Acabo de volver a ver esta película ( del año 82 ) y todavía estoy impactado.
Tiene varias lecturas: desde un homenaje a Asturias - tierra de procedencia de la familia de Garci - a un tributo de las generaciones de la Guerra Civil y la Transición, pasando por un homenaje al Jazz de Cole Porter.
Un viejo poeta ( Antonio Ferrandis ) regresa del exilio cuando se sabe moribundo. Su propósito es cerrar heridas del pasado y saldar cuentas pendientes con este. Para ello se vuelve a ver con su antigua novia - Encarna Paso -.
Toda la película está impregnada de nostalgia de manos de melodías de Palchelbel y Porter.
Los decorados para el rodaje los pone Asturias ( Un abrazo, desde aquí a mis amigos asturianos ) y la tristeza por lo irrecuperable del pasado - Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos ( Neruda dixit ) la pone el dúo protagonista.
Una cinta, en fin, galardonada con el Oscar de Hollywood para esta obra de un director que demostraría, posteriormente, no estar a la altura de lo que de él se esperaba y ser mucho mejor cinéfilo - y crítico - que cineasta.
En cualquier caso su visionado es imprescindible para entender a una España ilusionante y reconciliadora de hace casi cuarenta años y compararla con esta España ruin, de corruptos y demagogos, dispuesta a apuñalarse a sí misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario