemigos, sus aplastantes respuestas a las agresiones brutales, como la sufrida el 7 de Octubre de 2023, con asesinatos y violaciones de ciudadanos/as israelíes, ha despertado en Israel el fantasma de otro posible exterminio judío (intención declarada por la Organización Terrorista Hamas (perros de presa de Irán). Por eso las acciones de Israel no pueden considerarse otra cosa que Legítima Defensa.

viernes, 16 de mayo de 2025

LIBRO: ¨LEYENDAS HISTÓRICAS Y MITOLÓGICAS¨ de Concepción Masiá Vericat

   


Estamos ante una gran obra. Es de la Editorial Albor. Encuadernación rústica, publicada en formato A5 y cuenta con 190 páginas. La publicación  es del año 2020. El libro sostiene la tesis de que todos los lugares tienen sus mitos y leyendas. Aquí se detallan, en forma de relatos, los más importantes. Los mitos que surgen tierra adentro o en la costa. Desde mitos previos a la Antigua Grecia hasta leyendas intemporales creadas en los frondosos bosques galaicos. Incluso Leyendas del Al-Ándalus almohade (deteniéndose en la mágica Qurtuba).

La autora es una magnífica narradora, que cuenta con una prolífica obra. Esta nos conecta con lo más importante de las leyendas de las principales culturas y civilizaciones. Es un paseo que nos hace soñar, sonreír, que nos trasladan a un pasado caballeresco, de un tiempo ya ido e irrecuperable, de un mundo de honor, amor y luchas ya irremisiblemente perdido. Otras leyendas nos llevan a la inocencia y la Fe (llenas de candidez religiosa).

Para mí es un paseo entretenido por el mundo mitológico, esencial para entender cada civilización. 


miércoles, 14 de mayo de 2025

EN CÓRDOBA TAMBIÉN LLUEVE

No sólo la lluvia en Sevilla es una pura maravilla, como decía Audrey Hepburn en My fair Lady. En Córdoba tampoco está mal. Este pensamiento se me ocurrió el pasado mes de Septiembre. Os voy a contar.

A mediados del mes de Septiembre del año pasado el verano moría lentamente en Pozoblanco (Provincia de Córdoba) donde yo pasaba mis vacaciones -y a donde espero volver, pronto, ojalá que para siempre.

La Feria estaba comenzando y las calles estaban aún tranquilas. No obstante la gente ya abarrotaba las terrazas. Por suerte había una mesa libre (silla no me hacía falta, ventajas de moverme en silla eléctrica). Me atendió una joven cordobesa bellísima que me sirvió un descafeinado templado.

La terraza se encontraba muy animada cuando, de repente, una aislada nube negra descargó lluvia, una lluvia fina y en absoluto molesta. Los ocupantes de la terraza entraron en pánico y en pocos segundos se vaciaron todas las mesas. Sólo quedé yo. La bonita camarera salió y, extrañada, me dijo, con acento cordobés: 

- ¿Y tú no quieres entrar para resguardarte de la lluvia ?

- ¿Por qué? -pregunté yo.

 Elvira, la hermosa cordobesa, me respondió:

- Está lloviendo y te vas a mojar.

 A lo que yo repliqué:

- Elvira, soy gallego y esto no es llover. Pero, gracias.

Ella me miró asombrada y se retiró hacia el interior para resguardarse. Efectivamente la lluvia duró poco, pero la terraza ya estaba desierta.

 Y yo tan tranquilo disfrutando de mi café. Y es que no sólo en Sevilla la lluvia es una pura maravilla.


La terraza, en la Calle del Toro,
después de la lluvia

viernes, 9 de mayo de 2025

LOS MECONIOS: QUÉ FACHA SOY

 


Antes de que lo digan los demás, lo digo yo.

Estoy de acuerdo. No se puede decir más claro. Yo también soy facha porque me emociono con el himno y la bandera de España, amo a mi país, no me gusta el feminismo radical, quiero libertad... 

Lo único en lo que discrepo es en lo de pagar menos impuestos porque soy discapacitado y vivo en un CAMF gracias a lo que se recauda. Aunque considero que el gasto público no está bien gestionado y no se dedica a lo que debería dedicarse: no a chiringuitos y más a ayudas sociales. 

miércoles, 7 de mayo de 2025

AYUNTAMIENTO DE POZOBLANCO


El edificio consistorial de Pozoblanco se comenzó a construir en 1888, siendo alcalde León Herrero y sobre los terrenos del anterior consistorio, previamente declarado en estado de ruina tras hundirse el 23 de septiembre de 1884. 

El diseño del nuevo edificio corrió a cargo de Pedro Alonso Gutiérrez, arquitecto de la provincia de Córdoba y autor de proyectos prestigiosos como los Jardines de la Victoria o el Colegio de la Milagrosa (de estilo modernista). Su nombramiento como arquitecto municipal fue muy problemático, llegándose a poner en duda la validez de su título. Murió dieciocho años más tarde, siendo llorado por los vecinos de la localidad.

Según el historiador pozoalbense José María Martín Perozo, este edificio es de estilo neoclásico y cuenta con dos plantas. Su composición es de acusada horizontalidad, rota en el centro por pilastras que corren verticalmente desde la cornisa a la base. En su fachada se puede ver su balcón principal jalonado por dos leones sostenidos por ménsulas, que fueron renovados durante las obras de restauración de 2004.

En el edificio destaca su reloj, modelo Canseco número 4, fabricado en España con máquina francesa en 1889, instalado al año siguiente, y con dos campanas de 45 y 65 kilogramos. Es destacable también la lápida que fue colocada en la Escalera de Honor y que se corresponde con el Decálogo del Buen Regidor, escrito en el siglo XV. Algunos de los principios y responsabilidades de la época se centran en la gestión del gobierno local, administración de los bienes comunales, la justicia, la supervisión de obras públicas y servicios esenciales (agua, salud pública), mantenimiento del orden y seguridad, supervisión de iglesias y ermitas, tutela de huérfanos, recogida de impuestos y derramas y representación de la ciudadanía.

La historia del edificio aparece en la placa colocada en 2020, con dos fechas extremas:19 de julio de 1890 y 19 de julio de 2020. La primera se corresponde con la de inauguración del edificio consistorial, en plena etapa de la Restauración, durante la Regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena. La prensa de Córdoba prestó poca atención a este hecho, aun siendo Pozoblanco cabeza de partido judicial de la provincia de Córdoba. No se ha encontrado una crónica detallada de la inauguración.

