miércoles, 9 de abril de 2025

MI ENCUENTRO CON LUCANO

 


Era una tarde de otoño. Estaba yo tomando un café y disfrutando del jazz de un músico callejero en la plaza de Jerónimo Páez, en el centro de Córdoba, a la entrada del Museo Arqueológico. Cuando terminé mi café y cansado ya de escuchar al músico de jazz (cosa rara en mi), me dediqué a pasear entre los árboles de la plaza. 

Y de repente lo vi. Me estaba mirando fijamente. 

Me acerqué. Era el busto de Lucano, el magnífico poeta romano de origen cordobés. Había nacido en Corduba en el año 39 (por entonces, Córdoba era capital de la Hispania Baetica) y murió en Roma en el 65 por exanguinación. Fue el célebre autor del poema Farsalia.

Cuando nació le pusieron de nombre Marco Anneo Lucano. Cordobés de origen, era ciudadano romano. Hijo de Anneo Mela y Acilia, nieto de Séneca el Viejo y sobrino del filósofo Séneca. Su padre perteneció a la clase de los Equites, la aristocracia romana. Su madre era hija de un célebre orador.

A los ocho años Lucano se fue con toda la familia a Roma para vivir con su tío Séneca, que en el año 41 tuvo que exiliarse a la isla de Córcega por orden del emperador Claudio. Lucano fue con él. Y volvería posteriormente con su tío a Roma en el año 49. Séneca se ocupó personalmente de su educación y quizás por ello Lucano dio muestras de una precocidad intelectual inusitada.

Muy joven empezó a ser un poeta laureado, siendo además muy prolijo en su producción. Esta se vio violentamente interrumpida por su muerte a los veintiseis años. En conjunto su obra se compone de títulos como Ilíaca, Saturnalia, Catachthonion, Silva; una tragedia, Medea, y catorce libretos de pantomimas concebidas para el baile; y un escrito dedicado a su joven esposa Argentaria Pola. Hasta nosotros ha llegado solamente su epopeya sobre la guerra civil entre Julio César y Pompeyo, Farsalia.

A los dieciséis años era autor de tres composiciones y podía declamar en latín y griego. Se fue a Atenas en un viaje cultural, pero pronto tuvo que regresar por orden de Nerón, que se convirtió en su amigo. Con veintiún años era denominado poeta laureado y el emperador le nombró Cuestor Honorífico, pues todavía no tenía la edad reglamentaria para serlo efectivo.

Pronto esa amistad se rompió por la psicopática conducta de Nerón, que prohibió las lecturas públicas de los poemas de Lucano. Entre el 62 y el 65 Lucano combinó sus escritos con composiciones satíricas y acusadoras contra el emperador y llegó a participar en una conjura contra él. Conspiración que fue descubierta. Lucano fue torturado y se retractó de lo escrito. Tras ser condenado a muerte, se suicidó cortándose las venas y murió recitando unos versos en los que hablaba del fin de un soldado que se quitaba la vida. Estos versos no se conservan.

Sobre su vida sabemos a través de autores como Suetorio. Su esposa Pola Argentaria guardó luto fielmente y celebraba todos los años su fiesta natalicia, a la que invitaba a los poetas Marcial y Estacio.

Su nacimiento en Córdoba está confirmado por numerosas fuentes. El poeta Marcial le dedicó sus Epigramas para conservar sus memorias. Existen tres biografías de Lucano, una escrita por Suetorio, otra por el gramático Bacca y la última anónima.

El recuerdo de tan laureado poeta acudió a mi esa tarde otoñal cordobesa contemplando su busto. Y rememoré sus célebres máximas:

"Aléjese de los palacios el que quiera ser justo.
La virtud y el poder no se hermanan bien."

"Los hombres temen a los mismos dioses que han inventado."


Cordobés tenía que ser!!

viernes, 4 de abril de 2025

PUENTE ROMANO: UN PRODIGIO CORDOBÉS

 

Puente Romano de Córdoba y Torre de la Calahorra.

