Ella estaba de guardia en la UCI del hospital. Él entró trasladado en ambulancia. Estaba mal ; muy mal. El médico intensivista no daba un euro por el paciente
- El paciente no tiene muchas posibilidades, dijo, vivía en condiciones lamentables. Es joven pero ha contraído el coronavirus maldito tan famoso. Sus condiciones de vida lo hacen candidato a fallecer. Tiene múltiples afecciones. Esta semiinconsciente y sólo repite el nombre de una mujer. No tenía documentación encima.
La Policía está intentando localizar a su familia, pero no es fácil.
Además... Aunque los localizaran..que ?. , A quien le importa?.
Yo estaré aquí pero tengo otros que atender. Haremos lo que podamos. Infórmeme de cualquier cambio.
La Enfermera asintió y se dio la vuelta. Le cogió la mano al paciente y notó un calor que la reconfortó. Antes de mirar, instintivamente, al monitor de las constantes vitales, reparó en los ojos del paciente. Este los había abierto. Eran llamativos. Llamativos y muy bonitos. A través de ellos pudo ver su alma.
Entonces se juró que nunca dejaría de luchar por él .
NOTA: Esta entrada es un homenaje a todos los profesionales que luchan, desde nuestros hospitales, contra el maldito Coronavirus
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