Cada poco iba a la Calle Mayor o Calle del toro a tomar mi café habitual de las tardes y justo antes de entrar en ella pasaba por la esquina del edificio consistorial. Desde ahí está hecha esta foto, en la que se ve la placa de mármol blanco, supongo, que indica que es el Ayuntamiento. Me llamaban la atención los leones referidos, pero no reparé en la placa. Si vuelve a darse la ocasión de pasar por allí, y espero que sea pronto, esta vez me fijaré.


viernes, 2 de mayo de 2025

EL OTRO HÉROE

Defensa del parque de Artillería de Monteleón durante el 
Levantamiento del Dos de Mayo de 1808 en Madrid,
de Joaquín Sorolla y Bastida (1884)

Me encuentro mal, muy mal. No creo que salga de esta. Por eso, y antes de que sea tarde, yo voy a dar mi versión de lo que ocurrió aquel día.

Era un día primaveral y en Madrid lucía un espléndido sol. Yo no me encontraba bien y estaba encamado. De repente se produjo un tumulto en la calle. Entre carreras, la multitud gritaba:

- ¡¡Se llevan al Infante!! ¡¡Nos llevan a la familia real!!

Opté por vestirme y cogí mi arma. Salí a la calle y seguí a la multitud que se dirigía al Parque de Artillería de Monteleón: los franceses habían tomado el control del acuartelamiento.

La ocupación francesa era muy mal vista por la población y el ejército español. Pero a este se le había obligado a permitirla. Cuando la multitud, horas antes, había intentado impedir el secuestro de la familia real por tropas francesas, un batallón de granaderos gabachos disparó y cargó contra esta.

Presa del pánico y la indignación, la muchedumbre corrió hacia el cercano Parque de Monteleón, a cuyo mando estaban los capitanes Luís Daoíz y Pedro Velarde. Cien civiles y unas decenas de militares españoles se atrincheraron en dicho parque. 

En el momento en el que miles de franceses se dirigían allí, entré en el parque. Apresuradamente me puse a las órdenes de dichos capitanes y nos juramentamos, cruzando nuestros sables, para proteger a los españoles allí refugiados y no rendir jamás el acuartelamiento y así defender el honor del ejército y de España. Ese honor que había sido mancillado por nuestros generales y por Manuel Godoy, Secretario de Estado de Carlos IV y, según las malas lenguas, asiduo visitante al lecho de nuestra reina.

En cuanto cruzamos nuestros sables empezaron a silbar las balas. Los hombres de Murat, el general francés, no pudieron evitar que la población fuera entrando en tropel en el Parque. Yo, por mi parte, dirigía un destacamento destinado a custodiar a los prisioneros franceses. Los ciudadanos demandaban cada vez más insistentemente armas y, finalmente, estas fueron distribuidas. 

La lucha cuerpo a cuerpo se sucedió y solo los cañones franceses lograron abrir una brecha en nuestras defensas. En ese momento vi caer mortalmente heridos a los capitanes Daoíz y Velarde, siendo herido yo mismo y evacuado por los civiles fuera del cuartel. Me escondieron, puesto que la situación no era la más idónea para mi, como alguien que había participado en la defensa del parque de Monteleón.

Disuelta mi compañía, la Tercera del Segundo Batallón del Regimiento de Voluntarios del Estado, mis amigos me sacaron de Madrid. Fui trasladado a Badajoz, lo que agravó mi precario estado de salud. Sé que voy a morir, pero, antes de dictar mi testamento, quiero dejar constancia de la heroica defensa del parque de Monteleón, a cuyo frente estuvieron los capitanes Daoíz y Velarde. Esto no me lo contó nadie. Tuve el privilegio de presenciarlo y servir a sus órdenes en tal heroico combate. 

Porque, aunque mucha gente no sepa mi nombre, yo estuve allí. Soy el teniente de Infantería Jacinto Ruiz y Mendoza, uno de los defensores del Parque de Monteleón.

Escultura en honor del teniente Joaquín Ruíz y Mendoza
en la Plaza del Rey (Madrid), obra de Mariano Benlliure (1891).

El teniente Joaquín Ruiz y Mendoza falleció el 13 de marzo de 1809, después de grandes sufrimientos que soportó con una entereza envidiable.

Su nombre figuraba en cabeza de los tenientes de Infantería en la Escalilla del Arma. (Una escalilla es una lista de los miembros de los distintos cuerpos y escalas militares clasificados según su grado, antigüedad, méritos, etc.)

miércoles, 30 de abril de 2025

REENCUENTRO CON LOS CABALLOS EN POZOBLANCO

 

Fue durante la Feria de Pozoblanco. Me reencontré con los caballos, cincuenta años después y a mil kilómetros de donde lo había hecho la primera vez.

Estaba yo tomando café en una terraza. Era por la tarde y hacía calor. A lo lejos vi acercarse una pareja de caballistas. En ese momento mis recuerdos me llevaron muchos años atrás, a la Sociedad Hípica de La Coruña donde había un concurso a principios de los años 70 del siglo pasado. Yo era un niño. 

No había vuelto a ver caballos al natural desde entonces. Siempre me habían llamado la atención. Eran concursos hípicos que no me perdía. Pero esta vez eran caballos paseando por las calles. 

No pude resistirlo. Dejé mi café y me acerqué con mi silla. Les dije:

- No soy de aquí y hace tiempo que no veo caballos. ¿Os puedo sacar una foto?

A lo que él respondió:

- Sí, claro.

Después no pude reprimir mis ganas de acariciar uno de aquellos equinos. Y le volvía a preguntar a él, que parecía llevar la voz cantante:

- ¿Puedo acariciarlos?

Y el respondió, dirigiéndose a su compañera:

- Trae ese, que es el más tonto.

Cuando se acercó y lo acaricié ni se inmutó, pero para mí fue una experiencia inolvidable.

Más tarde, en la feria, vi otros caballos. Pero ese primer encuentro con los caballos después de cincuenta años se quedó grabado en mi memoria emocional.

Los caballistas fueron en todo momento muy amables. Por eso publico y les dedico estas palabras a sus jinetes. Cuando se fueron seguí saboreando mi café y contemplando las fotos que había hecho.




viernes, 25 de abril de 2025

IGLESIA DE SAN JOSÉ, SALESIANOS DE POZOBLANCO

 


La vi bajando para conocer el centro de Pozoblanco. Como hacía buen tiempo (allí siempre hace buen tiempo), iba paseando lentamente para conocer el pueblo. Me fijé en ella. Quedaba a mi derecha. Era una tarde soleada muy cordobesa. La fachada de la iglesia estaba espléndidamente iluminada por el sol como podéis ver en la foto que hice.

