viernes, 22 de marzo de 2024

FERROL Y LA CONSTRUCCIÓN NAVAL. TRESCIENTOS AÑOS DE HISTORIA

Esta historia se remonta a 1750, cuando el Intendente General de Marina José Patiño ordena la construcción del Real Arsenal de Ferrol. Este, junto a la Carraca y Cartagena, se dedicó a la construcción y reparación de buques de la Armada española.

El dique de Ferrol fue también el escenario del desarrollo de los grandes navíos de la Armada en el siglo XVIII. En él también se construyeron los primeros buques de propulsión mecánica a finales del XIX. En 1908 Ferrol ve como su astillero entra a formar parte de la Sociedad de Construcción Naval, popularmente conocida como La Naval. Al final de la guerra civil española el estado tomó el control de los arsenales militares y creó la Empresa Nacional Bazán en 1947. 

En esta época se crea la empresa Astilleros Españoles para la construcción naval civil. Ambas empresas, Bazán y Astilleros Españoles, se unen a principios del siglo XXI formando la empresa Izar. En 2005 nace Navantia como escisión de Izar para mejorar su eficiencia empresarial.

Vista actual de Navantia Fene (antiguo Astano)
 y su grúa pórtico

Antes de Felipe V y del Arsenal, Ferrol era un puerto pesquero. Felipe V, a sugerencia de José Patiño y el Marqués de la Ensenada, reconoce el valor estratégico de su ría. Los ingenieros navales levantan el barrio de la Magdalena, inspirado en el trazado geométrico de la Ilustración. 

Plano de 1842 donde se pueden ver
 los orígenes ilustrados de Ferrol

En ese momento, Ferrol y su Arsenal entran juntos en la historia. El esplendor del Arsenal y su astillero militar va parejo al esplendor de Ferrol. Y la decadencia de uno es la decadencia del otro. Astano tampoco es ajeno a esta decadencia.

En la época de máxima actividad del arsenal y Bazán, Ferrol llegó a tener 85.000 habitantes. Ahora, después de varias crisis, no llega a 65.000. A mediados de los 70, cuando era un niño, venía todos los meses a visitar a mi tío y Ferrol era una ciudad boyante. Ahora, cincuenta años después, he vuelto a vivir en ella (en un centro para discapacitados físicos) y veo una ciudad triste y en decadencia. Si nadie lo remedia, así seguirá. Y esto lo digo con pesar.


miércoles, 20 de marzo de 2024

ESCRITOR FERROLANO HABLA SOBRE LOS TERCIOS Y LA LEYENDA NEGRA

Héctor J. Castro, escritor ferrolano, habla sobre la leyenda negra y reivindica, como hace en sus obras, la era imperial española.

La leyenda negra se refiere al ambiente creado por los relatos fantásticos que sobre la historia de España han visto la luz en muchos países. Surge en el siglo XVI como consecuencia de la rivalidad del imperio británico y otros, y de ahí pasó a los Estados Unidos. Es una descripción grotesca del carácter de los españoles y la negación o ignorancia sistemática de todo lo favorable y hermoso de la cultura y el arte españoles. 

Contra esto se manifiesta Héctor Castro. Y esto, en el panorama literario español, es insólito porque los que escriben sobre esa época se han creído esa leyenda negra.



Estoy leyendo su obra "Sol de sangre" y cada vez me gusta más. He leído ya "Días de infierno y gloria" sobre María Pita y es buenísima. Y todavía me falta leer la trilogía ilustrada, con textos de Héctor J. Castro, titulada "El siglo de acero", pero ya la tengo. 

viernes, 15 de marzo de 2024

EL PLATON DESCONOCIDO

 


Solo los muertos verán el final de la guerra. 

Esta frase pasó a la historia porque la dijo Platón. Y lo sabía muy bien, porque antes de ser filósofo fue soldado. Lo conocí al final de las Guerras del Peloponeso. Los dos fuimos compañeros como peltastas (soldados de infantería). Para mi siempre fue Aristocles porque Platón fue el apodo con el que se hizo famoso más tarde. Así se le conocía por sus anchas espaldas, producto de un intenso y arduo entrenamiento para la lucha.

En aquella guerra sudamos cargando con treinta quilos de equipo a la espalda y sangramos juntos en la batalla y se estableció entre nosotros el nexo que surge entre dos veteranos soldados que han visto el horror y han sobrevivido a él.

