- Esos ancianos son la sensación de la Residencia - me dijo -. Se conocieron hace mucho tiempo y viven una historia de amor maravillosa. Pero la vida los separó (! La puta vida ! ) aunque nunca rompieron el contacto ni dejaron de amarse. Pasó el tiempo, mucho tiempo, y volvieron a encontrarse aquí. Al fín pudieron vivir su amor. Se casaron y son muy felices - no hay más que ver como se miran - Discuten. A veces muy intensamente ( los dos son personas de carácter fuerte ) pero enseguida se reconcilian. Se aman tanto que son la envidia de la Residencia. Les encanta la mùsica cubana. No pueden estar el uno sin el otro. Sabemos que vivirán mucho. Se cuidan el uno al otro con mucho amor. Pero creemos que, el día que falte uno, el otro estarà perdido. Duermen en camas separadas aunque en la misma habitación. Frecuentemente se cambian el uno para cama del otro y hacen el amor. Con más ternura que pasión porque ya no están para muchos trotes. A ella le gusta que él le cuente historias. Lo mira embobada. Aunque lo que más les gusta, s los dos es hacer tiernamente el amor. Las enfermeras están preocupadas por los gritos de pasión que se oyen, a menudo. Ninguna se atreve a interrumpirlos. Cuando algún médico le ha insinuado - a él - que paren o disminuyan el ritmo - este, con una sonrisa dibujada en su cara, le respondiò:
- Usted no sabe lo convincente que puede ser ella. Además la ternura no puede ser mala. Y, en todo caso, de algo hay que morir.
El otro día una cuidadora entró, de madrugada en su habitación y los vió - dormidos y abrazados - . Ella tenìa una sonrisa muy dulce. Él se despertó y le dijo: No se preocupe. Estamos muy bien. Y muy felices. No la despierte, por favor, necesito tenerla dormida junto a mí. Y sonriente. Además a ella, al despertar, le gusta que le diga: buenos días mi amor : ¿ como está mi negra Tomasa ? Porque ella me llama mi gruñonciño. Y yo la llamo mi negra Tomasa. ( Sonrió ) La gente se extraña. Porque ella ni es negra ni se llama Tomasa. Pero le encanta.
Después de aquella historia nunca fuí el mismo. Y es que hay historias que te cambian la vida. Y te hacen mejor.
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