Esta es una obra maestra de Frank Capra - imprescindible en las Navidades - inevitable cuando Carlos Pumares era el asesor cinematogràfico de la antigua A3 Tv ( ¡ Que tiempos ! ) y no se dedicaba a hacer el ridìculo por otras televisiones privadas.
Carlos era un fanàtico, como yo, del cine de Capra y rescataba esta obra maestra por Navidad.
Pero ya no està y eso se nota. Nos queda la nostalgia de aquella època y el recuerdo del visionado de aquella maravilla. Yde algunas historias de su rodaje.
La primera opciòn de Capra para la actriz protagonista fuè Jean Arthur. Però esta rechazò el papel por compromisos teatrales previos. El papel fuè para Donna Reed
El de protagonista estaba pensado para James Stewart ; recièn regresado de la II Guerra Mundial ( estamos en 1946 ) donde combatiò como piloto.
Capra se propuso curar las heridas de una naciòn - los EE. UU. - que habìa perdido muchos hijos.
Y nadie mejor que este director Rooseveltiano ( aunque FDR ya habìa fallecido )
Stewart no quiso - de entrada - saber nada de la pelìcula por considerarla un reto muy dificil de superar. Tuvo que ser su amigo y colega, Lionel Barrymore quien lo convenciò.
La escena mas dificil de rodar fu'e la del beso, por los nervios del actor.
Capra dudò si incluir esta escena por considerarla demasiado apasionada para pasar la censura de la època.
La pelicula fuè la ùnica en la que Capra fuè, a la vez, guionista, director y productor.
En su momento fuè un desastre de crìtica y pùblico.
Pero en el 2006 el American Film Institute la colocò en el nùmero 20 de la lista de las mejores pelìculas de todos los tiempos.
El mensaje - inmortal - puede que sea mentira; vale ( un mensaje sobre la bondad intrìnseca del ser humano ). Pero es una mentira muy necesaria. Y la pelìcula es tan bonita!
Un mensaje que nos obliga a ser mejores y un prodigio inmortal de obra cinematogràfica que todo el mundo tendrìa que ver. Sobre todo en Navidades. Si pueden ¡ No se la pierdan !
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