Después de las terribles batallas, yo prosperé en este ejército y él se retiró para convertirse en filósofo, el mayor discípulo de Sócrates, fundador de la Academia de Atenas (institución a la que auguro larga vida) y maestro de Aristóteles. Yo ya intuía que, además de gran soldado, iba a ser un buen filósofo porque compartimos muchas charlas nocturnas a la luz de los fuegos campamentales. Hablamos de asuntos que  luego desarrollaría en sus Diálogos o en el mito de la caverna. Me habló también de su ascendencia, que se remonta a los primeros reyes de Atenas. 

Este era un Platón distinto al que se convirtió después de la muerte de Sócrates. Patriota, acusado de introducir nuevos dioses y corromper a la juventud, fue obligado por la ciudad de Atenas a beber cicuta. Esto hizo que mi amigo se convirtiera en un anti demócrata e individualista convencido. Lo comprendo, yo también soy individualista.

Coincidimos muchas veces en el Ágora y hablábamos de los viejos tiempos. Recordábamos a los camaradas caídos y maldecíamos a aquellos que no estuvieron a la altura de lo que de ellos se esperaba. Muchos de ellos aristócratas como Aristocles, que no tuvieron el valor de defender a Atenas en el campo de batalla. Esos fueron los primeros que se vanagloriaban de la guerra y de acciones en las que nunca habían intervenido.

Luego me enteré de que se había convertido en un orador y filósofo extraordinario. Para mi siempre será el soldado Aristocles, al que yo le cubrí las espaldas a veces y él a mi otras tantas, y al que pongo de ejemplo a los novatos durante su entrenamiento. Hasta que yo les hablé de él, solo lo conocían como Platón autor de la frase Solo los muertos verán el final de la guerra. Frase que él y yo sabemos que es cierta, y no porque nos lo hayan contado.


viernes, 8 de marzo de 2024

RECUERDOS EN FERROL DE LOS CAÑONES DE LA CORUÑA

En mi última visita al Museo Naval de Ferrol el guía, mi amigo Cachi, miembro de la Armada, me fue llevando por las piezas expuestas en el museo. En la que más me fijé, naturalmente, fue en una que tiene relación con La Coruña. Son las piezas de cierre de un cañón de artillería de costa de 381mm de calibre, como los que se encuentran en la batería del Monte San Pedro de mi ciudad y que visité el pasado verano (hice en su día una entrada al respecto).





Estos cañones ubicados en el monte coruñés fueron diseñados para tener un alcance tal que pudieran llegar sus proyectiles a la entrada de la ría de Ferrol, y así evitar un posible ataque de buques enemigos que entraran en la base naval.

Numerosas entradas después de aquella que dedicara a estos cañones, lo que vi en el museo me hizo recordar esa maravillosa visita después de subir "a lomos de mi silla" a la cima del monte. Equipado con ropa veraniega, cargando con una botella de agua y un bocadillo de jamón, por recomendación de un amigo enfermero, pasé mucho calor pero la aventura mereció la pena. Por eso diez meses después aún la recuerdo.

El sentimiento que tuve cuando vi los cañones es el mismo que experimenté al ver los mecanismos de la foto. Y es que, según me recordó un neurólogo, tengo más desarrollada la memoria emocional. Cualquier imagen me puede traer a la mente un recuerdo que me haya provocado en su día un sentimiento intenso. Y debe de ser verdad porque desde la playa de Coruña, cuando vivía allí, a lo lejos y en lo alto se veían los cañones. Fue una época feliz para mi.

miércoles, 6 de marzo de 2024

JORGE JUAN Y FERROL

 

Retrato de Jorge Juan
Fotografiado por el Administrador 
de este blog en la Exposición de la
 Construcción Naval (Exponav) 
de Ferrol

Jorge Juan, el sabio español, fue uno de los marinos más importantes de la historia naval española, no solo por su faceta militar sino por su aspecto científico. Ya hablamos de este insigne español en una entrada anterior, pero ahora nos vamos a centrar en la relación de esta leyenda con la ciudad naval de Ferrol.

Jorge Juan y Santacilia fue fundamental en la creación del Arsenal ferrolano (corazón de la ciudad). Además de ser astrónomo, hidrógrafo y matemático (perseguido por sus descubrimientos por la Inquisición), amplió las rutas marítimas y escribió ensayos y manuales. Por ello, la Corona le encargó el proyecto de construcción de arsenales en toda España. Él fue directamente el que contrató el personal. La Armada se benefició de sus conocimientos.