No soy creyente, pero las iglesias siempre me han parecido muy bellas. Además, en este caso, los salesianos me recuerdan mi infancia en Coruña. Hasta los catorce años iba los domingos con mi familia a una iglesia cercana a mi casa, que resultó ser de los salesianos. Al cumplir esa edad, mi padre (militar) me dijo que él estaba harto de la posición de la iglesia sobre el terrorismo vasco y que no iba a volver a pisar más un templo y que a mi tampoco me iba a obligar a ir. Le respondí:

- Si tú no vas, yo tampoco. A mi tampoco me caen bien los curas.

Y ninguna iglesia volvió desde entonces a llamarme la atención hasta que pasé al lado de esta. Me quedé pensando que hacía cuarenta y cinco años que no entraba en una de los salesianos y ahora quería hacerlo, aunque solo fuera por contemplar su belleza en el interior. Busqué, sin encontrar, una entrada adaptada. Así que tomé esta foto y seguí mi camino.

Cuando vuelva a Pozoblanco, intentaré de nuevo entrar en esta iglesia. Mientras tanto os contaré su historia.

La Orden Salesiana fue fundada por Don Bosco en 1846. En septiembre de 1930 Don Antonio do Muiño llegó a Pozoblanco acompañado de otros salesianos y encontraron la casa solariega del obispo Pozuelo y un recién construido pabellón para uso escolar. La iglesia, aún en construcción, estaba cubierta de aguas y obligó a la Orden a utilizar la antigua y pequeña capilla. Poco después aumentó la afluencia de vecinos y se tuvo que edificar otra más grande en la planta baja del edificio, que actualmente está destinada a teatro y usos múltiples. 

La iglesia actual fue proyecto del arquitecto Don Juan Bautista Caballero, esposo de la mártir Teresa Cepudo de la Archicofradía de María Auxiliadora, asesinada en la Guerra Civil. Se terminó en abril de 1931 y fue bendecida entre mayo y noviembre de ese año por el arcipreste de la parroquia de Santa Catalina, posterior mártir en la misma contienda fratricida, Don Antonio Rodríguez Blanco, que había sido alumno salesiano del colegio de Utrera. La consagración estuvo a cargo del pozoalbense y director de la Obra Salesiana de Córdoba, Don Andrés Yun. La iglesia de los salesianos de Pozoblanco es un centro de difusión de esta devoción y garantía de la obra salesiana.

Los trabajos de construcción se llevaron a cabo con la aportación económica de las fundadoras y las colaboraciones de Don Antonio Cañuelo, que hicieron posible finalizar la obra. La iglesia es un edificio de seis cuerpos que ocupan 415 metros cuadrados, más 48 del coro. La nave mide 33x10, la capilla lateral 8x5, la sacristía 7x7 y el coro 10x4,8 metros.


miércoles, 23 de abril de 2025

LIBRO: EL MÉDICO DE CÓRDOBA, de Herbert Le Porrier


En el siglo XII Córdoba era la capital califal de Al-Andalus. Era una ciudad de calles pavimentadas, de magníficos jardines y con una de las universidades más reputadas del mundo medieval. En ella coincidieron en ese tiempo tres culturas, la cristiana, la árabe y la judía. Moisés Maimónides, ya anciano, recuerda la ciudad de su niñez que tanto le influyó y desde donde empezó, tras la invasión almohade, un camino que lo lleva a recorrer toda la costa mediterránea. Maimónides era médico, filósofo, teólogo y, sobre todo, sabio. Una de las figuras claves en la historia del pensamiento y este libro nos habla de él.

Herbert Le Porrier mediante esta obra (de la Editorial Penguin libros, de 275 páginas, tamaño A5 y tapa blanda) nos introduce en el sentimiento nostálgico dela biografía del conocido como médico de Córdoba, Moshé ben Maimón, y que pasó a la historia como Maimónides.

Este escritor francés se mete en la piel de un viejo Maimónides que, con nostalgia, recuerda desde su exilio egipcio su niñez y sus años cordobeses. Nos habla no solo de sus maestros judíos, sino que también nos da a conocer a Averroes en una época en la que los judíos aprendían de los musulmanes cordobeses y viceversa. El autor describe perfectamente las costumbres y nos lleva al ambiente urbano de la Córdoba del siglo XII para, cogidos de la mano del niño Maimónides, recorrer la ciudad.

En un momento determinado la trama de la novela da un giro y hace viajar al protagonista hasta Toledo, capital de Sefarad, donde le aqueja el llamado mal de Córdoba (nostalgia por la ciudad califal). Los que hemos tenido la suerte de pasear por sus calles, aunque sea un milenio después, y durante tan solo tres meses, comprendemos ese mal y lo sufrimos como él, a la espera de volver. 

Él, desgraciadamente, ya no pudo regresar. Desde Córdoba con trece años tuvo que huir al norte de África por la persecución a los judíos por parte de los almohades, que habían conquistado la ciudad. Y desde allí a Egipto, donde ya viejo nos cuenta esta historia. 

Después de leer esta obra nuestro propio mal de Córdoba se agrava. Ahora al leer el libro puedo reconocer a veces los sitios de los que habla. Todavía puedo ver la estatua de Maimónides con su libro "Guía de perplejos" en la mano. Por momentos parece cobrar vida en mis recuerdos. 

Al terminar la obra de Le Porrier, que recomiendo vivamente a los que quieran conocer la interesante historia de este filósofo y médico judío, no me gustaría que me pasara lo que le pasó a él, que murió triste lejos de Córdoba. Mientras no vuelva, me consolaré leyendo los libros que allí compré.

viernes, 11 de abril de 2025

UNA ALMAZARA EN UNA CALUROSA TARDE CORDOBESA

 


NOTA: Una almazara es un establecimiento donde se procesan las aceitunas para obtener aceite de oliva. Es el lugar donde se llevan a cabo todos los pasos de la elaboración del aceite, desde la recepción de las aceitunas hasta el almacenamiento del mismo. Su nombre procede del árabe al-ma'sara, cuyo significado es "la prensa". Se ha conocido tradicionalmente por el nombre de trujal, que deriva del latín torculare.


Estaba yo recién llegado a Pozoblanco. Me llamaron la atención muchas cosas del lugar, tan distinto a aquel del que procedía. Lo primero que quise hacer fue ir a los toros. La plaza queda a cierta distancia de donde vivía, el CAMF de Pozoblanco. Afortunademente disponía de una silla eléctrica que me permitía desplazarme sin ningún esfuerzo.

Me decidí en primer lugar a visitar el coso taurino, puesto que nunca había estado en uno. Tuve suerte, pues aún era verano y mi hemiplejia me permite soportar mejor el calor que el frío. También ayudaba mi sombrero de camuflaje de ala ancha, recién comprado en Córdoba.

