LA BATALLA DE LEPANTO

 

Miguel de Cervantes combatiente en esta batalla hace más de  450 años, definió la Batalla de Lepanto como "la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros". 

Fue la batalla naval que salvó a Europa y en ella fue protagonista la Armada Española. 

El 7 de octubre de 1571 la Santa Alianza vencía a la flota turca en una de las mayores batallas de la historia. 

Los españoles fueron punta de lanza de la cristiandad. Los Tercios españoles se cubrieron de gloria en esta batalla. Durante todo el siglo XVI el Imperio Otomano constituyó una amenaza para los intereses cristianos en el Mediterráneo.

En 1570 los turcos habían tomado Chipre y para la defensa del Mediterráneo Occidental se formó a instancias del Papado la Liga Santa, desplegando 30.000 marineros y más de 20.000 soldados, de ellos 14.000 españoles. Los turcos sumaban 40.000, que se encontraban fondeados en el Golfo de Patrás tras la conquista de Chipre.

En Lepanto se reunió el 75% de las naves disponibles y Felipe II se empeñó en concentrar al grueso de su fuerzas allí.

El 17 de septiembre de 1571 parte desde Sicilia la flota de la Liga Santa hacia el Golfo de Corinto en Lepanto. El mando se le dió a Juan de Austria, hermanastro de Felipe II, que se embarcó en la nave Capitana, sin embargo Alí Pachá el enemigo de Juan de Austria, se embarcó en la Sultana, que llevaba 300 Jenízaros (guerreros turcos) y 100 arqueros en su interior. 

A las 7 de la mañana del 7 de octubre, la flota formó en media luna en el Golfo de Patrás divisando a la flota turca. Los españoles al mando de Juan de Austria rezaron de rodillas antes de la batalla. Mientras los turcos invocaban a Mahoma. Los cristianos rezaban a Santiago. Al momento, empezó la lucha sin cuartel. Los turcos se lanzaron sobre la flota cristiana puesto que el viento les era favorable y aprovecharon su superioridad numérica. Los cristianos formaron en media luna. Se desató una fuerte tormenta entre el fuego de artillería. Don Juan de Austria persigue las naves turcas para abordarlas. Enseguida aparece Álvaro de Bazán para ayudar a Juan de Austria. Por el sur aparece Andrea Doria para ayudar a los anteriores. Al mediodía la lucha se convirtió en un caos. Un proyectil de arcabuz alcanza a Alí Pachá que muere en el acto y los cristianos le cortan la cabeza y la clavan en una pica. Los de Andrea Doria liberan a los cristianos cautivos y enarbolan la bandera cristiana en la Sultana. En ese momento Miguel de Cervantes sufre una herida en la mano izquierda. La victoria cristiana es indudable. Las bajas cristianas fueron 40 galeras y 7.500 hombres, en el caso turco fue un desastre con bajas de 30.000 muertos y 190 navíos. Además, hiceron 5.000 presos turcos. 

Lepanto puso fin a la amenaza turca en el Mediterráneo y acabó con el mito de la invencibilidad turca. Frenó la ofensiva turca que había llegado hasta Viena. Fue una de las batallas navales decisivas de la Historia.