Hoy, 25 de julio, es el día de Santiago, Patrón de España y del Arma de Caballería.
![]() |
José Patiño y Rosales |
En 1717 era Intendente General de la Armada José Patiño. Su mayor aportación a la historia naval de España fue la creación de la Real Compañía de Guardiamarinas, actualmente Escuela Naval Militar. Este fue y es el único centro educativo donde los oficiales de la Armada reciben los conocimientos necesarios para el ejercicio de sus misiones.
Esta compañía fue la primera institución española en el conocimiento de cartografía, náutica, artillería, meteorología, oceanografía y astronomía. La documentación original de este método de enseñanza se encuentra en el actual Archivo General de Marina Álvaro de Bazán.
Su fundador, José Patiño y Rosales, fue conocido en Italia, donde nació, como Giuseppe Patino, nacido el 11 de abril de 1670 en el Milán español. Murió en el Real Sitio de San Ildefonso en 1736, siendo de nacionalidad española y de religión católica. Fue hijo de Lucas Patiño de Ibarra y Beatriz de Rosales. Alcanzó gran influencia en la corte de los Borbones hasta llegar a ser Secretario de Estado, Guerra, Marina, Indias y Hacienda. Además llegó a ser Almirante de la Real Armada. Fue nombrado por el rey Grande de España de primera clase, Caballero de la Orden del Toisón de Oro y Comendador de la Orden de Santiago.
Carlos II, el último de los Austrias, había fallecido sin descendencia y fue sucedido, en virtud de la victoria en la Guerra de Sucesión, por el primer español borbón, Felipe V. Por la política borbónica los Consejos de España perdieron el poder que habían tenido durante el reinado de la casa de Austria, y ganan poder los Secretarios del rey, entre ellos nuestro José Patiño. Aunque este había nacido en la península italiana, sus abuelos eran del antiguo Reino de Galicia y se habían establecido en Italia en el siglo XVI, desempeñando allí importantes cargos militares. Por eso Patiño nación en Milán, siendo bautizado en una parroquia de esta misma población.
Su padre fue el Primer Señor del Castelar y, por tanto, marqués del feudo ducal de Castellaro en Lodi, título que compró a la Regia Cámara jurando fidelidad a Carlos II, aunque después se decantaría por Felipe V, el borbón.
Patiño se educó con los jesuitas en Milán y después en la casa que la Compañía tenía en Roma. Felipe V le concedió en 1707 una plaza en el Senado de Milán, no llegando a obtenerla a causa de la Guerra de Sucesión. Fue armado Caballero y Comendador de Hornachos y de la Orden de Alcántara en 1708 y Capitán de Justicia hasta que España evacuó la plaza y el Estado de Milán. Como ya dijimos, en la Guerra de Sucesión apoyó la causa borbónica, siendo nombrado Intendente de Extremadura, donde dejó huella por su excelente gestión y por haber controlado los desastres que produjo la guerra con Portugal.
En 1714 obtuvo la rendición de Barcelona. Dos años después inspiró el Real Decreto de Nueva Planta para Cataluña, haciendo que este principado contribuyese a las arcas del estado. En 1733 redactó el primer pacto de familia borbónico.
Posteriormente fue nombrado por Felipe V Intendente General de la Marina (equivalente a lo que hoy sería Ministro) y comenzó la reconstrucción de la marina de guerra y, sobre todo, de la flota de Indias, que se encontraba en estado lamentable. Fue nombrado también Intendente del Reino de Sevilla y presidente del Tribunal de Contratación para unificar competencias, trasladando la sede de la Casa de Indias a Sevilla casi completamente. Porque a principios de 1493 había sido designada, pero solo en teoría.
También atribuyó a la administración central dos competencias fundamentales: la puerto-aduanera y la institución administrativa. Una fue trasladada a Sevilla y la otra a Cádiz.
