martes, 18 de febrero de 2020
LA SONRISA DE LA GAROTA
Iba paseando por la Calle Real hacia la Plaza de Armas de Ferrol.
Ante mí iba ella. Paseaba enfundada en unos vaqueros y con una gabardina muy corta de color claro.
De repente surgió, de una cafetería cercana, la música sobre Ipanema.
El calor sustituyó al frío y la arena ardiente a la fría piedra.
Sus nalgas - antes prietas por los vaqueros - se mantenían en su lugar con un sugerente hilo dental.
Ese cuerpo me hipnotizó.
Pero, en un momento determinado, la chica miró hacia atrás y me sonrió.
Perdí la noción del tiempo hasta que un nubarrón cubrió el cielo y la Playa de Ipanema volvió a ser la fría - y húmeda - Calle Real de Ferrol.
Y la garota había desaparecido y la música de Jobim también.
Pero algo permanecía en mi interior. Algo reconfortante y cálido : la sonrisa de La Garota.
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