El resultado ya lo conocemos; los muertos y heridos. Pero las causas son la cuestiòn. La grave situaciòn que provoca el terrorismo yihadista hace que se entrene en el uso de armas a gente que nunca debiò de ser reclutada. ¡ Cuidado con eso !. Està bien, es necesario, combatir el yihadismo por todos los medios -humanos y materiales-. Pero cuidado con a quienes mandamos a hacerlo. Luego tienen que volver y vivir entre nosotros. No vaya a ser peor el remedio que la enfermedad. Ademàs, EEUU debe restringir, de una vez, el permiso de armas,
Tenemos un problema. Un gran problema. La sangre derramada en Fort Lauderdale grita una terrible pregunta, formulada hace dos milenios por el poeta romano: Quièn vigilarà a los vigilantes ?
Imàgenes del pànico desatado por el ataque |
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