En 1717 publicó las Ordenanzas de la Armada, unificando todas las fuerzas navales: Galeras del Mediterráneo, Navíos del Océano y Galeones de Indias. Construyó el Arsenal de la Carraca por orden de Felipe V y creó la Compañía de Caballeros Guardiamarinas en cada cabecera de departamento marítimo: Cádiz, Cartagena y Ferrol.
![]() |
Sede de la antigua Compañía de Guardiamarinas en Ferrol, actual parroquia castrense de San Francisco. No tiene torres porque iba a albergar un observatorio de la Marina que finalmente no se construyó. |
Impulsó la construcción de nuevos buques y consiguió una flota adecuada a las necesidades de España, formada por 31 navíos. Participó en la campaña de Cerdeña y organizó las fuerzas que levantaron el sitio de Ceuta contra los marroquíes. Puesto que los gobernantes de esa época ya tenían claro que el sultán de Marruecos era nuestro enemigo, cosa que por desgracia no tienen claro ahora. Organizó las fuerzas que ocuparon Parma y Toscana y Orán y Mazalquivir.
El 3 de noviembre de 1736 fallecía en San Ildefonso. Patiño fue uno de los españoles destacados de nuestra historia y clave para entender el origen de la Escuela Naval Militar y la anterior Compañía de Guardiamarinas. De hecho, las actuales promociones de oficiales de la Armada no se cuentan a partir de la fundación de la Escuela Naval militar sino de la fundación de las Reales Compañías de Guardiamarinas, unificadas en la Compañía de Guardiamarinas de Cádiz y, posteriormente, en las promociones de la Escuela Naval Militar.
Por todo ello, Patiño merece nuestro respeto y, por eso, quise contar su historia en este blog.A Casa do Patín es uno de los edificios emblemáticos que hay en Ferrol y constituye un símbolo del pasado ferrolano. Se encuentra en pleno campus de Esteiro, contiguo a la plaza de Carlos Casares. Actualmente alberga la biblioteca universitaria.
Se construyó a mediados del siglo XVIII. Tiene tres plantas y un ático, este añadido con posterioridad. En una de sus fachadas conserva un patín, es decir, un acceso directo por el exterior desde el nivel del suelo a la primera planta.
![]() |
Vista del patín a la primera planta que da nombre nombre al edificio. |
Según Consolación Cubero, directora de la Casa del Patín, el edificio fue construido en 1750 dentro del llamado Cuadro de Esteiro, un barrio de trazado ortogonal que fue creado para dar cobijo a los trabajadores del Arsenal y a sus familias. Según consta en documentos al respecto, parece que en 1758 el edificio estaba en obras y había sido mandado construir por un tal Matías Abadiano. Una sentencia judicial le obligó a cerrar la base del patín para que, según el juez, no fuese usado por personas malintencionadas. El pleito mencionado fue la causa por la que por edicto municipal se prohibiría la construcción de patines en otros edificios.
A lo largo de su historia tuvo diferentes usos. Inicialmente fue vivienda de familias de trabajadores del Arsenal. Aunque su aspecto hoy es espléndido, que no nos lleve a engaño: en realidad en él vivían hacinadas muchas de esas familias. Llegó incluso a albergar una tienda. Pero con el derribo del antiguo barrio de Esteiro entró en decadencia hasta el punto de que en los años 70 y 80 llegó a temerse por su conservación, llevando al ayuntamiento en los años 80 del siglo XX a plantearse su demolición.
Sin embargo acabó rehabilitando el edificio. Cuando se decidió convertir el antiguo hospital de Marina en el nuevo campus, se abrió la puerta de la transformación de la Casa del Patín en biblioteca universitaria. La artífice de este cambio de rumbo fue Nona Inés Vilariño, que por entonces era la titular de asuntos universitarios, y que presentó un proyecto de rehabilitación para su transformación en biblioteca.
Utilizando los fondos europeos FEDER, el ayuntamiento y la Universidad de la Coruña consiguieron rehabilitarlo con un coste de 195 millones de pesetas. En mayo de 1995 fue inaugurada la biblioteca en su interior, aunque no entró en servicio hasta un mes mas tarde, en que abrió sus puertas a toda la comunidad universitaria con el esplendoroso aspecto que tiene ahora.
