Nos encontramos ante una encrucijada, como sociedad, en el peor sentido del término. En las elecciones de los próximos años, lo que debería ser un plebiscito sobre la nefasta labor del gobierno actual, se convertirán entre escoger Guatemala o Guatepeor. La mala gestión del gobierno pasado, oposición actual, hacen pender sobre nosotros el lema del infierno de Dante: Abandonad toda esperanza. Y lo peor, si echamos un vistazo a la historia, es que parece que no aprendimos nada. Sin clase media estable no puede tener éxito la democracia y los dos bandos resultantes, radicalizados, se enfrentaràn de modo sangriento, tardando medio siglo en cicatrizar las heridas provocadas. Y para evitar esto, la búsqueda de soluciones fuera del sistema, lo único que se nos ofrece son listas cerradas y bloqueadas. Parece que la clase política ha hecho suyo lo que se dice de los Borbones: que ni olvidan ni aprenden- caso Urdangarìn, por ejemplo-¡que pena¡-
Ya no vale escusa ninguna. El miedo que nos ha paralizado siempre en este país porque sabemos que quien puede aplasta, ya se está abandonando. No valen viejas fórmulas que nos lleven siempre a los mismo. Tenemos gente joven preparada y muchas ideas positivas, y aún con los malos tiempos que vivimos cada día hay más ganas de vivir en armonía. Podemos cambiar esto y a ello vamos. Un beso enorme, y gracias por tu implicación.
ResponderEliminarGracias a tí, Paloma. Tienes razón.Nada de miedo. Simplemente prudencia y un análisis sin sectarismos de nuestro pasado, para no repetir errores. En ese sentido va mi crítica al gobierno, en particular, y a la clase política en general. Sobran politiquillos que quieran conservar o ganar el poder y faltan estadistas que piensen en lo que hacer mañana con nuestro país y cuyas prioridades sensatas se reflejen en los PGE. Y que tengan claro que la democracia, como sistema de representación popular no tiene alternativa. Si la ahogan en un mar de corrupción e incompetencia, la alternativa es, simplemente, impensable. Gracias por tu opinión.
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