JUAN DE AUSTRIA ( III )

 

                                                 En Mesina se concentró la Escuadra de La Liga.

 Allí D. Juan le pasó revista y recibió el Jubileo con la Tripulación de su Escuadra.

 D. Juan convocó Consejo de Guerra en su Nave para tratar sobre la estrategia y la táctica Cristianas.

 El de Austria propuso la guerra agresiva. Fue apoyado por Bazán. El 15 de Septiembre zarpan rumbo al Este.. El 7 de Octubre de 1.571 se logró una victoria que pasaría a la historia.

 La actitud de la Flota Cristiana fue, según señalan la mayoría de los historiadores navales, producto de la influencia de D. Juan. Este combinó magistralmente maniobras navales y terrestres.

 Contemporáneos como Cervantes así lo atestiguan desde su participación.

 La Victoria Cristiana liberó a 15.000 cristianos. Todo gracias al histórico Mando de D. Juan de Austria.

  Lepanto hizo a D. Juan un héroe en toda Europa y aumentó su codicia. Ahora quería un Reino propio.

 También, como hijo del Rey - Emperador Carlos I, reclamaba el tratamiento de Alteza. 

 Al año siguiente Albania le ofreció un trono. Siempre leal, consultó con su hermano, Felipe II, el asunto. Este le pidió que rechazara la oferta y así lo hizo. Sin embargo siguió, por sugerencia de su hermano, en buenas relaciones con los albaneses.

 Dedicó el verano de 1.572 a buscar a Uluj Alí, su enemigo en Lepanto. Pero este se le volvió a escapar.

 En 1.573 Venecia traicionó a la Santa Liga y firmó una paz por separado con los Turcos.

 Don Juan rompió la Alianza y sustituyó, en su buque insignia, la bandera de la Santa Liga  por la de Castilla.

 La Armada Española ya era libre de fijar su propia estrategia y así lo hizo.

 D. Juan tomo Túnez en Octubre de 1.573 ( dos años, exactamente, después de Lepanto).

 El Papa Gregorio VII le pidió a Felipe II que nombrara a D. Juan Rey de Túnez. Este se negó pero aseguró al Papa que recompensaría, de otra manera, a D. Juan.

 

 Felipe II envió ( de nuevo como apagafuegos ) a D. Juan a los Paises bajos - como Gobernador - a emprender la tarea de pacificar las Provincias. Tarea en la que habían fracasado tanto el Duque de Alba como D. Luis de Requesens. A Felipe II le fue imposible convencer a D. Juan para que aceptara el nombramiento hasta que le dijo que sería el primer paso para la invasión de Inglaterra y su nombramiento como Rey de la Isla.

 En 1.578, durante la preparación de esta operación, murió de tifus. Tenía 33 años y un puesto en la Historia.