Salí del CAMF a primera hora de la tarde y giré a la izquierda. Iba lentamente, no quería que se gastara antes de tiempo la batería de mi silla. También disfrutaba del paisaje, ya que la plaza se encuentra en las afueras de la ciudad. Poco a poco fui subiendo la acera de la carretera de circunvalación. Me encontré algún cruce, pero la amabilidad de los pozoalbenses me fue dirigiendo hacia la plaza.

Antes de llegar divisé a lo lejos el mecanismo de la fotografía, unas piedra de molino, que luego supe que eran de almazara. No pude evitar hacerle una foto. Rodeándolo con curiosidad, seguí a la plaza. Pero eso ya es otra historia.

miércoles, 9 de abril de 2025

MI ENCUENTRO CON LUCANO

 


Era una tarde de otoño. Estaba yo tomando un café y disfrutando del jazz de un músico callejero en la plaza de Jerónimo Páez, en el centro de Córdoba, a la entrada del Museo Arqueológico. Cuando terminé mi café y cansado ya de escuchar al músico de jazz (cosa rara en mi), me dediqué a pasear entre los árboles de la plaza. 

Y de repente lo vi. Me estaba mirando fijamente. 

Me acerqué. Era el busto de Lucano, el magnífico poeta romano de origen cordobés. Había nacido en Corduba en el año 39 (por entonces, Córdoba era capital de la Hispania Baetica) y murió en Roma en el 65 por exanguinación. Fue el célebre autor del poema Farsalia.

Cuando nació le pusieron de nombre Marco Anneo Lucano. Cordobés de origen, era ciudadano romano. Hijo de Anneo Mela y Acilia, nieto de Séneca el Viejo y sobrino del filósofo Séneca. Su padre perteneció a la clase de los Equites, la aristocracia romana. Su madre era hija de un célebre orador.

A los ocho años Lucano se fue con toda la familia a Roma para vivir con su tío Séneca, que en el año 41 tuvo que exiliarse a la isla de Córcega por orden del emperador Claudio. Lucano fue con él. Y volvería posteriormente con su tío a Roma en el año 49. Séneca se ocupó personalmente de su educación y quizás por ello Lucano dio muestras de una precocidad intelectual inusitada.

Muy joven empezó a ser un poeta laureado, siendo además muy prolijo en su producción. Esta se vio violentamente interrumpida por su muerte a los veintiseis años. En conjunto su obra se compone de títulos como Ilíaca, Saturnalia, Catachthonion, Silva; una tragedia, Medea, y catorce libretos de pantomimas concebidas para el baile; y un escrito dedicado a su joven esposa Argentaria Pola. Hasta nosotros ha llegado solamente su epopeya sobre la guerra civil entre Julio César y Pompeyo, Farsalia.

A los dieciséis años era autor de tres composiciones y podía declamar en latín y griego. Se fue a Atenas en un viaje cultural, pero pronto tuvo que regresar por orden de Nerón, que se convirtió en su amigo. Con veintiún años era denominado poeta laureado y el emperador le nombró Cuestor Honorífico, pues todavía no tenía la edad reglamentaria para serlo efectivo.

Pronto esa amistad se rompió por la psicopática conducta de Nerón, que prohibió las lecturas públicas de los poemas de Lucano. Entre el 62 y el 65 Lucano combinó sus escritos con composiciones satíricas y acusadoras contra el emperador y llegó a participar en una conjura contra él. Conspiración que fue descubierta. Lucano fue torturado y se retractó de lo escrito. Tras ser condenado a muerte, se suicidó cortándose las venas y murió recitando unos versos en los que hablaba del fin de un soldado que se quitaba la vida. Estos versos no se conservan.

Sobre su vida sabemos a través de autores como Suetorio. Su esposa Pola Argentaria guardó luto fielmente y celebraba todos los años su fiesta natalicia, a la que invitaba a los poetas Marcial y Estacio.

Su nacimiento en Córdoba está confirmado por numerosas fuentes. El poeta Marcial le dedicó sus Epigramas para conservar sus memorias. Existen tres biografías de Lucano, una escrita por Suetorio, otra por el gramático Bacca y la última anónima.

El recuerdo de tan laureado poeta acudió a mi esa tarde otoñal cordobesa contemplando su busto. Y rememoré sus célebres máximas:

"Aléjese de los palacios el que quiera ser justo.
La virtud y el poder no se hermanan bien."

"Los hombres temen a los mismos dioses que han inventado."


Cordobés tenía que ser!!

viernes, 4 de abril de 2025

PUENTE ROMANO: UN PRODIGIO CORDOBÉS

 

Puente Romano de Córdoba y Torre de la Calahorra.

Se trata de una edificación cordobesa por naturaleza, uno de los emblemas de la ciudad. Es el puente romano de Córdoba sobre el Guadalquivir. Cruza la ciudad y une el barrio del Campo de la Verdad con el barrio de la Catedral.

Los cordobeses lo conocen como el Puente Viejo, ya que dicen que tiene 20 siglos. Desde su construcción y hasta mediados del siglo XX fue el único puente de la ciudad hasta que se construyó el de San Rafael. En enero de 2008 se inauguró la mayor modificación del puente en su historia. Desde 2004 es peatonal, cerrado al tráfico por razones evidentes de conservación.

Se trata de un puente en arco, hecho de piedra maciza. Tiene 16 vanos y mide 331 metros de largo y 9 de ancho. Se construyó presuntamente entre el siglo I a.C. y el I d.C. Aulo Hircio, historiador de Julio César, atribuye a este la orden de su construcción. En uno de sus extremos se levanta la torre de la Calahorra y el otro termina cerca de la Mezquita-Catedral. 

Desde 1931, junto con la Puerta del Puente y la Torre de la Calahorra, está considerado Monumento Histórico artístico. Está clasificado como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento y fue proclamado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994. Es una de las localizaciones más famosas del centro de Córdoba, también patrimonio de la humanidad.

Según Hircio, al llegar a la ciudad en el año 45 a.C. tras la batalla de Munda, César tuvo que atravesar el río, creando a su paso un puente temporal de piedra, origen del actual. Hoy los historiadores mantienen un debate sobre la cuestión pues la construcción del puente no implica que hubiera existido otro anteriormente. También podría ser que se hubiera construido en los tiempos del emperador Augusto (27a.C-14d.C.), época en la que Córdoba recibió el título de Colonia Patricia y se amplió hacia el río.

