Es una superproducciòn protagonizada por Charlton Heston que, en España, se ponìa en los cines en Semana Santa en pleno franquismo. Por eso es amada y odiada por igual.
En USA constituyò un gra èxito de taquilla.
Heston no sòlo protagonizò el film, sino que puso voz al mismo Dios ( lo que unicamente se puede apreciar en la Versiòn Original, sin doblar ).
Para encarnar al propio Moisès de bebè, rescatado del Nilo, se utilizò al hijo del propio Charlton.
Estamos ante un remake de la versiòn de 1923. Las dos versiones fueron dirigidas por el mismo cineasta. Los decorados son los mismos en las dos versiones.
Para la escena de las Tablas de la Ley se quiso fabricar una reproducciòn, en madera, de las tablas de piedra. Pero Heston, que era un tanto chulo, insistiò en que debìan de ser de autèntica piedra. Asì se hicieron. ¡¡ Y luego no pudo ni levantarlas !!. Hubo que volver a las de madera.
La narraciòn de la plaga de las ranas se descartò en el montaje final por quedar demasiado ridìculo.
El rodaje costò 14 millones de dòlares y se emplearon 20.000 extras. Muchos elementos del vestuario , y del atrezzo, se rescataron del rodaje de Sinuhè el Egipcio, en 1954.
El guiòn se basò en el Antiguo Testamento y en las novelas de D. C. Wilson, J. H. Ingraham y G. E. Southon.
La Paramount produjo esta pelìcula para ganarse al sector màs conservador del cristianismo estadounidense.
Audrey Hepburn llegò a hacer una prueba para encarnar a la mujer del Faraòn, pero fuè descartada por demasiado delgada.
Cuando se rodò la escena en la que el bebè Moisès es rescatado de las aguas se les escapò el detalle de que un actor exhibìa un reloj de pulsera. Tuvieron que retirar todas las copias de los cines y rodarla de nuevo.
Los decorados de Egipto yacen enterrados en el desierto de California. Todavìa hoy siguen intentando rescatarlos.
Durante la producciòn De Mille sufriò un infarto. Falleciò tres años despuès
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