Fué bautizada como Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada. Su padre era el hidalgo Alonso Sánchez de Cepeda y su madre fué Beatriz Dávila y Ahumada. Algunos autores sostienen que la familia proveenía de judios conversos.
La niña Teresa comenzó a escribir para relatar sus inquietudes al confesor.
esta comenzó a leer. avidamente, algunos romanceros de la biblioteca de su padre. Aquí aprendió mucho.
Mas tarde huiria, con su hermano, a tierras musulmanas para extender la palabra de Dios. Menos mal que su tío pudo rescatarlos.
Con 12 años, y tras devorar libros de caballerías, quiso hacerse ermitaña. Con 12 años enfermó. Una vez repuesta se trasladó a vivir con su hermana. Decidida a ser monja, se enfrentó con su padre que se opuso.
Con 19 años se fué de casa e ingresó en el Convento de la Encarnación de Ávila.
En el Convento enfermó del corazón. Sufrió desmayos y otros ataques. A los 20 años su padre la sacó del Convento.
Volvió a casa de su padre y sufrió un nuevo ataque que la dejó paralítica durante dos años.
En 1539 Teresa se recupera y volvió al Convento. Allí experimentaria varias apariciones de Cristo. Unos creen que fueron milagros y otros, alucinaciones.
En 1531 muere su padre y Teresa se consuela leyendo a San Agustín.
Después los jesuitas fundan su colegio en Ávila y Teresa entra en contacto con ellos. Comenzó a tener visiones celestiales
En 1561 escribe su autobiografía.
Con la ayuda de su hermano, rico en el Perú, acomete la tarea de fundar la Orden de Las Carmelitas Descalzas. Hace lo mismo en Medina, Madrid y Alcalá. Allí ocupa una celda que se hace célebre.
Pasa por Toledo, via Ávila, y allí enferma de nuevo. Repuesta viaja a Medina, Valladolid y Pastrana.
En 1568 funda el primer convento masculino de Carmelitas - en Duruelo de Blascomillán, donde decía haber tenido la visión del martirio de unos religiosos. Luego vuelve a Toledo y permanecerá allí un año ( haciendo viajes a otras localidades de la zona, para abrir conventos. También lo hace en Alcalá, Alba de Torres y Salamanca. Aquí es la invitada de honor de los Condes de Monterrey.
De vuelta en Salamanca acepta el Priorato del Convento de la Encarnación. Estará allí tres años.
En 1571 funda otro en Alba de Tormes Los éxtasis místicos se suceden. Algunos en los que participa San Juan de la Cruz.
En Salamanca, bajo la dirección de Ripalda, escribe sobre sus fundaciones.
En Alba se sintió enferma. Se trasladó a Medina, a Avila y Segovia. Denunció a la Inquisición en sus obras . Funda en Baeza otro convento y funda otro en Sevilla.
El Provincial de los Carmelitas de Castilla intenta que Teresa se retire a un convento y no salga de él. No lo consigue y esta viaja hasta Sevilla.
LLa Inquisición la recluye en el convento de Toledo. Objeto de envidias y calumnias, sus enemigos tratan de mandarla a América. Teresa recurre al amparo de Felipe II, quien le busca apoyo en Ávila. Allí es elegida priora por las otras hermanas. Allí escribe Las Moradas.
En Sevilla es delatada por su confesor, ante La Inquisición. Es absuelta y vuelve a Ávila.
Realiza varias fundaciones de conventos a lo largo de Castilla. El proceso culmina con la fundación de otros en Lisboa y Granada. Murió en Alba de Tormes en Octubre de 1582..
Nos dejó su Vida, su Fundaciones y otras joyas fundacionales de la literatura castellana - en cientos de cartas - Su legado escrito es eterno. Para muestra, un botón:
Alma, buscarte has en Mí,
y a Mí buscarme has en ti.
De tal suerte pudo amor,
alma, en mí te retratar,
que ningún sabio pintor
supiera con tal primor
tal imagen estampar.
Fuiste por amor criada
hermosa, bella, y así
en mis entrañas pintada,
si te perdieres, mi amada,
Alma, buscarte has en Mí.
Que yo sé que te hallarás
en mi pecho retratada,
y tan al vivo sacada,
que si te ves te holgarás,
viéndote tan bien pintada.
Y si acaso no supieres
dónde me hallarás a Mí,
bastará sólo llamarme,
que a ti iré sin tardarme
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