El puente fue uno de los principales pasos de entrada a la ciudad desde el sur porque fue la única vía para cruzar el río sin utilizar embarcaciones. Es casi seguro que la Vía Augusta, que iba de Roma a Cádiz, pasaba por él. Al principio de la conquista musulmana, 720d.C., encontramos la primera referencia al puente por el valí Al-Samh ibn Malik al-Khawlani.

Vista de la Puerta del Puente y la Mezquita desde el mismo.

En el sur vemos la torre defensiva, la Calahorra, y en el norte la puerta del Puente que fue realizada por el arquitecto Hernán Ruiz II en 1572, y que el pueblo cordobés conoce erróneamente como Arco del Triunfo. Nunca lo fue, sino que era una de las puertas de la antigua muralla. En el centro del puente se encuentra El triunfo de San Rafael que data de 1651, obra del escultor Bernabé Gómez del Río.

Más recientemente este puente se convirtió en acceso a la ciudad para los viajeros que llegaban del sur, por lo que allí se encontraba el Fielato Sur. Además fue integrante de la carretera nacional N-IV. 

Todos los cordobeses y muchos turistas lo conocen como Puente Romano, pero los estudiosos dicen que apenas hay vestigios que permitan catalogarlo como tal. Varios arcos son de tipología ojival, típicos de la arquitectura medieval. Lo que puede suceder es que en este lugar haya existido un puente romano que se perdió hace siglos, quedando el nombre. En la ubicación del puente romano existió otro de la época andalusí. Un texto de esta época hablaba de un puente destruido o al menos impracticable. Los estudiosos más reputados no lo incluyen en su catálogo de puentes romanos de España.

En la época califal fue su primera reforma. Otra después de la Reconquista y otra en 1927 para habilitarlo para el paso de vehículos, siendo esta muy criticada por los especialistas. En 2006 se realizaron obras de conservación de la estructura y la remodelación tanto interna como externa por Juan Cuenca Montilla. La inauguración se produjo el 9 de enero de 2008.

En sus inmediaciones se encuentra una reserva natural llamada Los sotos de la Alborafia, pero eso será tema para otra entrada.

Para terminar recomendaré al lector que, si va a Córdoba, se acerque al puente y se quede un tiempo mirando cómo pasa el Guadalquivir bajo él. Es uno de los espectáculos que no debe perderse en esta ciudad. Hay muchos, pero este es uno de ellos.



miércoles, 2 de abril de 2025

HISTORIA DE LA PARROQUIA DE SAN MIGUEL (Córdoba)


 

Esta parroquia tiene una gran historia. Forma parte de las llamadas Iglesias Fernandinas, mandadas construir por el rey Fernando III al reconquistar Córdoba. El rey construyó estas iglesias para organizar la población de la ciudad en barrios, lo que antes habían hecho los musulmanes con las mezquitas. De esta política fernandina, la parroquia de San Miguel es buen ejemplo.

A pesar de ese y otros hechos, es famosa sobre todo por ser la parroquia en la que se bautizó en el verano de 1917 al Diestro Manolete.

Se construyó entre los siglos XIII y XIV sobre los restos de una antigua mezquita. Actualmente se considera Bien de Interés Cultural y fue declarada Monumento Histórico-artístico. Pasó a formar parte del Tesoro Artístico Nacional por decreto del 3 de junio 1931. Está dedicada al culto por la iglesia católica.

Su estilo es románico. En su arquitectura se ve la evolución del románico al gótico ojival. Su interior fue modificado en 1749. Es de planta casi cuadrada con columnas adosadas al muro, lo que la convierte en octogonal. Cuenta con tres naves con artesonado sin crucero y con cabecera de ábsides. 

Su retablo mayor es de mármol, construido en el siglo XVIII. La puerta lateral tiene arco de herradura de la época califal.

Espero que la descripción de este templo ayude al lector a apreciar su valor histórico, más allá de contener la pila bautismal del Maestro.

Lo lamentable es que inmediatamente en el exterior se han instalado varias terrazas para turistas que nada tienen que ver con el buen gusto de la iglesia. Me las vi y me las deseé para sacar la foto sin que saliera ningún guiri.


viernes, 28 de marzo de 2025

CÓRDOBA DE ENSUEÑO


Anoche soñé que volvía a Córdoba. Paseaba por sus calles en la oscuridad. La curiosidad guiaba mis pasos. 

Caminé por la Mezquita, por la Judería, vi al pequeño Maimónides hablar con el joven Averroes. Como en una ensoñación seguí. Me encontré con la Chiquita Piconera saliendo de un cuadro de Romero de Torres. Me crucé con la India Martínez, me fijé en sus vaqueros ajustados que le quedaban como un guante. Me sonrió. 

Aún con su sonrisa en el alma salí de la Plaza del Potro. Recorrí los talleres de la artesanía califal. Fui a ver la casa de Manolete. Cené en la taberna El pisto. Después me acerqué al Museo Taurino. Tomé café en la Plaza Judá Levi. Y terminé el día en la iglesia de Santa Marina, habiendo pasado frente al monumento a Manolete.

Era noche cerrada cuando me dirigí hacia la sierra de Córdoba. Al llegar a esta, me di la vuelta y...

Córdoba de noche vista desde la sierra.

Allá abajo veía las luces de la Ciudad Califal. Presentí el amanecer. Cuando me desperté, la magia había desaparecido. No estaba en Córdoba. Mis ojos se humedecieron de nostalgia. Me prometí a mi mismo que iba a volver, pronto.

miércoles, 26 de marzo de 2025

LIBRO: GEOHISPANIDAD, de Pedro Baños

 

Acabo de terminar de leer este libro. Es un libro de historia que acaba con unas conclusiones muy claras. Es apasionante.

Trata de un tiempo en el que España fue la principal potencia mundial y de cómo dejó de serlo. Reivindica, a mi parecer, un pasado desconocido y que fue víctima de la leyenda negra que llegó hasta nosotros. Esa leyenda negra que dice que los españoles fuimos a América a exterminar a los indios. Este libro puede servir para deshacer el mito. Es una defensa sin precedentes del mundo hispano que se basa no en la raza ni en la geografía sino en una comunidad humana: la comunidad hispanohablante, que además comparte costumbres. 

Esta comunidad no es herencia, según Pedro Baños, de un imperialismo excluyente, en contra de los que nos han hecho creer. Es el producto de la mezcla de dos mundos, el mundo hispano y el americano. Un mundo cuya historia es reivindicada por el autor y que nos ha llegado bajo el único punto de vista, el anglosajón.

Es un estudio histórico que Baños desarrolla a través de 600 páginas divididas en tres grandes capítulos. No sólo él demuestra un prolijo conocimiento histórico, sino que también tiene un acierto en la elección de sus colaboradores, que van desde una profesora universitaria de historia a un politólogo. Todos ellos provienen de campos ideológicos distintos, pero van dirigidos a un mismo fin: reivindicar la hispanidad.