Si os gusta el poema de Espronceda "La canción del pirata", probablemente os sorprenderá gratamente la canción de este grupo de heavy metal y power metal épico, Tierra Santa, del año 2000.
Siempre me gustó este poema por la épica que encierra en si, pero, además, este tipo de música es el acompañamiento más adecuado. Nunca me canso de escuchar el poema y la canción.
Y aunque soy un apasionado seguidor de Pérez Reverte, tengo que decir que se equivoca en su artículo en lo que a mi respecta. Porque yo, aún siendo víctima de esas reformas educativas de las que él habla, sí que conocía el poema. Gracias a este tema, lo disfruto aún más.
Esta no es la primera obra de Héctor Castro, pero es la primera que leí yo.
Iba paseando ("rodando" con mi silla de ruedas eléctrica) por la calle Real de Ferrol cuando me fijé en el escaparate de mi librería de cabecera, la Central Librera. Allí mis ojos me llevaron a una portada singular, la que veis aquí, con el título "Días de infierno y gloria" y el subtítulo "María Pita y la defensa de la Coruña". Como buen coruñés viví siempre a la sombra de este personaje histórico. No hay nadie en la ciudad que no haya oído hablar de esta mujer.
Hasta ahora, que yo sepa, solo hubo un autor que se atreviera a hablar de ella y del fracaso de la Contraarmada inglesa en su ataque a La Coruña. Fue el coruñés Luis Gorrochategui, compañero mío de instituto y autor del gran ensayo sobre la batalla referida. Pero es el ferrolano Héctor Castro el que ha hecho una novela épica sobre estos hechos.
Como decía, no pude evitar entrar en mi librería favorita y pedir echar un vistazo al libro de Castro. Enseguida supe que lo iba a comprar. Un vistazo al prólogo y a alguna de sus escasas ilustraciones despertó en mi la enfermedad crónica de comprador compulsivo de libros que padezco. Era una forma de conectar además con mi Coruña, en la que viví hasta los cuarenta y seis años y a la que temo no poder volver.
Héctor Castro nos transporta a La Coruña de 1589, dibujando un ambiente y unos personajes con una mentalidad muy de la época, sobre todo María Pita y su marido. A lo largo de más de 300 páginas nos lleva por las peripecias de estos personajes, que, aún perdidos en el tiempo, han dejado huella. Huella que el autor ayuda a rescatar con esta obra.
El libro señala como, en pleno reinado de Felipe II, su rival Isabel I de Inglaterra pretende vengar el ataque español a tierras inglesas (aunque fallido) con un contraataque que tiene como objetivo las costas del noroeste de la península, concretamente La Coruña, uno de los lugares desde el que había partido el ataque español. Dirigidos por Drake, tratarán de destruir la ciudad herculina. Ahí toparán con la resistencia de los coruñeses, que enardecidos por el ejemplo de María Pita, consiguen rechazar el ataque inglés.
Es un libro fácil de leer, apasionante para los que somos aficionados a la historia. Si algún defecto tiene para el que escribe es que te engancha enseguida y te hace olvidar tu entorno. Imprescindible para el que le guste la novela histórica bien documentada (no como otras novelas del género), ayuda a conocer la historia. Los que no son de La Coruña y se preguntan por qué María Pita es tan venerada en mi ciudad hallarán la explicación en esta novela. Que también nos narra el funcionamiento y la crisis de la monarquía hispánica en tiempos de Felipe II. Es tan respetuosa con la historia como con el mito de la heroína María Pita y consigue darle verosimilitud a los detalles que describen a esta mujer.
Los que la lean han de tener también en cuenta que están ante un personaje del siglo XVI con una mentalidad del siglo XVI; una marca de fábrica que Héctor Castro da a todos sus personajes y que no todos los escritores de este periodo saben hacer. Por ejemplo, mi admirado Pérez Reverte, un gran experto en esta época, falla a mi juicio a la hora de describir la mentalidad de sus personajes.
