La comida a bordo no era ninguna maravilla.
Fue un gran problema en el Siglo XVIII. La falta de vitamina C provocaba el escorbuto. Esto causaba más bajas que la propia batalla o la travesía. Faltaban vitaminas provenientes de la fruta. La dieta consistía - casi exclusivamente - en pan, tocino y salazones, pescado y carne fresca ( y esto si había algún corral a bordo). La falta de higiene en la comida era uno de los factores que más bajas causaban.
El horno de panificar, la cocina y la despensa, estaban instalados a popa del palo trinquete y en la cubierta del combés.
Guisar era un problema en los buques. La leña para alimentar el fuego era escasa y el fuego era un riesgo que podía provocar un incendio ( fatal para un buque de madera.). Con temporal o mar gruesa la comida ni siquiera era caliente.
En estos buques había tres tipos de raciones : carne salada o cecina, bacalao o aceite y vinagre o queso con aceite. Con cada ración se servía bizcocho duro, menestra pasada, agua y sal.
La ración de queso sólo se repartía en temporal ( con los fogones apagados )
Reproducción de la despensa de un Velero del Siglo XVIII . Expuesta en el Museo Naval de Ferrol. |
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