Como pude cogì el telèfono y marque el 112:
- Emergencias. Dìgame.
- Ayuda!!. Estoy sufriendo un ictus. Me encuentro muy mal
- Señor, ante todo tranquilìcese. Le paso con un mèdico
- Buenas Tardes. Soy el Dr........ Me dicen que cree estar sufriendo un ictus. Cuènteme brevemente los sìntomas.
- Me duele mucho el lado derecho de la cabeza y se me ha paralizado el izquierdo. Soy hipertenso. Manden ayuda enseguida!.Me llamo........... Tengo 46 años, creo, y mi direcciòn es..........
- Ya va para allá una UVI mòvil. Dirìjase a la puerta, si puede, y dèjela abierta. Enseguida llegamos.
- Vale.
Y cortè. Lleguè, como pude, hasta la puerta y la abrì. De repente una luz se encendiò en mi sangrante cerebro . En los momentos màs graves solemos hacer las cosas màs absurdas. Tenìa que hacer la bolsa. Me dispuse a ello. ¡ Y con un brazo paralizado !. Metì cuatro cosas en la bolsa.
El dolor iba a màs. Me sentì morir.
En un puro acto de conservaciòn me dirigì a la puerta. Despuès de llegar abrì. De repente, me caì. El dolor volviò a atacarme con más saña. A lo lejos se oìa una ambulancia, Me sentì muy mareado. Tenìa sueño. Mucho sueño.
NOTA: El motivo de este relato no es dar pena: màs bien al contrario. Se trata de darme valor para enfrentarme a las secuelas de aquello - ¡ Estoy vivo, al fin y al cabo ! Y, tambièn, agradecer la ayuda recibida desde aquel dìa. El 12 de Abril del 2012
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