Ya està ocurriendo. Cataluña es Sicilia.
Los pactos postelectorales estàn sobre la mesa. La verticalidad polìtica sustituye al debate politico horizontal catalàn.
Artur Mas està dispuesto a saltarse todas las lineas rojas para mantenerse en la poltrona. Este cadàver polìtico no sabe que lo es. Las dos caras del nacionalismo ( izquierda y derecha ) deben de retratarse,
Vencido el enemigo comùn - España - las contradicciones afloran en la Tribu. la CUP, de momento, dice no al caudillo Mas.
Veremos lo que pasa. De entrada el caos se acentùa.
Un caos que tuvo su origen en la transiciòn. Y en una burguesìa catalana voraz, ahora representada por Mas.
Frente a eso los partidos españoles se preocupan del poder. Sòlo del poder.
Cierta vez Franco se identificò con España. Sorprendentemente la izquierda le comprò el mensaje!
De aquellos polvos vienen estos lodos.
Frente a eso Rajoy - antiguo aliado de Mas - se pone enèrgico para defender ¡ la poltrona !
Estamos ante una situaciòn històrica. Una situaciòn que nos recuerda el proceso constituyente de 1978, Pero sin la altura de miras de aquella situaciòn
En aquel momento la preocupaciòn, de muchos, era España. Hoy es la poltrona.. El PSOE entra en esa competiciòn. Faltan estadistas ( en el sentido churchilliano del tèrmino ) y sobran politiquillos.
Lo dicho; Lampedusa - Cambiar todo para que nada cambie - ha vuelto. La gestiòn de los resultados postelectorales lo han resucitado. Y el italiano ha vuelto como catalán. ¡ Y para esto hubo elecciones !
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