Por eso las obras de Héctor Castro son claves para conocer bien la época y esta historia de María Pita es fundamental para entender la importancia que tiene en la historia de los coruñeses. Porque para saber lo que somos y a donde queremos ir debemos conocer bien nuestro pasado. En esta novela se nos explica la relación de La Coruña con la mejor parte del pasado hispánico.
![]() |
El Juan Sebastián de Elcano. Maqueta en Exponav. |
El Juan Sebastián de Elcano es el buque escuela de los futuros oficiales de la Armada Española. Será el próximo hogar de la Princesa Leonor cuando se encuentre en pleno periodo de formación militar.
Se trata de un bergantín-goleta de cuatro mástiles que llevan los nombres de los cuatro buques escuela que lo precedieron: Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus. El nombre de este buque se le dio en honor al comandante de la expedición que completó la primera vuelta al mundo en 1522. Lleva el escudo de armas de Elcano, otorgado por el emperador Carlos I tras la vuelta del sucesor de Magallanes. Este escudo cuenta con el globo terráqueo con el lema Primus Circum dedisti me (fuiste el primero en circunnavegarme).
Fue construido en el astillero Echevarrieta y Larrinaga en Cádiz. Es único en su clase y es propiedad de la Armada Española. Su construcción fue autorizada el 6 de abril de 1923 e iniciada el 21 de noviembre de 1925. Se botó el 5 de marzo de 1927, siendo asignado el 17 de agosto de 1928, es decir, cuenta con una vida operativa de casi un siglo.
Desplaza 3770 toneladas apc. y 2900 toneladas en rosca. Mide 113 metros de eslora, bauprés incluido, 13 metros de manga (ancho) y 8 de puntal. Su calado son 7 metros y el calado aéreo es de 48.7 metros. Cuenta con 20 velas con una superficie total de 3151 m2.
Está equipado para la navegación con una tecnología muy moderna, entre otros dos radares de navegación Decca bridge master, dos giroscópicas Sperry mk27, una corredera Sagem LHS, dos GPS Leyca Marina MX.420/8 y un Antema AIS SAAB R4.
En cuanto al armamento, cuenta con dos cañones de 37mm, dos ametralladoras Browning de 12.7mm y otras dos MG-1 de 7.62mm.
Tiene una propulsión combinada vela/motor diésel, con un motor Deutz MWM tipo RBV 6M y una potencia de 2070 cv. Puede alcanzar una velocidad de 16.5 nudos. Aunque normalmente navega a vela, con el motor apagado.
La tripulación es de 197 hombres y mujeres, con 24 oficiales, 22 suboficiales, 146 marineros y 5 civiles. Puede alojar hasta 78 guardiamarinas.
La principal misión del Elcano es la formación de los guardiamarinas embarcados, futuros oficiales del Cuerpo General e Infantería de Marina. Los guardiamarinas embarcan durante el segundo semestre del tercer curso en la Escuela Naval de Marín. El crucero de instrucción típico es un viaje a América que durará seis meses, ida y vuelta, y 20.000 millas marinas, en el cual hacen 155 singladuras. Esto significa el primer contacto prolongado e intenso de los futuros oficiales de la Armada con el mar, durante el cual consolidan y amplían sus conocimientos técnicos y marineros.
La segunda misión del Elcano consiste en desarrollar una labor de apoyo a la política exterior del Gobierno. Por eso se le llama el embajador flotante de España. Durante esta travesía se organizan juras de bandera para civiles españoles que viven en los países ribereños que visitan. Esto le ha valido el cariño de nuestras comunidades en el extranjero.
Este buque, para su reparación y mantenimiento, cuando no está navegando se encuentra en la base naval de La Carraca en Cádiz.
El Elcano tiene una larga vinculación con la familia real española, empezando porque Alfonso XIII no quiso perderse la botadura, ya que había seguido con interés los pasos de su construcción. Se embarcó en el mismo siendo rey y viajó desde Cádiz a Málaga en dos días. El 8 de julio de 1928 el mismo rey visitó otra vez el buque para presidir la entrega de su Bandera de Combate.