Eligió Ferrol para establecer uno de esos arsenales de Marina. Tuvo en cuenta las condiciones naturales de la ría: se fijó en su bocana estrecha y su amplio interior. Estas características, a su juicio, harían el arsenal ampliamente defendible para refugio de una gran flota. Su proyecto despertó la admiración del Primer Ministro británico William Pitt, que dijo: "Si Inglaterra tuviera un lugar como Ferrol, lo rodearía con una gran muralla de plata."

Jorge Juan fue el responsable del diseño rectangular del Arsenal, abierto por un lado para la circulación de los barcos. En esta obra suya, reservó una parte para la construcción de barcos y otra para su armamento. 

También planeó el barrio de la Magdalena y fue el responsable del magnífico edificio denominado Sala de Armas. Este nombre se debe a que cuando los barcos atracaban en el arsenal para su mantenimiento, aquí era donde se guardaban los cañones y pertrechos de los mismos. Tan magnífica instalación fue, durante generaciones, cuartel de instrucción de marinería.

Como homenaje a la inmensa obra científica de este marino ilustre, la Armada y la Universidad de La Coruña firmaron un convenio en 1994 por el que se creó la Cátedra Jorge Juan en el campus de Ferrol, que se dedica a actividades relacionadas con las humanidades, la navegación, la construcción naval, derecho, economía, ingeniería y arquitectura. Si os interesa saber más sobre las actividades de esta Cátedra, aquí tenéis el enlace.

Muchas maravillas de la Ilustración han llegado hasta nosotros para nuestro deleite y una de ellas está en Ferrol. Por eso, cuando vi este retrato, se me ocurrió rendirle un homenaje a este sabio español.

viernes, 1 de marzo de 2024

AYUDA

Oscuro. Estaba oscuro. Y hacía frío, un frío insoportable. Un frío que nacía de dentro. Leo levantó la cabeza para ver la salida, pero no vio nada. Solo oscuridad. Presintió la desesperación, la soledad. Echó a andar trastabillando. Tropezó varias veces. Cada vez le costaba más levantarse. Siguió andando, sin esperanza de llegar a ningún sitio. Solo huía de allí. No se encontraba bien en ese lugar.

En ese momento cayó de rodillas. Sintió más frío, más soledad. Estaba desesperado, no podía más. Entonces escuchó una voz dulce y amable:

- Soy N, tranquilo. Sé que lo estás pasando mal. Tu pasado no ha sido fácil, tu presente es peor. Tu futuro será otra cosa, confía en mí.

En ese momento le di la mano y sentí que el bienestar me invadía, que la confianza retornaba. Ella continuó:

- No podrás recuperar tu pasado, tampoco querrás. Lo que puedes, si quieres, es cambiar tu futuro. Yo te ayudaré. Tendrás que ir lejos, muy lejos, pero te merecerá la pena. Lo primero que voy a hacer es presentarte a una amiga mía, que ponto lo será tuya, y que te ayudará. Se llama A. Confía en ella. Sé que no es fácil, tu pasado te ha hecho desconfiado. Pero tu futuro, con nuestra ayuda, será distinto. Extiende tu brazo y abre la mano, ella está conmigo.

Alargué la otra mano y toqué la suya. La sensación de bienestar se multiplicó y ella me habló:

- Hola, soy A. N me ha contado tu caso. No te preocupes, tiene solución. Ten paciencia. Ya sé que pedirte eso a ti es mucho, pero ten paciencia. Te voy a mostrar tu futuro. Mira de nuevo al frente.

Lo hice. Y a lo lejos ya no estaba la oscuridad. Al final de aquel siniestro túnel había luz. Lejana y débil, pero una luz al fin y al cabo. Entonces N habló, dejando escapar una risa dulce e irónica. Me dijo:

- Ves, ya te dije que confiaras en nosotras. Allá a lo lejos te espera tu futuro, un futuro mucho mejor que curará tus heridas del alma. Aunque ahora no te lo parezca serás feliz. Tendrás malos recuerdos de tu pasado y espero que uno bueno nuestro. Nosotras no podemos acompañarte, tendrás que hacer el resto del camino solo. Pero recuerda, si te caes levántate y solo así encontrarás lo que buscas. Escapa de tu presente, no tienes por qué resignarte.

Después adiviné su sonrisa tierna y comprensiva y me sentí más fuerte. Eché a andar hacia un futuro mejor en el que nunca olvidaría a quienes me ayudaron.