Y es aquí donde tengo que mostrar mi discrepancia, no con el libro, que me parece magnífico, sino con las conclusiones que Baños saca y que el lector podrá observar también en su podcast: El canal del Coronel. Puesto que Pedro Baños Bajo es Coronel de Infantería, diplomado en Estado Mayor, en situación de reserva y especialista en Geoestratégica, terrorismo yihadista e Inteligencia Militar. Tiene un máster por la Universidad Complutense de Madrid en Geo estrategia. Vio interrumpida su meteórica carrera cuando la OTAN, y sobre todo EEUU, frustró su ascenso a General y su destino en la Inteligencia española.

Por otra parte, tengo que decir que Pedro Baños es el típico ejemplo de militar español, que todavía no ha superado el complejo que arrastra nuestro ejército por haber perdido la Guerra de Cuba frente a EEUU. Complejo que fue amplificado por el régimen franquista, del que sus profesores formaron parte, y que llega hasta hoy con los oficiales de su generación. Además se vio contaminado por un antisemitismo marcado a fuego en la sociedad española por la lejana Inquisición. No solo critica a Estados Unidos sino también a Israel. Es, además, furibundo admirador de Putin, lo cual no se corta en expresar en su podcast.

Lo que no sabe este culto coronel es que, a veces, para encarar el presente hay que olvidar el pasado, como demostraron los americanos después de la Segunda Guerra Mundial preparándose para combatir a los soviéticos en la Guerra Fría, después de haber sido aliados en aquella contienda. El coronel debía saber que las relaciones internacionales no se basan en vínculos históricos sino en conveniencias políticas.

Como señaló el también Coronel, pero israelí, Netanel Lorch en su libro Las guerras de Israel, en política internacional no hay amigos ni enemigos, hay aliados y conveniencias. Y hoy a España le conviene, por razones evidentes, estar del lado de Estados Unidos. Como demuestra el hecho de que estando enfrente de Israel y EEUU lo que consigue es que armen a Marruecos, nuestro eterno enemigo.

Lo que no dice es que, antes de reivindicar la Hispanidad, teníamos que ponernos de acuerdo los españoles en reivindicar la cuna de la Hispanidad, España.

De todas formas y volviendo al libro, se trata de un magnífico estudio sobre la historia de Hispanoamérica, un libro que cualquier seguidor de este blog no se debería perder.

viernes, 21 de marzo de 2025

PALACIO DE CONGRESOS DE CÓRDOBA (HOSPITAL DE SAN SEBASTIÁN)


 

El llamado Hospital de San Sebastián, conocido así por todos los cordobeses, es un edificio del siglo XVI situado en la calle Torrijos de Córdoba, justo enfrente de la fachada occidental de la Mezquita. Por eso me llamó la atención. Mi guía me dijo que es la actual sede del Palacio de Congresos y Exposiciones y de una oficina de información turística.

Fue hospital entre 1516 y 1816. Después casa de maternidad y expósitos hasta 1961, cuando se convirtió en palacio de congresos.

Es un edificio de estilo renacentista español y está considerado Bien de Interés Cultural desde 2007 y patrimonio de la Humanidad. Se encuentra en el centro histórico de Córdoba, también declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994.

Fue construido entre 1512 y 1516 por el arquitecto Hernán Ruíz el viejo por encargo de la Cofradía de San Sebastián para dedicarlo a hospital. Está en el solar ocupado por la antigua sala de abluciones de la mezquita. Este espacio era conocido en aquella época como Corral de Cárdenas. 

Fue un centro sanitario durante tres siglos hasta la construcción del hospital del Cardenal Salazar a principios del XVIII. En 1816 se trasladó a este lugar la Casa de Expósitos de San Jacinto, para evitar el abandono de niños y niñas en las calles de Córdoba. Antes de la fundación de esta Casa se había habilitado el Patio de los Naranjos de la mezquita, que tenía un acceso conocido como Postigo de la Leche. En1850 el inmueble fue adquirido por la Diputación de Córdoba pero su actividad como casa de expósitos y maternidad continuó hasta 1961. A partir de 1980 fue aprovechado como Palacio de Congresos y Exposiciones, a lo que se dedica actualmente.

En 2013 se inició la restauración para dotar al palacio de salas accesibles y aumentar la capacidad de las mismas. Esas obras concluyeron en septiembre de 2018 con un coste de 5,8 millones de euros. Fue nominado en el 2020 para ser Edificio del Año en la categoría Arquitectura cultural.

Está puerta con puerta con la Mezquita. Es espectacular y mantiene la estructura, el estilo y la esencia del antiguo hospital. A finales del siglo XIX y principios del XX el pintor Gustavo Doré hizo una parada en Córdoba, quedando maravillado por la Mezquita y por lo que había al otro lado de la calle, el hospital de San Sebastián. 


Este y otros artistas nos dejaron dibujos que nos dan una idea de cómo tenía que ser ver estas maravillas: "Pisábamos una calle y un entorno privilegiados." Esto se configuró como el centro más monumental de Córdoba durante siglos, junto con el puente romano y el antiguo Alcázar.

Recuerdo preguntar de pasada al guía qué era aquel edificio y, dado que estaba frente a la Mezquita-Catedral, que me fijara en él puede dar idea de lo espectacular de su fachada. Me quedaron ganas de entrar. Algún día lo haré.

miércoles, 19 de marzo de 2025

LA ROMÁNTICA HISTORIA DE LA CASA DEL JUDÍO EN CÓRDOBA

 


Esta vivienda la vi dando un paseo por el casco histórico de Córdoba. Está en la plaza de Jerónimo Páez, la misma plaza donde se encuentra el Museo Arqueológico (antiguo palacio de los Páez de Castillejo) y la estatua de Lucano, el famoso dramaturgo cordobés.

El palacio ha pertenecido a familias cordobesas muy importantes, entre ellas los duques de Medina Sidonia. Su origen es probablemente anterior, del siglo X y sefardí según inscripciones halladas en los muros originales que aún se conservan, que reproducían versos sagrados. En 1968 fue adquirida por un judío sefardí que había visitado fortuitamente Córdoba y quedó fascinado con la ciudad.

Destaca el impresionante portón, cerrado a cal y canto, que invita a imaginar las majestuosas dependencias del palacio. Dos cipreses se pueden ver desde fuera decorando el patio interior. Todo esto contribuye a considerarla una de las más bellas casas señoriales de la ciudad.

