Había sido un dia largo, muy largo. Llegó a casa arrastrándose y arrastrando su mochila, con las "cicatrices" que dejan una jornada partida, sin apenas tiempo para comer y desconectar. Su jefa, una pija repelente e ignorante se había confubaluda con los clientes mas maleducados del hemisferio para estropearle el día... ¡Y todavía era lunes!.
Abrió la puerta y entró. No tenía ganas de nada, ni siquiera de relajarse. No iba a poner la tele porque era la hora de las noticias y seguro que le recordaban que, quizás, se quedaría pronto en el paro. La única que lo esperaba en casa era el buitre con rulos y bata de guatiné que montaba guardia en la ventana de enfrente. Era implacable.
Entonces reparó en él. El sombrero Fedora que Cora le había regalado después de ver juntos, por primera vez, "Casablanca". Ella lo había animado a ponérselo para salir pero él, tan estupidamente tímido, no se había atrevido.Como no se había atrevido a consolidar aquella prometedora relación. Ahora adornaba la cómoda del pasillo cubriendo una absurda cabeza de maniquí.
Cogió con cuidado el sombrero y lo sostuvo en su mano mirándolo con nostalgia. Entró en el salón y, sin saber porqué encendió el CD. Entonces ocurrió. Otra vez Sinatra, el viejo Frankie, acudió en su ayuda.
Cuando oyó la canción sintió un cosquilleo luminoso que le obligó a chasquear los dedos. Se puso el sombrero y comenzó a bailar. Una inmensa felicidad le invadió mientras cada adormecido músculo de su cuerpo reaccionaba ante la melodia. Y sus agarrotadas piernas tomaron vida propia, mientras agitaba su cuerpo al compás de la cadenciosa voz del viejo "ojos azules". Cada vez mas rápido la danza lo poseía. Bailó con el perchero, con el paragüero. Hasta con la fregona bailó. Se sentía libre, flotaba por la casa suspendido en una corriente maravillosa,a modo de alfombra mágica. Bailó, bailó, bailo...hasta que cesó la música.
Entonces, frente a la ventana vio, de nuevo, al buitre con rulos , ahora con la boca abierta. Se paró, se puso firmes e, inclinándose ligeramente, se sacó el sombrero a modo de saludo. La vecina bajo apresuradamente la persiana. El, respirando agitadamente, miró el Fedora y tomo dos decisiones. Mañana iría a trabajar con él puesto y ahora mismo llamaría a Cora.
¡Estupendo relato! Un buen enlace de ideas. Yo no he vuelto a escribir nada desde el curso.Parece que se me fue la inspiración
ResponderEliminarLa escena del protagonista bailando me recordó escenas de la pelicula "¿En que piensan las mujeres?", en que Mel Gibson baila, con música de Sinatra,si mal no recuerdo, una escenas parecidas.
Sigue escribieno. Un abrazo.
Gracias por tu opinión y apoyo. ¡Ya me gustaría ser Mel gibson!. recuerdo la película que comentas, pero creo que el sombrero con el que se inspiraba era un borsallino, no un fedora.
ResponderEliminarEste relato tiene bastante de autobiográfico. Me lo inspiró esta canción, que siempre me anima, y el recuerdo de una larga época en la que llegaba a casa muy estresado. Lamentablemente no tengo un "Fedora" ni , todavía, me atrevo a ponérmelo. Aunque después de ver "En Busca del Arca Perdida" es una prenda que me encanta. En cuanto a la película que dices no me parece muy buena, pero sí la banda sonora, que era, en parte, mérito de Sinatra. Un abrazo.