Se trata de una edificación cordobesa por naturaleza, uno de los emblemas de la ciudad. Es el puente romano de Córdoba sobre el Guadalquivir. Cruza la ciudad y une el barrio del Campo de la Verdad con el barrio de la Catedral.

Los cordobeses lo conocen como el Puente Viejo, ya que dicen que tiene 20 siglos. Desde su construcción y hasta mediados del siglo XX fue el único puente de la ciudad hasta que se construyó el de San Rafael. En enero de 2008 se inauguró la mayor modificación del puente en su historia. Desde 2004 es peatonal, cerrado al tráfico por razones evidentes de conservación.

Se trata de un puente en arco, hecho de piedra maciza. Tiene 16 vanos y mide 331 metros de largo y 9 de ancho. Se construyó presuntamente entre el siglo I a.C. y el I d.C. Aulo Hircio, historiador de Julio César, atribuye a este la orden de su construcción. En uno de sus extremos se levanta la torre de la Calahorra y el otro termina cerca de la Mezquita-Catedral. 

Desde 1931, junto con la Puerta del Puente y la Torre de la Calahorra, está considerado Monumento Histórico artístico. Está clasificado como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento y fue proclamado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994. Es una de las localizaciones más famosas del centro de Córdoba, también patrimonio de la humanidad.

Según Hircio, al llegar a la ciudad en el año 45 a.C. tras la batalla de Munda, César tuvo que atravesar el río, creando a su paso un puente temporal de piedra, origen del actual. Hoy los historiadores mantienen un debate sobre la cuestión pues la construcción del puente no implica que hubiera existido otro anteriormente. También podría ser que se hubiera construido en los tiempos del emperador Augusto (27a.C-14d.C.), época en la que Córdoba recibió el título de Colonia Patricia y se amplió hacia el río.

El puente fue uno de los principales pasos de entrada a la ciudad desde el sur porque fue la única vía para cruzar el río sin utilizar embarcaciones. Es casi seguro que la Vía Augusta, que iba de Roma a Cádiz, pasaba por él. Al principio de la conquista musulmana, 720d.C., encontramos la primera referencia al puente por el valí Al-Samh ibn Malik al-Khawlani.

Vista de la Puerta del Puente y la Mezquita desde el mismo.

En el sur vemos la torre defensiva, la Calahorra, y en el norte la puerta del Puente que fue realizada por el arquitecto Hernán Ruiz II en 1572, y que el pueblo cordobés conoce erróneamente como Arco del Triunfo. Nunca lo fue, sino que era una de las puertas de la antigua muralla. En el centro del puente se encuentra El triunfo de San Rafael que data de 1651, obra del escultor Bernabé Gómez del Río.

Más recientemente este puente se convirtió en acceso a la ciudad para los viajeros que llegaban del sur, por lo que allí se encontraba el Fielato Sur. Además fue integrante de la carretera nacional N-IV. 

Todos los cordobeses y muchos turistas lo conocen como Puente Romano, pero los estudiosos dicen que apenas hay vestigios que permitan catalogarlo como tal. Varios arcos son de tipología ojival, típicos de la arquitectura medieval. Lo que puede suceder es que en este lugar haya existido un puente romano que se perdió hace siglos, quedando el nombre. En la ubicación del puente romano existió otro de la época andalusí. Un texto de esta época hablaba de un puente destruido o al menos impracticable. Los estudiosos más reputados no lo incluyen en su catálogo de puentes romanos de España.

En la época califal fue su primera reforma. Otra después de la Reconquista y otra en 1927 para habilitarlo para el paso de vehículos, siendo esta muy criticada por los especialistas. En 2006 se realizaron obras de conservación de la estructura y la remodelación tanto interna como externa por Juan Cuenca Montilla. La inauguración se produjo el 9 de enero de 2008.

En sus inmediaciones se encuentra una reserva natural llamada Los sotos de la Alborafia, pero eso será tema para otra entrada.

