jueves, 9 de noviembre de 2017

GALIANO ( Y IV )

   En el caos que siguió a la ruptura de la línea hispano - francesa por el ataque de los navíos de Collingwood ( ordenado por Nelson ) el Bahama, a las órdenes de Alcalá - Galiano, se vió atacado por tres navíos británicos.
 El buque español se batió heroicamente. Galiano, en previsión del desastre que se avecinaba, mandó a un Guardiamarina pariente suyo clavar la bandera al navío para que no fuese  arriada ( signo de rendición ). Ningún Galiano se rinde, adujo a continuación.
 Seguidamente fue alcanzado en una pierna. Después recibió un astillazo en la cara. Perdiendo mucha sangre se negó a abandonar su puesto. Otro proyectil le arrebató el catalejo de las manos.
 Por último una bala le destrozó la cabeza, matándolo en el acto.
 Con el buque lleno de cadáveres y la artillería destrozada, un teniente de navío - el oficial superviviente de mayor rango - rindió la nave.
 Pero Alcalá - Galiano no tuvo que verlo. Ya estaba muerto. Como tampoco tuvo que ver el terrible espectáculo de la derrota de Trafalgar. Una derrota que supuso el inicio de la decadencia del Imperio Español. Una decadencia que culminaría con otra derrota naval: la de Santiago de Cuba. Una derrota,  a pesar del sublime ejemplo de patriotismo de hombres de armas y de ciencia. Marinos llamados, por Pérez - Reverte, hombres de hierro en barcos de madera. Marinos que forman parte de lo mejor de nuestra historia. Marinos como Dionisio Alcalá - Galiano. Uno de los Nuestros



                                           
Fotografía del Retrato de Alcalá - Galiano junto a un cuadro de la Batalla de Trafalgar, cuadros expuestos en el Museo Naval de Ferrol. ( Fotografía del Administrador de este blog )

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