sábado, 19 de noviembre de 2011

Elogio de la Abstención



 Estamos "convocados" a las urnas. La situación es gravísima. El problema es sístemico, no coyuntural. Y ese sistema de oligarquías políticas y económicas nos pide su refrendo- porque un bipartidismo como el nuestro es un referendum, no elecciones libres-. El partido del gobierno no ha podido hacerlo peor, pero la oposición que gobierna las Comunidades Autónomas y los grandes municipios es cómplice del desastre.
 Ante esto cabe dejarse llevar por el marasmo, ser etiquetado en uno de los dos bandos-¡Que comodo es ser gregario!- y pedir otra cañita. Y luego elegir el mal menor que habrá que soportar haciéndonos corresponsables de sus desmanes.
 También cabe la posibilidad de negarse a participar en la farsa y optar por la abstención. Claro que si usted hace esto debe prepararse para aguantar una serie de chorradas e insultos a la inteligencia como:
- Votar es un deber: Esto demuestra una ignorancia política suma: El derecho de sufragio universal, libre, directo y secreto está consagrado como derecho en : Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), art.21; Convención Europea de los Derechos Humanos (1953), art. 21.1; Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2007) art 39;Constitución Española (1978) art 23.1. En ninguno de estos textos se habla de deber de sufrafio.
 Tan sólo en las dictaduras (soviética, franquista, cubana, iraní, etc.) se obliga a los ciudadanos a votar y es en referéndums amañados o en elecciones de listas únicas. La defensa de la obligatoriedad del voto demuestra una mentalidad totalitaria.
- Votar es un requisito previo para quejarse: En absoluto. El que dice esto sostiene, en el fondo, que la fuente de los derechos es el Estado. Por el contrario los derechos individuales son previos a cualquier estructura política. Es el individuo el que legitima al estado y no al revés.
 Lo que legitima la crítica al poder es esto y no el sufragio. Un ciudadano, por el hecho de serlo, ya tiene legitimidad para opinar sobre asuntos públicos. No necesita nada más.
 En fín, sirva esta reflexión para defender una postura denostada por quienes no saben lo que es ser ciudadano de una democracia. Luego pasa lo que pasa.

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