Para terminar recomendaré al lector que, si va a Córdoba, se acerque al puente y se quede un tiempo mirando cómo pasa el Guadalquivir bajo él. Es uno de los espectáculos que no debe perderse en esta ciudad. Hay muchos, pero este es uno de ellos.



miércoles, 2 de abril de 2025

HISTORIA DE LA PARROQUIA DE SAN MIGUEL (Córdoba)


 

Esta parroquia tiene una gran historia. Forma parte de las llamadas Iglesias Fernandinas, mandadas construir por el rey Fernando III al reconquistar Córdoba. El rey construyó estas iglesias para organizar la población de la ciudad en barrios, lo que antes habían hecho los musulmanes con las mezquitas. De esta política fernandina, la parroquia de San Miguel es buen ejemplo.

A pesar de ese y otros hechos, es famosa sobre todo por ser la parroquia en la que se bautizó en el verano de 1917 al Diestro Manolete.

Se construyó entre los siglos XIII y XIV sobre los restos de una antigua mezquita. Actualmente se considera Bien de Interés Cultural y fue declarada Monumento Histórico-artístico. Pasó a formar parte del Tesoro Artístico Nacional por decreto del 3 de junio 1931. Está dedicada al culto por la iglesia católica.

Su estilo es románico. En su arquitectura se ve la evolución del románico al gótico ojival. Su interior fue modificado en 1749. Es de planta casi cuadrada con columnas adosadas al muro, lo que la convierte en octogonal. Cuenta con tres naves con artesonado sin crucero y con cabecera de ábsides. 

Su retablo mayor es de mármol, construido en el siglo XVIII. La puerta lateral tiene arco de herradura de la época califal.

Espero que la descripción de este templo ayude al lector a apreciar su valor histórico, más allá de contener la pila bautismal del Maestro.

Lo lamentable es que inmediatamente en el exterior se han instalado varias terrazas para turistas que nada tienen que ver con el buen gusto de la iglesia. Me las vi y me las deseé para sacar la foto sin que saliera ningún guiri.


viernes, 28 de marzo de 2025

CÓRDOBA DE ENSUEÑO


Anoche soñé que volvía a Córdoba. Paseaba por sus calles en la oscuridad. La curiosidad guiaba mis pasos. 

Caminé por la Mezquita, por la Judería, vi al pequeño Maimónides hablar con el joven Averroes. Como en una ensoñación seguí. Me encontré con la Chiquita Piconera saliendo de un cuadro de Romero de Torres. Me crucé con la India Martínez, me fijé en sus vaqueros ajustados que le quedaban como un guante. Me sonrió. 

Aún con su sonrisa en el alma salí de la Plaza del Potro. Recorrí los talleres de la artesanía califal. Fui a ver la casa de Manolete. Cené en la taberna El pisto. Después me acerqué al Museo Taurino. Tomé café en la Plaza Judá Levi. Y terminé el día en la iglesia de Santa Marina, habiendo pasado frente al monumento a Manolete.

Era noche cerrada cuando me dirigí hacia la sierra de Córdoba. Al llegar a esta, me di la vuelta y...

Córdoba de noche vista desde la sierra.

Allá abajo veía las luces de la Ciudad Califal. Presentí el amanecer. Cuando me desperté, la magia había desaparecido. No estaba en Córdoba. Mis ojos se humedecieron de nostalgia. Me prometí a mi mismo que iba a volver, pronto.

miércoles, 26 de marzo de 2025

LIBRO: GEOHISPANIDAD, de Pedro Baños

 

Acabo de terminar de leer este libro. Es un libro de historia que acaba con unas conclusiones muy claras. Es apasionante.

Trata de un tiempo en el que España fue la principal potencia mundial y de cómo dejó de serlo. Reivindica, a mi parecer, un pasado desconocido y que fue víctima de la leyenda negra que llegó hasta nosotros. Esa leyenda negra que dice que los españoles fuimos a América a exterminar a los indios. Este libro puede servir para deshacer el mito. Es una defensa sin precedentes del mundo hispano que se basa no en la raza ni en la geografía sino en una comunidad humana: la comunidad hispanohablante, que además comparte costumbres. 

