OCCIDENTE ATACADO EN BRUSELAS

 Europa ha sido el objetivo. Occidente es la vìctima. Màs de treinta muertos y doscientos heridos - en la capital belga - demuestran que estamos en guerra. Una guerra sucia, despiadada. Poco importa que nosotros no queramos. El islamismo màs radical ( dirigido por el autodenominado Estado Islàmico ) viene a por nosotros. Y viene a por nosotros porque somos una sociedad libre. Hemos separado, hace tiempo, la polìtica de la religiòn. Hemos reconocido la igualdad - jurìdica, al menos - entre hombres y mujeres. No nos dedicamos a asesinar a homosexuales. ¡ Y esto les parece intolerable !
 No nos engañemos, ese es el motivo remoto de este ataque. Tambièn lo es la miseria en la que viven alguno de ellos. Pero la principal - como demostrò, hace años, el atentado de unos mèdicos musulmanes en Escocia -, es el odio inculcado de padres a hijos y, luego, a nietos.
  Es el odio, el poder contagioso del odio.
  Sequèmonos, puès, las làgrimas y pongàmonos a luchar. Con todo lo que tengamos. Los expertos nos diràn cuales son los mejores medios - policiales, militares, polìticos y/o educativos.
 Lo que podemos hacer - los ciudadanos - es disponernos a resistir. Resistir para conservar nuestros derechos conquistados. Esos derechos que tan furiosos ponen a los enemigos de Occidente; de la libertad.

Masacre en Bruselas