Enseguida reparè en las atenciones y conocimientos de Antonio. El Subtte era algo mayor que yo y tenìa una dilatada experiencia naval - era torpedista - asì como un gran respeto por la historia de La Armada. ¡ Que buenos momentos hemos pasado comentando las maniobras de las escuadras en la batalla de Trafalgar !. Pasò el tiempo y me acostumbrè a mis visitas dominicales a la Historia Naval. Y a mis encuentros con Antonio - Ivàn habìa cambiado de destino -. ¡ Era digno de ver el respeto con el que sus subordinados miraban a Antonio ! ( un respeto que no siempre llevan implìcitos los galones. Un respeto que hay que ganàrselo a pulso. Y Antonio se lo ganò. Era, como decìa el Poeta, un hombre bueno. El hermano mayor que nunca tuve y que me gustarìa haber tenido.
Pròximo a pasar a la Reserva, hacìamos planes para seguir hablando de historia naval con unos cafès de por medio.
En Septiembre me fuì de vacaciones a Coruña, mi Coruña. Recièn regresado sufrì un còlico de vesìcula que me tuvo ingresado todo Octubre y buena parte de Noviembre.
Hasta Enero no estuve repuesto. En cuanto pude ( el Domingo pasado ) me acerquè al Museo. Pero Antonio ya no estaba allì. Una maldita leucemia se lo habìa llevado en Diciembre. Imaginaos como me sentì. Yo no sabìa nada. Como buen Marino. Antonio se fuè discretamente, con un estilo tipicamente lacònico. Hoy La Armada y Ferrol son peores, sin Antonio.
Sentì no haberme podido despedir de este amigo, este hermano. Va para èl esta despedida naval : Adios amigo, hermano, camarada. Estès donde estès te deseo buenos vientos y mareas favorables. Nunca te olvidarè. Me despido de tì con un himno que te gustarìa volver a oir: el himno de La Armada:
El administrador de este blog entre IIvàn y Antonio ( este a lai izquierda de mi silla ) |