Fue hijo del médico y escritor escocés John Moore. Estudió en Glasgow y antes de ser militar viajó por Europa junto a su padre. Aprendió francés, geografía, aritmética y geometría. Ingresó en el ejército británico a los 15 años.
Sus destinos militares lo llevaron por Europa, África y América. Estuvo en Nueva Escocia, al este de Canadá. Allí participó en la Guerra de Independencia de los EE.UU. entre 1776 y 1783. Después fue parlamentario. Volvió al ejército para participar en una expedición contra Gibraltar y Córcega. Marchó como general a las Indias Occidentales en 1796. Fue gobernador de Santa Lucía en el Caribe pero tuvo que volver a Inglaterra por causas de salud.
Tuvo que hacer frente a los franceses en Holanda y Egipto, destacando en la batalla de El Cairo. En 1804 es nombrado Sir y encabeza la expedición a Sicilia. Luego toma el mando del ejército inglés en la Península Ibérica, formado por 33.000 hombres, siendo enviado a Portugal. Desde Lisboa avanza hacia Salamanca para reunirse con las fuerzas del general Baird. Esta expedición fracasó al ser tomada Madrid por los franceses.
Decidió retirarse hacia La Coruña para embarcar a Inglaterra. En esto perdió la cuarta parte de sus fuerzas, que quedaron reducidas a 25.000 hombres pero consiguió una ventaja de cuatro días sobre sus perseguidores para descansar y rearmarse. El 16 de enero de 1809 es alcanzado por el general francés Soult, entablándose combate ese mismo día, teniendo este lugar en los fuertes de Elviña. Allí murió Moore pero su ejército consiguió reembarcar. Esta maniobra es considerada por los historiadores como un hecho muy importante dada la escasez del ejército británico al estar formado solo por profesionales. Así Moore, a pesar de su muerte en combate, está considerado un genio militar pues logró salvar a su escaso ejército de una destrucción segura a manos de las fuerzas francesas.
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| Estatua de Sir John Moore en los jardines de San Carlos (La Coruña) |
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