Este había sido vetado por ser judío - no nos engañemos - y norteamericano. No era sionista, ni siquiera israelí. Por eso se sorprendió cuando se le exigió, por parte de los organizadores del festival, que condenara las acciones del gobierno israelí en el conflicto palestino - israelí. Y se negó
Esto dió lugar a un veto que provocó un escándalo internacional. Esta manifestación del más puro antisemitismo ( nunca, a ningún cantante no judío, se le había tratado así ) se asustó ante la repercusión internacional. Y el veto se levantó. Pero el daño ya estaba hecho.
No nos olvidemos que España fué la cuna de la Inquisición - cuya tradición de intolerancia , incluso racismo - fué recogido por amplios sectores de la izquierda y de la derecha .
Esta intolerancia - la judeofobia - racista sólo ha sido equiparada por la Francia del Caso Dreyfus; y que fué magistralmente retratado por el gran Zola en su colección de artículos reunidos bajo el título de Yo Acuso. Recomiendo su lectura a los organizadores del Rototom y a todos los que apoyen este veto antisemita.
Y pido, sobre todo, reflexión. La historia nos enseña a donde nos pueden llevar medidas como esta.
Sé que mi punto de vista puede ser politicamente incorrecto, impopular incluso. No busco polémica.
Pero debo de ser fiel a mis pricipios y convicciones. Y sólo a ellos. Y, para terminar, tengo que decir que no soy israelí, ni siquiera judío. Pero mi conciencia no me deja pasar por alto lo ocurrido en Benicassim sea ignorado por mí. Aún a riesgo de ser politicamente incorrecto.
Beni Matisyahu |
No hay comentarios:
Publicar un comentario