El último otoño visité uno de los lugares cordobeses que más me conmovieron. Estoy hablando de las Caballerizas Reales, donde se desarrolló el espectáculo "Así bailan los caballos andaluces" (antes "Así bailan los caballos españoles"). Fue inolvidable. Tuvo lugar en el atardecer del 22 de noviembre. Mágico.
Las Caballerizas Reales fueron erigidas en un terreno propiedad de la iglesia por orden de Felipe II. Se encuentra entre las murallas defensivas de la ciudad y el Alcázar de los Reyes Cristianos y están construidas a su vez sobre las antiguas caballerizas califales que se extendían hasta la orilla del Guadalquivir, guardando más de dos mil caballos. Los almohades posteriormente desarrollaron una albacara, un tipo de fortificación propia de la Edad Media consistente en un recinto amurallado y usado como refugio para los habitantes del núcleo poblacional.
Entre 1565 y 1567 Felipe II dedicó ocho mil ducados a la construcción de estas Caballerizas, encomendando su puesta en marcha a Don Diego López de Haro y Guzmán, criador de caballos. Debía construir una edificación donde alojar a los sementales, así como comprar o arrendar las dehesas del valle del Guadalquivir donde se criarían las yeguadas y seleccionar y comprar las mejores yeguas y sementales para mejorar la raza. Esta yeguada dio origen a la raza del caballo andaluz, también conocido como caballo español o hispano-árabe.
Fueron sufragadas en base a los presupuestos de la Junta de Obras, Jardines y Bosques, dotándolas con las rentas de las salinas de Andalucía. El 20 de noviembre de 1567 López de Haro fue designado Primer Caballerizo del rey.
Para la construcción del edificio se utilizaron sillares del cercano yacimiento omeya de Medina Azahara. El agua sería provista por el Alcázar de los Reyes Cristianos. Las obras terminaron en 1578. Don Diego dedicó el resto de su vida a la selección de caballos, siendo supervisado por el propio Felipe II. Ambos fallecieron en 1598.
En 1734 las Caballerizas se incendiaron y solo se salvaron las fachadas exteriores e interiores. Felipe V comenzó la reconstrucción y Fernando VI continuó con ella. Se mantuvo la estructura interior y exterior a excepción del escudo de armas de Carlos III, que se colocó sobre la puerta principal. Se reforzaron las bóvedas con arcos de ladrillo y se emparejó el suelo con chapas de hormigón.
El edificio fue desvalijado durante la Guerra de Independencia por los franceses. En 1828 se intentó restablecer la yeguada, lo que no se conseguiría hasta 1841, instalándose un depósito de sementales. Las caballerizas pasaron a ser propiedad estatal durante la regencia de Espartero y en 1864 pasaron a depender del Ministerio de la Guerra (después del Ejército), que se encargó de continuar la tradición de la cría equina, concretamente el Arma de Caballería.
A finales del siglo XIX se construyó un picadero, con un estilo influenciado por Eiffel. En 1995 se trasladó la cría caballar y el depósito de sementales a Écija.
En 1996 allí se ubicó la Subdelegación de Defensa de Córdoba hasta que en 2002 se cedió el edificio al Ayuntamiento. Este hizo algunas obras, adjudicadas a la empresa ProCórdoba. También ha sido la sede de la Secretaría Regional de la organización de Ciudades Patrimonio Cultural para Europa Sur-Mediterráneo.
Desde el año 2003 acoge la Feria Morfológica del Caballo, en donde se citan diferentes ganaderías españolas para competiciones ecuestres y otras actividades empresariales relacionadas con el sector. En el 2006 la sección de caballería de la Policía local se trasladó al edificio (12 caballos) ocupando una zona habilitada al efecto. Más tarde fue sede de varios organismos municipales institucionales como el Consorcio de Turismo, Córdoba Convention, Bureau o Córdoba Film Office hasta marzo del 2008. También tiene allí la oficina la Denominación de Origen Montilla-Moriles.
Las caballerizas actualmente se componen de una pista, oficinas, picadero, almacenes para pienso y quince boxes para los caballos anexos a la muralla. Hoy está ocupado totalmente por la empresa Córdoba ecuestre, quien lo mantiene abierto al público y realiza un espectáculo denominado "Pasión y duende del caballo andaluz".
El ayuntamiento ha intentado varias veces comprar el inmueble al Ministerio de Defensa, para lo que este tuvo que acudir a la desafección de los usos militares en febrero de 2021. Al final el 30 de noviembre del mismo año el ayuntamiento se convirtió en propietario de las Caballerizas.
La Comisión Provincial de Valoraciones determinó el justiprecio en 5,2 millones de euros en octubre de 2022, teniendo como objetivo especial la creación del Centro Internacional del Caballo.
Yo pude acudir en noviembre del 2024 al espectáculo mencionado y la imagen de los caballos bailando al ritmo de la música (aunque parezca mentira sí bailan) y acompañado por las bailaoras es impresionante. Me heló me la sangre. Tanto que pude notar el frío en mi brazo izquierdo, en el que no tengo sensibilidad desde el ictus. Ver cómo una bailaora desafía al caballo poniéndose enfrente y arqueando la espalda hacia atrás hasta situarse bajo su cabeza, mientras hacía sonar sus castañuelas, no lo olvidaré nunca. No se puede ir a Córdoba y no ver este espectáculo. Se lo recomiendo a todo el mundo.




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