jueves, 6 de junio de 2019

Manuel Otero

 Hay un Galego na Lúa, dice la famosa canción gallega. Na lúa no lo sé. Pero si hubo uno en Normandía en la batalla que se libró, hoy hace 75 años.
 Este soldado, que murió en el histórico desembarco, había nacido en Serra de Outes ( Provincia de La Coruña ) el 29 de Abril de 1916.
 Se enrola, siendo adolescente, como mecánico, en un barco mercante.
 El 18 de Octubre de 1936 es reclutado - en plena guerra civil - por el Ejército Republicano.
 Participa en la batalla de Brunete, siendo herido de gravedad. Es trasladado, para recibir tratamiento médico, a Valencia - y luego a Barcelona -. Allí es capturado por las tropas nacionales.
 Su familia, desde Galicia, consigue que sea liberado.
 Pero es etiquetado como rojo y no puede volver a Outes.
 Decide marcharse a EE. UU., ya que en España no tiene futuro.
 Abre, en Westchester, un taller mecánico.
 comienza a ganar dinero y manda ayuda a su madre. Para seguir progresando necesitaba la nacionalidad estadounidense.
 Decidió alistarse, aprovechando el crecimiento del Ejército de los EE. UU. ante la inminente amenaza del Eje.
 Japón bombardea Pearl Harbour el 7 de Diciembre de 1941. EE. UU entra en guerra.
 Con el tiempo Manuel se traslada, con su unidad - la Primera División de Infantería -, a Gran Bretaña para preparar el desembarco en Africa.
 En la campaña de Sicilia es ascendido a Cabo Primero y cumple 28 años.
 A las 0740 del 6 de Junio de 1944 su lancha abandona su barco de transporte y se dirige a la denominada - en clave - Playa Omaha ( Costa Normanda )
 Su lancha iba en el centro de la segunda oleada de desembarco.
 El mar estaba, relativamente, en calma. Manuel - como el resto de sus compañeros - llevaba, en el bolsillo, una copia de la carta - arenga de agradecimiento del general Eisenhower.
 Desembarcó y tuvo que recorrer un largo trecho hasta poder refugiarse.
 Antes de llegar, poco antes, una mina explotó reventando a Manuel Otero.
 Su oleada sufrió un 70 por ciento de bajas y estuvo a punto de ser expulsada de la playa. Sólo lo evitó ejemplos como el de Manuel Otero..
 Este fue enterrado, con miles de compañeros caídos ese día, en el cementerio de Colleville ( Normandía ).
 En 1947 su padre - con ayuda de la Cruz Roja Internacional - repatrió sus restos a España y los enterró en Outes.
 El gobierno norteamericano le concedió una pensión vitalicia, a la hermana, de 5, 4 Euros al mes y el diploma del Corazón Púrpura concedido a este héroe del que se hubiese hecho una película - probablemente dirigida por Spielberg - si hubiese sido norteamericano. Pero era español ……
 Por eso, y para que alguien le rinda un homenaje, escribo esto hoy; 75 años después de su muerte en combate.
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