Uno de los últimos domingos hacía buen tiempo. Por eso me decidí a pasear Calle Real de Ferrol arriba. En esto fui a dar con la plaza de España . Automáticamente busqué entre mis recuerdos.
La primera vez que vine a Ferrol era un niño. En esta Plaza me recibió la estatua de un señor - a caballo - que mandaba mucho.
Yo vine a visitar a mi tío segundo, que vivía en esta plaza.
Diez años más tarde ( con el señor del caballo ya muerto ) vine a visitar a mi accidentado primo. La estatua todavía estaba allí.
Unos poco años más tarde vine a Ferrol con la Asociación Juan de Lángara. Vine en su velero y pagando el viaje. Me mareé y acabé vomitando. Llegué al puerto de Curuxeiras en un estado lamentable. Como para visitar Ferrol!.
Décadas más tarde tuve que venir, en el bus , a cubrir unas vacaciones ( en el turno de noche, la primera vez, y a turnos, la segunda) . No salía con ningunas ganas de pasear. Sólo de llegar a La Coruña para dormir !!.
En el 2013.¡¡ cosas de la vida !! llegué a vivir a este CAMF. y entonces si me dediqué a conocer Ferrol.
Y hace unas semanas decidí recorrer la C. Real, en sentido inverso. Es entonces cuando vi estas imágenes y me asaltó la sensación de que algo había cambiado. O la Plaza o yo. O los dos.
Ya no estaba el del caballo ( o el burro encima del caballo, como le llamaba una amiga especial, inteligente, encantadora, sarcástica, bellísima y antifranquista ). Pero que quieren ? los recuerdos no los elige uno. Son ellos los que nos persiguen.
Por eso - y con la sensación de que hay lugares, y momentos, a los que no se vuelve - decidí regresar sobre mis pasos - huellas de silla de ruedas - y fabricar nuevos recuerdos.
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