Ha estado vinculada a linajes como los Sousa, los Haro, los Armenta y los Cárdenas. Sin embargo, sus lazos se remontan a la medieval familia real castellana. Los documentos más antiguos sobre su origen datan del siglo XIII, en una casa de donación del 24 de julio de 1237, donde Fernando III, por medio de una Carta de Repartimiento, otorgó esta vivienda a Domingo Muñoz. 

La vivienda fue reformada múltiples veces a lo largo de los siglos. De la época musulmana de Córdoba se conserva un adarve coronado de arquillos, restaurado bajo la dirección artística de González del Campo, el cual deslindó estas casas de los edificios adyacentes.

Durante la baja Edad Media, el maestro cantero Maesse Mohamed (que había construido los baños del Alcázar de los Reyes Cristianos) transformó en 1348 las dependencias convirtiéndolas en un palacio mudéjar y pasaron a conocerse como las casas del rey Enrique II porque en ellas nació el Infante Don Enrique, hijo bastardo del rey y de Juana de Sousa. Este infante fue el primer duque de Medina Sidonia y conde de Cabra, que murió en 1404 sin descendencia, pasando el palacio a poder de los Sousa, sus familiares maternos.

Después la vivienda fue vendida a los Haro y después a los Armenta, que volvieron a reformar el edificio. Sus últimos propietarios cordobeses fueron Enrique Merino y su esposa Josefina López, que abrieron la vivienda a la revista Remanso. También hay imágenes de 1962. 

Actualmente pertenece a la familia Nahamias, hecho por el que se la conoce como la casa del judío en referencia a Elie J. Nahamias, empresario de éxito, judío y francés. A este, tras una corta visita, se le averió el coche a su paso por Córdoba. Un caballero se ofreció a servirles de guía a él y a su esposa por la ciudad. Encantados con ella, adquirieron varios inmuebles, entre ellos esta casa que usaron como segunda residencia vacacional. Elie Nahamias utilizó su tiempo libre (y su dinero) en estudiar la historia de los judíos sefardíes en España. Parece que recopiló mucha información y que pensaba darla a conocer, pero tras su muerte todo quedó olvidado.

La casa contiene varios patios, siendo el de entrada de 1627. En cuanto a la fachada principal, es de dos plantas con portada de 1636 con dos cuerpos. El escudo de armas que preside el balcón es el de los Armenta. En otra puerta que tiene la vivienda a otra calle se puede ver el escudo de la casa Medina Sidonia.

El edificio estuvo a punto de pasar a manos de Córdoba por voluntad de los Nahamias, pero todo quedó en una declaración de intenciones frustrada por los hijos de la pareja.

La primera vez que estuve en las cercanías de este edificio no me di ni cuenta porque está en una plaza preciosa en la que había un guitarrista tocando piezas de jazz. En frente está el Museo Arqueológico al que fui después. Tuvo que ser en la segunda ocasión y acompañado de un guía cuando me fijé en esta casa y conocí su historia.

Comprendo perfectamente que el judío se enamorara de Córdoba. A mi también me pasó. Porque Córdoba es así, a cada paso encuentras una maravilla con historia.

viernes, 14 de marzo de 2025

EL EJEMPLO DE UNA LUCHADORA

Os recomiendo el visionado de esta entrevista a una chica, Carla Maronda, que es un ejemplo de superación y de entereza ante el sufrimiento. Comparado con lo que le pasó, casi cualquier cosa es una insignificancia. Me llamó la atención su valor, que me emocionó. Tiene autoridad moral para darnos consejos a los que nos quejamos por cosas más leves.




Lo que me decidió a publicarlo es lo que cuenta. Yo en su día, 12 de abril del 2012, sufrí un ictus que, combinado con las secuelas de una espina bífida congénita, me sentó en una silla de ruedas para siempre. Estuve un mes en coma. Al despertar, sin poder moverme, miré al techo y pensé: o tiras para adelante y haces lo que puedes por llevar una vida normal o te quedas aquí mendigando compasión. Esta chica también lo tuvo muy claro. 

Esto no significa que todo sea maravilloso, no, en absoluto. Hay días malos y días peores. Pero hay que seguir y no limitarse a sobrevivir. Ella nunca luchó en la batalla de las Termópilas, pero es una espartana. Puede que jamás blandiera una espada, pero nunca se rendirá. 

Por eso considero que debo reconocer su valor publicando este vídeo. Casos como este son los que deben publicitarse y no los lamentables que llenan nuestras páginas de política o sucesos. 

miércoles, 12 de marzo de 2025

RECUERDOS EN POZOBLANCO


Fue recién llegado a Pozoblanco (Córdoba). El ayuntamiento, como parte de los festejos de la feria, organizó una visita guiada a la plaza de toros. Una plaza de la que yo no había oído hablar (vivía a más de mil kilómetros) desde la muerte de Francisco Rivera "Paquirri"  en septiembre de 1984, pocos días antes de que yo entrara en la Universidad.

Paquirri recibiendo al toro a porta gayola en Pozoblanco.

Esa noticia abrió todos los telediarios. Paquirri había sido cogido mortalmente por el toro Avispado. Todos esos recuerdos acudieron a mi cuando pisé la tierra que se había empapado con su sangre, cuarenta años después del luctuoso acontecimiento. Volví a ver a través de mis recuerdos a un torero valiente cuya faz iba siendo invadida por la muerte. A pesar de verse amenazado por la parka, tuvo el valor suficiente (que me impresionó) para calmar al médico que intentaba atenderlo en la enfermería de la plaza. Enfermería con escasísimos medios, lo que, a la postre, causaría la muerte del diestro. 


Era la primera vez que oía hablar de Pozoblanco, pero no pensé sentirme tan ensimismado con la magia del lugar y la explicación del experto guía. Aunque parecía mayor que yo, me di cuenta de que él y yo éramos aproximadamente de la misma edad porque durante la visita había hecho mención a las letras taurinas de Gabinete Caligari y su canción La culpa fue del Cha cha chá.


Al terminar la visita le pregunté por el grupo y si era verdad que el padre de Jaime Urrutia, solista de la banda, había sido un crítico taurino muy famoso. Sonrió y me dijo que sí, que él conocía al padre de Urrutia y que lo había puesto en un brete al hacerle una pregunta que el guía no había sabido responder. También me dijo que le gustaba mucho Gabinete Caligari, que era de su época y que se notaba que el solista era aficionado a los toros como su padre, como se podía ver en algunas de las letras de sus canciones.

