Tranquilo, querido lector. No me refiero al famoso Francisco, sino a su hermano Ramón. Este, emulando la proeza de Colón 400 años antes, enlazó por avión España con América. Saliendo de Palos de la Frontera (Huelva) llegó a Buenos Aires (Argentina), a 10.270 km y lo hizo en 59 horas y 30 minutos.
Con Ramón Franco volaba Julio Ruíz de Alda y, por primera vez, cruzaron en un hidroavión el Atlántico Sur uniendo así las dos orillas de este océano. Con ellos también volaban el teniente de navío Juan Manuel Durán y el sargento mecánico Pablo Rada, todos ellos españoles. El avión llamado Plus Ultra (que significa más allá, lema de España) era un Dornier J. Wal que se consideró el más importante de esta casa, diseñado a principios de los años 20 del siglo pasado. Contaba el aparato con un amplio casco de doble rediente totalmente metálico y llevaba flotadores de sección aerodinámica para darle mayor estabilidad en el agua.
El viaje supuso un costo de 415.132 pesetas de la época. Contaba con dos motores Napier Lion de 450 caballos montados en tándem sobre la sección central del ala. El piloto y el copiloto se sentaban uno al lado del otro, uno de ellos manejaba la radio.
La primera etapa se inició el 22 de enero de 1926 en Palos de la Frontera y el aparato se elevó frente a la Rábida, en la desembocadura del río Tinto, y terminó ocho horas más tarde posándose el avión en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria. El día 26 despegó de la base canaria de Gando rumbo a Praia en las islas de Cabo Verde, donde terminó la segunda etapa que duró 9 horas y 50 minutos. La siguiente etapa estaba programada entre Cabo Verde y Pernambuco, pero los vientos hicieron que descendiera en la isla de Fernando de Noronha. Los depósitos de combustible estaban vacíos, por lo que fue preciso abastecerlos. En esta etapa se hicieron 2.305 km sobre mar abierto. Gracias al radiogoniómetro, que se utilizó por primera vez en este tipo de vuelos, se pudo mantener el avión en la ruta correcta.
El día 31 se hicieron 540 km entre Fernando de Noronha y Pernambuco. Esta etapa fue la más peligrosa puesto que se rompió la hélice posterior y hubo que arreglarla en pleno vuelo. Esto retrasó la travesía una hora más. En Pernambuco se realizaron otras reparaciones y descansó la tripulación. En 12 horas y 15 minutos llegó a Río de Janeiro a 2.100 km. El día 9 llegaron a Montevideo y al día siguiente a Buenos Aires, donde fueron aclamados por una multitud.
De vuelta a España el 5 de abril, Alfonso XIII recibe en Huelva a la tripulación. Con motivo de este viaje, Argentina regaló a España la figura de Ícaro que se puede ver hoy en el muelle de la Rábida. El avión se encuentra actualmente en el museo de Luján (Argentina). Alfonso XIII había donado el Plus Ultra a la Armada argentina, que lo usó como avión correo. Una réplica del aparato está expuesta en el Museo del Aire de Madrid, en el aeródromo de Cuatro Vientos.
En Ferrol, ciudad natal de Ramón Franco, se puede ver en el Cantón de Molíns el monolito que conmemora esta hazaña que se puede ver en la siguiente imagen tomada por el administrador de este blog.
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