Desde que sufrí el ACV dejé de hacer muchas cosas. Unas las echo de menos y otras no.
Entre las que más echo de menos es escuchar Jazz periodicamente.
Prima ero estuve en el CHUAC. De allí pasé a Brives - de infausto recuerdo - Luego a Bóveda y finalmente a Bergondo. Desde el CPAP de Bergondo podía ir ( todos los sábados ) a Coruña. Eso es lo mejor que puedo decir de este sitio. Recuerdo la música de Jazz que ponian en El Universal y la dulce mirada de mi sirena entre los acordes de Van Morrison.
Luego vine a Ferrol y temí volver a quedarme sin un local para escuchar Jazz.
Pregunté y pregunté. Y me hablaron del bla, bla.
Patri, la peluquera que trabaja en este centro, me indicó amablemente como llegar. Y allí me fuí. Y allí me presenté dos veces. Ayer fué la segunda vez - armado con una novela -.
El sitio es limpio, moderno y clásico al tiempo, y muy bien iluminado. Nunca entendí porque los bares de Jazz deben de tener un aspecto cutre y oscuro.
También he de destacar su amplio horario y la amabilidad de los camareros. A mí me atendió Sergio ( un chaval muy amable )
Situado en plena Calle Real, está totalmente adaptado para sillas de ruedas.
Por eso he decidido volver a este local - ideal para leer, escuchar buen Jazz y hablar - Se trata del bla, bla. mi nuevo templo del Jazz en Ferrol.
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