Hace poco una amiga - una amiga muy especial - me acusó de tener nostalgia de los ochenta. Todo surgió a raíz de la muerte de un amigo mío ( muerte en trágicas circunstancias pues era un atleta y murió jugando al rugby, aunque era un cincuentón ).
Pues bien: echando la vista atrás puede que tenga razón.
Aquella era, para mí, una época más fácil. Era un veinteañero - ingenuo, como todos los veinteañeros - y todavía tenía que recibir todas las h...…. que me tenía reservada la vida. Era puro; puramente gilipollas.
El futuro no existía; no me preocupaba. Todo estaba por hacer. Me recuerdo apoyado en una mesa de villar ( en la residencia compostelana de estudiantes donde vivía ). Estaba embobado viendo el vídeo de Madonna deslizándose en una lancha por los canales de Venecia.
Madonna estaba preciosa - a punto para las fantasías más tórridas de un universitario - lejos de el
engendro de anabolizantes y pesas en que se convertiría en el futuro. Como lejos quedaban los problemas para aquel joven. Esos problemas que irrumpirían de golpe.
¿ Que si contemplo aquellos años con nostalgia ?. ¡ Pues sí !. Sobre todo cuando recibo noticias como la muerte de este amigo y escucho a Madonna cantar Like a Virgin
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