miércoles, 27 de mayo de 2020

CARACOLA

 Nunca supo como consiguió llegar allí. A la playa de la Isla de la Calavera.
Todo había comenzado en un bar mugriento de Portsmouth. Se desmayó lUna patrulla de leva le había invitado a beber. El, ingenuamente, aceptó. Cuando se dio cuenta ya había firmado y era un marinero de la Royal Navy.
 En su bolsillo había un papel con el nombre de su Navío. En el puerto lo encontró y subió a bordo.
 A la altura de las Antillas tuvieron un encontronazo con un buque pirata con el que combatieron y que hundió su Navío. El alcanzó, a duras penas, la costa. Se desmayó sobre la arena u su última visión fue e una hermosa caracola.
 Yo oí esa leyenda de labios de un anciano.
 Estaba yo  paseando por una isla , gastando, en el viaje el dinero ahorrado durante la cuarentena -, cuando la ví. Estaba allí, sobre la arena. Un anciano me contó su historia
 Era tan hermosa como la eternidad, tan hermosa como los Dioses. Parecía que llevara allí siempre : esperando a alguien como yo . Así de hermosa me pareció cuando me quedé dormido mirándola. Y soñé con ella. Soñé que era tan hermosa como la eternidad; como los Dioses que la habían creado. Soñé que la contemplaba de lejos para que su belleza no me hiciera daño. Y soñé que era ella la que lo contemplaba. Y soñó que ella le tocaba el alma ( y los Dioses a través de ella ) Y que ella estaba allí desde tiempo inmemorial. Un tiempo que - según le relataba un hombre muy anciano - solo les vigilaba desde las estrellas. Un tiempo que ni recordaban los abuelos de los abuelos.
 Y soñé que me trasladaba a su tiempo .
 Un tiempo de leyenda? Puede ser¡
 Pero.... acaso la leyenda no suele ser más hermosa que la realidad?








                         






                                     

                   





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