jueves, 16 de junio de 2022
EL ESCORIAL GALLEGO.- TERCERA PARTE
La iglesia no está orientada canónicamente en el eje este-oeste sino con la cabecera hacia el noroeste, un condicionante que respondería a la necesidad de ubicar la fachada principal hacia el gran espacio abierto ante la misma y facilitar así el acceso, además de para dirigir los desagües más fácilmente hacia el río.
La fachada principal, de 110 metros de longitud, realizada en granito, destaca por su grandiosidad y equilibrio en la disposición de sus elementos.
La iglesia está en el centro y los laterales muestran tres plantas. La baja y la primera, separadas por una sencilla cornisa, se organizan mediante vanos rectangulares y la última es una galería de arcos de medio punto y balaustradas añadida tras una modificación de las trazas después de la visita del cardenal a las obras en 1594. Las torres recuerdan al palacio Monterrey de Rodrigo Gil de Hontañón en Salamanca, ciudad en la que trabajaron tanto Andrés Ruiz como Juan de Tolosa, aunque éstas no quedan en los extremos porque los dos pequeños cuerpos hasta llegar al ángulo también se añadieron después. El conjunto se remata con una cornisa con pináculos de bola. Su estructura se conforma como un resumen de influencias renacentistas procedentes de Roma, de Vignola, del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, de palacios…
La fachada de la iglesia se organiza mediante dos cuerpos superpuestos. El inferior es almohadillado con laterales con un óculo y una ventana cada uno y una portada central compuesta por columnas pareadas dóricas que soportan un friso de triglifos y metopas sobre el que se ubican cuatro pináculos rematados en acróteras que flanquean una cartela con una inscripción en latín en la que se lee
“El cardenal don Rodrigo de Castro, arzobispo de Sevilla, dona a la Compañía de Jesús, para uso de la juventud, templo y colegio, consagrados a la Virgen María”.
El cuerpo superior presenta pilastras jónicas, con el escudo del fundador y un gran ventanal central y sendos óculos laterales. Se remata con un frontón partido por una peineta con el escudo de la Corona, que sustituyó al de la Compañía tras su expulsión. El frontón está flanqueado por aletones de perfil curvo y rematado por seis acróteras.
La diferencia de órdenes se atribuye a la posible intervención de distintos maestros, Tolosa o Juan Bustamante en la inferior y Juan de Nates en la superior, aunque hay otros que se la adjudican a Vermundo Resta.
El templo tiene planta rectangular, con nave central de cuatro tramos con coro a los pies organizada mediante grandes pilastras corintias que soportan un friso corrido en el que descansan bóvedas de cañón peraltadas decoradas con casetones y con lunetos con ventanas termales que sólo ofrecen luz en el vano central del lado del Evangelio. Cuenta con cuatro capillas hornacinas laterales a cada lado comunicadas entre sí y cubiertas con bóvedas de cañón.
El transepto no sobresale en planta, el crucero está cubierto con cúpula, el presbiterio es rectangular cubierto también con bóvedas de cañón y aparece flanqueado por sendas torres campanario de planta rectangular con dos cuerpos, el segundo decreciente separado por una balaustrada y remate de media naranja. Están embebidas en la fábrica, de ahí que no sobresalgan mucho en altura.
Cuenta con coro alto a los pies, en el primer tramo de la nave, más estrecho que los otros tres, y se eleva sobre una bóveda casetonada escarzana muy rebajada, con barandilla de balaustres de piedra.
La cúpula del crucero se eleva sobre pechinas decoradas con ángeles policromados que sostienen en una mano el escudo del cardenal y en la otra una custodia con el anagrama de la Compañía y tambor cilíndrico con ocho vanos semicirculares y está rematada por una linterna con vanos rectangulares rematada con otra pequeña cúpula y un pináculo piramidal, siendo la estructura abovedada más compleja del edificio.
El modelo inicial, igual que el resto de iglesias jesuíticas de la época, carecía de cúpula, con el crucero cubierto con una bóveda vaída, pues primaban los aspectos funcionales y la adecuada acústica para facilitar la predicación. La modificación del diseño es una muestra de la influencia escurialense presente en el edificio, posiblemente una de las cúpulas españolas que más evoca a la de la basílica de El Escorial.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario