Wilder dirige a Cagney, y a Buchholz, en esta hilarante comedia. Elige, como fondo musical de esta trepidante comedia, la danza del sable de Kachaturyan.
El guión es una obra maestra del absurdo más trepidante.
El director combina el pasado y el presente de una Europa herida por la guerra fría. Y lo hace desde el más sanador humor. Se rie de la ambición capitalista - encarnada por Cagney - y del fanatismo comunista , encarnado por Buchholz.
El rodaje, como la película, es ácido puro.
El guió es producto de la combinación genial de Diamond y el propio Wilder. Los actores están al borde de la hiperventilación por la rapidez de sus diálogos, que no dan tiempo - al espectador - ni a reirse relajadamente.
La cinta nos recuerda la Ninotchka de Lubitsch ( 1939 ) con guión del propio Billy. Recuerden : la Garbo ríe.
La elección de actores fué el segundo acierto del director - después del guión - sobre todo está magistral Cagney.
Este era capaz de decir sus frases sin un pié para ello. No paraba. ¡ Y nunca se equivocaba!.
En el film, el director se ríe del capitalismo de Macnamara, del comunismo de Otto y hasta del pasado Nazi de Schlemmer ( o sea, de Alemania )
Wilder crea, y dirige, personajes caricaturizados con una única pincelada.
La actriz Pam Tiffin se siente intimidada ante tanto genial veterano. Wilder le da un consejo; Entra en la habitación, ponte erguida, mírales a los ojos y dí la verdad. ¡ Funcionó!.
Durante el rodaje se levantó, rapidamente, el Muro de Berlín. Wilder ha de trasladarse a Baviera a seguir rodando en decorados. Y no se nota.
Joan Crawford monta en cólera - trabajaba para la Pepsi - por la propaganda que se le hace a la Coca - Cola. Wilder, sin inmutarse, dedica el plano final a la Pepsi. El maestro era así.
Bucholz tiene, al final del rodaje, un accidente de tráfico, iba borracho como una cuba. Wilder vuelve a EE. UU. y debe improvisar otro final.
El resultado es un hito en la historia del cine.
No se pierdan esta obra maestra !
NOTA: Me gustaría dedicar esta entrada a la sirena que, frecuentemente, nada en mi café y en mi corazón. Va por ella!
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