martes, 21 de agosto de 2018

LÍO EN EL MUSEO NAVAL



               
                                   


    Ocurrió el pasado domingo. Estaba yo, tan feliz y tranquilo, paseando entre maquetas de veleros, jarcias y velámenes, cuando de repente entró en el Museo una excursión de parlanchines domingueros - as. Eran miembros de una excursión organizada - plaga sólo comparable a las bíblicas -.
 El ruido era francamente molesto.Y aumentaba  por momentos . Cuando no pude más grité : EN UN MUSEO NO SE PUEDE HABLAR. Creo que añadí un COÑO. A lo que dos señoras respondieron:  ¡pues nos vamos!.
 El resto siguieron como si nada.
 Indignado me fui a buscar a la ordenanza - Vigilante. ( En este punto me gustaría añadir que yo trabajé dos veces como Ordenanza - Vigilante en el Museo de Belas Artes da Coruña. Y sé que en un museo no se puede hablar !!
 La Vigilante me respondió que ya les había llamado la atención pero ni caso.
 El ruido iba a más.
 En ese momento me entraron ganas de ir a buscar al Infante de Marina de guardia en la puerta, arrebatarle el fusil de asalto y liarme a tiros. No lo hice para evitar una desgracia ( manchar las maquetas de sangre ). Además, manejar un arma larga con una hemiplejia tiene que ser verdaderamente difícil !
 Los molestos maleducados se acabaron yendo y yo pude acabar mi visita tranquilo.
 Luego fui a mi tetería de costumbre a tomar té con hielo - cabrearse da mucha sed-,,  .
 Al entrar ví a algunos de los integrantes de la desagradable visita que me miraron con cara de preocupación. Seguro que pensaron : ya está aquí el psicópata ese del Museo. Y, por lo que pudiera pasar, se fueron pronto.
 Esta anécdota me lleva a la siguiente reflexión, que comparto:
 Si no les gusta el Museo Naval para que van?. Este esta repleto de carteles pidiendo silencio.
 A mí no me gusta la filatelia y jamás iría a un museo filatélico. Y, si fuera, no molestaría a los otros visitantes.
 Está claro que estos fueron, sólo, para presumir de que habían ido. En plan pijo: Ay, Fulanita, pues el domingo fuimos al Museo Naval de Ferrol..Divino de la muerte.. Cuéntaselo a Vanessa y a Borja mari.
  En fin, que en la próxima visita espero tener más suerte y no encontrarme a individuos así !. Reivindico el silencio en los museos !

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