La Mafia Rusa, Bratvá o Mafia Roja son los nombres empleados para hablar de un grupo de organizaciones criminales originarias de la antigua Unión Soviética que trabaja en los presentes países postsoviéticos y que pertenecieron a la Comunidad de Estados Independientes.
Desde el fin de la URSS ( 1991 ) La apertura económica de la región permitió a esta mafia expandirse hasta el punto de convertirse en organizaciones criminales mundiales. Alcanzan todos los estratos sociales rusos y dominan desde el tráfico ilegal de petróleo hasta el tráfico de personas pasando por el narcotráfico, el tráfico de materias nucleares o el lavado de dinero.
En Diciembre del 2009 la Interpol declaró la existencia de crímenes que implican a rusos.
También hay pruebas de que, en ella, pueden estar implicados judíos rusos, ucranios, abjasios, azeríes, armenios, asirios, bielorrusos, chechenos, georgianos, uzbekos, letones, lituanos y rumanos.
Este Crimen Organizado existe desde la era zarista, como bandidaje y robo.
Durante la URSS surgieron como Ladrones en la Ley ( reclusos con privilegios ).
En la II Guerra Mundial se unieron a las Fuerzas Armadas a cambio de una reducción de la pena.
Esto hizo que fueran atacados por los otros presos lo que les obligó a agruparse , y organizarse militarmente, para defenderse. Su gran momento vino con el colapso de la URSS.
Durante la crisis económica soviética dominaron el mercado negro corrompiendo a funcionarios
suministrando productos escasos como electrónicos o ciertos productos alimenticios difíciles de conseguir para el ciudadano medio.
Su auge precedió al colapso de la URSS.
La apertura económica de la Región, en 1991, permitió expandirse a estos grupos hasta límites nunca vistos.
En el extranjero sobreviven en grupos cerrados formados por rusos y ciudadanos originarios de las antiguas repúblicas soviéticas.
En esto imitan a los antiguos sicilianos y, en algún modo, a los napolitanos y, en general, italianos.
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