miércoles, 18 de octubre de 2023

HAY QUE CONTARLO

Don Manuel estaba en su despacho. Estaba esperando a dar la próxima clase como catedrático de Literatura que era en ese instituto. Se quedó dormido y soñó con que estaba en la recién terminada batalla de Lepanto. Delante de él, por la pasarela de su nave La Marquesa, pasaba un joven con el brazo izquierdo herido. Manuel se le quedó mirando y le dijo:

- Miguel, esto tienes que contarlo. La más alta ocasión que vieron los siglos tiene que conocerse.

El joven vio como desembarcaban a Cervantes. Y don Miguel le dijo: 

-Tranquilo, compañero, lo contaré.

Cervantes tras la batalla de Lepanto

En ese momento entró en el despacho de don Manuel un bedel.

- Don Manuel, por favor, despierte. Es la hora de su clase.

El catedrático, aturdido, se levantó y a duras penas y tropezando llegó a la puerta, la abrió y se dirigió a su clase pensando que el sueño había sido muy real. Al tiempo que se agarró el brazo izquierdo, que empezaba a dolerle.

Entró en la clase, en la que observó a sus alumnos un poco nerviosos. Con su presencia se tranquilizaron (no en vano don Manuel era el catedrático más prestigioso de ese instituto). Todos volvieron a su sitio. Él se sentó en su silla, respiró profundamente para tranquilizarse y comenzó a hablar:

- Damas y caballeros, lo que les voy a contar les parecerá increíble.


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