sábado, 5 de noviembre de 2011

SS "Great Britain"

Este coloso del Imperio Británico fué diseñado por los mejores ingenieros navales de la época victoriana. Fué botado en Bristol, en 1846, en presencia del Principe Alberto. Sus creadores se plantearon instalarle ruedas de vapor, pero se decantaron por las nuevas hélices.
 Este gigante de acero medía el triple que cualquier buque de la época y contaba con la nueva proa "Clipper", mucho mas marinera que las anteriores. Fué construido con doble casco y mamparos estancos, lo cual fué pionero en su época. Capaz de abatir sus mástiles, fué el primer barco de hélice en cruzar el Atlántico. Fué un digno hijo de la Revolución Industrial.
 Su interior no carecía de lujo, siendo el primer trasatlántico de linea. Disponía de cuatro cubiertas, dos lineas de cabinas que daban a cubierta y dos salones comedores, junto con 26 camarotes individuales y 113 dobles de lujo.
 Sin embargo los inicios no fueron buenos pues encalló en costas irlandesas. Solo la robustez del casco evitó la tragedia. Fué reparado y se desmontaron tres de sus seis palos y se sustituyó su destrozada maquinaria por lo que fué vendido a Gibbs, Bright & Co en 1852. Para amortizar las reparaciones los nuevos dueños lo dedicaron a la emigración de alto nivel entre Gran Bretaña y Australia. Para este largo viaje fué, de nuevo, modificado.
 Durante los 24 años siguientes hizo 36 viajes a Australia (120 días ida y vuelta), con escala en Ciudad del Cabo. También viajó a Nueva York. Tuvo varios accidentes de los que salió airoso. En 1854 fué alquilado por el gobierno británico como transporte de tropas para la guerra de Crimea, contra Rusia. Era capaz de transportar 1650 hombres y 30 caballos.
 En la década de 1870 el barco estaba muy baqueteado y tuvo que abandonar su función de transporte de pasajeros, pasando a transportar carbón galés a los Estados Unidos. Al tercer viaje de este tipo tuvo que refugiarse en Las Malvinas y fué comprado por la compañía comercial de este archipiélago. Allí estuvo hasta los años treinta de este siglo, en que comenzó a deshacerse el casco. Por ello fué abandonado hasta los años setenta. En 1970 fué remolcado, a duras penas, hasta Bristol donde fué restaurado, en el mismo astillero que lo contruyó, y donde hoy es un museo de una época de grandes titanes marinos que no volverá

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