Visitè el verano pasado este emplazamiento. Allì abajo estaba mi Coruña. Mi casa. Contemplè sus calles con tierna admiraciòn e intensa añoranza. En ellas crecì. Sufrì y fuì feliz. Tambièn desgraciado - 51 años de vida dan para mucho -. Amè y Odiè. Sòlo las dejè durante cuatro años, mientras estuve en Santiago estudiando y trabajando. Tambièn trabajè en Coruña. Allì encontrè el màs intenso placer y el màs desgarrador dolor.
A ellas vuelvo periodicamente. Porque la añoro. Porque no estoy de acuerdo con quienes dicen que nunca se debe de volver al lugar donde has sido feliz. ¡¡ Pues claro que sì. Yo lo hago !! Lo necesito. Ademàs mi sirena nada en las aguas que bañan mi Coruña. Y mi madre, mi muy querida mamà ,descansa en su cementerio. Por eso tengo que volver y volverè. Para contemplar - otra vez - su panorama desde el Monte de San Pedro.
El autor en el Monte de San Pedro el verano pasado. |
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