Nunca había ido, pero, después de la visita, me convencí de que tenía que ir a las corridas de la feria. Fueron tres y en ellas me di cuenta de que me encantaban los toros. Sé que no es políticamente correcto decirlo, pero Pozoblanco me reafirmó en mi afición. Entiendo, aunque no comparto, que critiquen la fiesta por maltrato animal. Lo que no entiendo es por qué algunos la critican solo por el hecho de que se la conozca como la fiesta nacional.

Como dijo el filósofo una vez, la tauromaquia es escuela de multitudes. Pues yo había entrado en el aula por primera vez y, seguramente, para siempre. Ahora para mi, la plaza de toros de Pozoblanco no es solo el lugar donde Avispado mató a Paquirri. Ahora es el lugar donde yo descubrí este Arte.



viernes, 7 de marzo de 2025

PASEANDO POR MEDINA AZAHARA


Ahí está. Puedo verlos llegar, pasear. Ellos están tan absortos que no perciben mi presencia. Vienen de todas partes de España. De todas partes del mundo. La fama de Medina Azahara no conoce límites. Aún en ruinas conserva su belleza original. Para eso fue construida, para impresionar a sus visitantes y mostrar el poder del califa.

La gente pasea por ella hablando en voz baja, abrumados por lo que ven. No pueden concebir tanta belleza. Se preguntan quién la habrá construido. Muchos de ellos -americanos sobre todo- no entienden que hubiera una sociedad que fuera capaz de crear tales prodigios. Los que quieren prolongar tan mágica experiencia van al museo, del que salen más maravillados si cabe. En él se encuentran infinidad de objetos cotidianos de la gente que habitó la ciudad, ahora convertidos en joyas arqueológicas.

Desde esta atalaya puedo ver los alojamientos de la Guardia califal y sus caballerizas. La casa de Ya´far ahí al frente, más abajo. A la izquierda, el gran pórtico por el que entraban los dignatarios extranjeros que llegaban atraídos por la fama y el poder que emanaba de esta ciudad. Junto a él, el edificio basilical, la casa del ejército.

Ahora tengo que irme. No puedo dejar de llorar al contemplarla así... es mi paraíso perdido...

Hasta ahora ninguno me ha visto ni creo que me vean. Solo ven esta obra, que tiene más de mil años. Yo sí la conozco porque, cuando se construyó, estaba allí. Me llamo Abderramán III y mi espíritu se solaza cada vez que puede pasear por Medina Azahara, mi gran obra.


miércoles, 5 de marzo de 2025

CERÁMICA. EN EL MUSEO DE MEDINA AZAHARA (V)

 


Con la vida privada del califa y el príncipe heredero se relacionan las piezas de vajilla de mayor calidad halladas en Madinat al-Zahra. 

Los ataifores y cuencos de cerámica dorada utilizados para la presentación de alimentos no llegaron a fabricarse en Al-Andalus, son importaciones de los centros productores del Mediterráneo Oriental, en especial del Egipto fatimí. El vidrio en forma de vasos y pequeñas botellas se elaboraba en los talleres califales, aunque las piezas de decoración talladas son también importaciones orientales, de Persia y Egipto.

Los ataifores son platos hondos propios de la región andalusí, con su precedente geográfico inmediato en la pátera tardorromana de la vajilla aúrica cordobesa y esta, a su vez, en el fiale griego. Una descripción más completa define el ataifor como recipiente de base convexa, paredes curvas y borde recto con el labio redondeado para la presentación de alimentos en la mesa. Las piezas grandes servirían de fuentes y las más pequeñas de platos.

El nombre procede del árabe tayfur, utilizado originalmente para designar unas bandejas de latón y que, después, se usó para nombrar cualquier tipo de plato. En arqueología el ataifor es habitual de las vajillas hispano-musulmanas.



Como muestra esta serie de ataifores (platos) y jarras de cerámica esmaltadas en blanco con el famoso "verde y manganeso", las élites del Estado (visir, primer ministro y alta sociedad califal) usan una vajilla vidriada polícroma cargada de simbología, pues los colores dominantes son el blanco, color de la dinastía Omeya desde el califato de Damasco, y el verde, el color del Profeta.

Estas cerámicas, producidas en los talleres oficiales, presentan una rica decoración con gran variedad de motivos vegetales, geométricos y figurativos. También es habitual la decoración epigráfica, con términos como Baraka (bendición) y, mucho más reproducido, Al-Mulk (el poder), símbolo de la magnificencia califal.



Las que tienen el típico color rojizo del barro cocido son piezas de labra más tosca y con menos elementos decorativos porque fueron utilizadas por el pueblo llano que residía en la medina, la ciudad en sí, y por la gente que trabajaba en el servicio del palacio, el Alcázar.

Todas las fotos realizadas por el autor del blog en el Museo de Medina Azahara.

viernes, 28 de febrero de 2025

CÓRDOBA Y EL VIAJE DE COLÓN

 

Reproducción del encuentro entre Colón y los Reyes Católicos
que se encuentra en el Alcázar de los Reyes Cristianos, Córdoba.

Hacía frio. Corría el mes de enero de 1486. Era primera hora de la mañana. El navegante Cristóbal Colón comparecía en el Alcázar de los Reyes Cristianos ante Ysabel y Fernando, los Reyes Católicos. Los monarcas habían establecido allí su residencia para dirigir su ofensiva final sobre Granada.

Cristóbal Colón había sido rechazado por el rey de Portugal en su búsqueda de financiación para encontrar la ruta más corta hasta las Indias Orientales, hecho inédito hasta entonces. Por eso ahora estaba ante los Reyes Católicos. Por eso temblaba, no solo por el frío sino por los nervios.

Antes ya se había encontrado con la reina Ysabel y ahora buscaba la aprobación de ambos monarcas. Después de intercambiar con ella una mirada cómplice, se dirigió a los dos:

- Majestades, os traigo una propuesta. Una ruta más corta hacia las Indias Orientales.

Lo que no les contó fue el origen de su iniciativa, por qué estaba seguro de ello.

Cuando terminó su breve exposición, la reina Ysabel tiró del brazo del rey Fernando, diciéndole a Colón:

- Disculpad un momento, navegante. Ahora estaremos con vos.

Fernando, extrañado, miró a su esposa, pero retrocedió con ella. Colón pudo ver cómo le decía algo al oído a su marido. Dieron un paso hacia Colón y el rey tomó la palabra:

- Señor Colón, su propuesta nos parece interesante. No obstante, debemos deliberar entre nosotros y nuestros cartógrafos. Dejadnos vuestras cartas. Tenéis mi palabra como rey de que os serán devueltas. Ya seréis llamado a nuestra presencia. Ahora podéis retiraros. Tenemos mucho que hacer. Debemos expulsar al moro de Granada.

Colón no lo sabía, pero el camino hacia América acababa de comenzar.