En su día don Juan de Borbón no pudo embarcarse por hallarse en el exilio con su padre. Tuvo que ser Juan Carlos I como Príncipe de España quien tomaría parte en la travesía de instrucción número XXX en 1958. Este rey (el Emérito) salió de Cádiz y desembarcó en Norfolk, EE.UU., habiendo pasado por Las Palmas, Santo Domingo, Cristóbal, Balboa, Callao y Cartagena de Indias.
A finales de mayo de 1979 Don Juan de Borbón se quitó la espina que tenía clavada al no haber podido embarcar en el Elcano cuando era guardiamarina: ya con su hijo en el trono, pudo viajar en el buque escuela español a Nueva York.
Veintinueve años después de que lo hiciera su padre embarcaría el Príncipe Felipe, hoy Rey de España, en el crucero LVIII de instrucción, que terminó el 24 de mayo del 1987 en Baltimore, EE.UU.
Este navío será el próximo hogar de la guardiamarina Borbón, Princesa de Asturias. Así culminará hasta ahora la relación de la Familia Real con el Elcano.
![]() |
Maqueta de la Ría de Ferrol en Exponav |
En esta maqueta que fotografié durante una visita guiada a Exponav encontramos la razón por la que Ferrol fue elegida como Ciudad Departamental por Felipe V.
Aunque Felipe II ya se había fijado en el potencial estratégico de la ría, fue Felipe V, en virtud del pacto de familia borbónico, quien necesitó perentoriamente una base naval en el noroeste de España. Este pacto de la familia Borbón, que reinaba en Francia y en España a finales del siglo XVIII, proponía unir fuerzas para superar a Inglaterra, su enemigo común, en el mar.
Esta base del noroeste de España pretendía, en primer lugar, proyectar el poder naval español hacia las colonias españolas en América, acosadas por Inglaterra. Y, en segundo lugar, interceptar el comercio inglés que se dirigía a las colonias de Norteamérica.
El primer Marqués de la Ensenada, Don Zenón de Somodevilla y Bengoechea, era su Secretario de Hacienda, Marina, Guerra e Indias y fue quien le aconsejó establecer la base de su flota atlántica en la Villa de Ferrol puesto que su ría, como se puede observar en la foto, era ideal como refugio y mantenimiento de sus buques. En definitiva, para instalar su Arsenal. Por eso se estableció en Ferrol la base naval y también se la eligió como sede de la Capitanía General del Cantábrico.
Antes del Marqués de la Ensenada, San Julián del Ferrol era un pueblo de pescadores con unos pocos cientos de habitantes. Esos pocos pescadores vivían en lo que hoy se conoce como Ferrol Vello. La población creció con la llegada de los presidiarios que trabajaron en el Penal de San Campio, actual Museo Naval. Cuando redimían sus penas con el trabajo se quedaban a vivir en Ferrol con sus familias, haciendo que este lugar llegara a 25.000 habitantes en pocas décadas.
Estos ex-presidiarios fueron a vivir a la zona de Esteiro, actualmente desaparecida y sustituida por edificios modernos. La clase media que se ocupaba en la época de la gestión de este Arsenal habitó el actual barrio de la Magdalena, proyectado por los mismos ingenieros navales que habían diseñado el Arsenal. Y se puede ver perfectamente en el trazado de la ciudad, llamada por eso Ciudad de la Ilustración.
![]() |
Barrios históricos de Ferrol |
Lo demás es historia, pero observando la maqueta de la foto uno se da cuenta de por qué este pequeño pueblo de pescadores se convirtió en la capital del Departamento Marítimo del Cantábrico. Por eso también se la conoce como Ciudad Departamental.
Con la modernización de la estructura naval de España desaparecieron los Departamentos Marítimos, siendo sustituidas sus sedes por sedes de mandos operativos. Así Ferrol pasó de ser Ciudad Departamental a Ciudad Naval.