Llevo viniendo todos los dias desde hace, más o menos una semana.
Se trata de una cafetería con muchas ventajas para mí. Se encuentra cercana a mi residencia de verano - El Complejo Gerontológico La Rosaleda.
Además está muy preparado para acceder en silla de ruedas y tiene Wifi.
Es barato, limpio y nuevo.
Lo conocí por casualidad. Por casualidad y por una faena que me hicieron en la cafetería de la cercana estación de ADIF
Antes iba allí a conectarme. Hice amigos - el mejor Tony -. Pero el otro día estaba sirviendo las mesas una tal Virginia. Esta chica ya me había puesto mala cara cuando le había pedido ayuda para conectar la batería del ordenador. Se la había pedido por favor y sin prisas. Y el otro día me dijo, directa y desagradablemente, que no ! Que no tenía obligación y que estaba muy ocupada. Os puedo asegurar que no era cierto. No estaba ocupada !. Tengo que aclarar que dejaba, en este establecimiento, buenas propinas
Como podreis comprender esto me molestó bastante. Mi hemipléjia me impide sacar el ordenador de la mochila y conectar la batería.
Comenté este desagradable incidente en La Milagrosa, donde me hospedo. Ellos me hablaron de El Trèbol
Aquí la gente es amable. Las camareras son jóvenes y muy simpáticas. Me ponen el ordenador, y me lo recogen al terminar, con una sonrisa. Por eso he decidido venir aquí cuando esté en Coruña.
Pasado mañana vuelvo a Ferrol. Pero cuando regrese, el verano que viene, volveré aquí. Esta es mi casa de verano. Y, como tal tenía que contároslo. Como agradecimiento a la gente de esta cafetería
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