Esta comunidad no es herencia, según Pedro Baños, de un imperialismo excluyente, en contra de los que nos han hecho creer. Es el producto de la mezcla de dos mundos, el mundo hispano y el americano. Un mundo cuya historia es reivindicada por el autor y que nos ha llegado bajo el único punto de vista, el anglosajón.

Es un estudio histórico que Baños desarrolla a través de 600 páginas divididas en tres grandes capítulos. No sólo él demuestra un prolijo conocimiento histórico, sino que también tiene un acierto en la elección de sus colaboradores, que van desde una profesora universitaria de historia a un politólogo. Todos ellos provienen de campos ideológicos distintos, pero van dirigidos a un mismo fin: reivindicar la hispanidad.

Y es aquí donde tengo que mostrar mi discrepancia, no con el libro, que me parece magnífico, sino con las conclusiones que Baños saca y que el lector podrá observar también en su podcast: El canal del Coronel. Puesto que Pedro Baños Bajo es Coronel de Infantería, diplomado en Estado Mayor, en situación de reserva y especialista en Geoestratégica, terrorismo yihadista e Inteligencia Militar. Tiene un máster por la Universidad Complutense de Madrid en Geo estrategia. Vio interrumpida su meteórica carrera cuando la OTAN, y sobre todo EEUU, frustró su ascenso a General y su destino en la Inteligencia española.

Por otra parte, tengo que decir que Pedro Baños es el típico ejemplo de militar español, que todavía no ha superado el complejo que arrastra nuestro ejército por haber perdido la Guerra de Cuba frente a EEUU. Complejo que fue amplificado por el régimen franquista, del que sus profesores formaron parte, y que llega hasta hoy con los oficiales de su generación. Además se vio contaminado por un antisemitismo marcado a fuego en la sociedad española por la lejana Inquisición. No solo critica a Estados Unidos sino también a Israel. Es, además, furibundo admirador de Putin, lo cual no se corta en expresar en su podcast.

Lo que no sabe este culto coronel es que, a veces, para encarar el presente hay que olvidar el pasado, como demostraron los americanos después de la Segunda Guerra Mundial preparándose para combatir a los soviéticos en la Guerra Fría, después de haber sido aliados en aquella contienda. El coronel debía saber que las relaciones internacionales no se basan en vínculos históricos sino en conveniencias políticas.

Como señaló el también Coronel, pero israelí, Netanel Lorch en su libro Las guerras de Israel, en política internacional no hay amigos ni enemigos, hay aliados y conveniencias. Y hoy a España le conviene, por razones evidentes, estar del lado de Estados Unidos. Como demuestra el hecho de que estando enfrente de Israel y EEUU lo que consigue es que armen a Marruecos, nuestro eterno enemigo.

Lo que no dice es que, antes de reivindicar la Hispanidad, teníamos que ponernos de acuerdo los españoles en reivindicar la cuna de la Hispanidad, España.

De todas formas y volviendo al libro, se trata de un magnífico estudio sobre la historia de Hispanoamérica, un libro que cualquier seguidor de este blog no se debería perder.

viernes, 21 de marzo de 2025

PALACIO DE CONGRESOS DE CÓRDOBA (HOSPITAL DE SAN SEBASTIÁN)


 

El llamado Hospital de San Sebastián, conocido así por todos los cordobeses, es un edificio del siglo XVI situado en la calle Torrijos de Córdoba, justo enfrente de la fachada occidental de la Mezquita. Por eso me llamó la atención. Mi guía me dijo que es la actual sede del Palacio de Congresos y Exposiciones y de una oficina de información turística.

Fue hospital entre 1516 y 1816. Después casa de maternidad y expósitos hasta 1961, cuando se convirtió en palacio de congresos.

Es un edificio de estilo renacentista español y está considerado Bien de Interés Cultural desde 2007 y patrimonio de la Humanidad. Se encuentra en el centro histórico de Córdoba, también declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994.

Fue construido entre 1512 y 1516 por el arquitecto Hernán Ruíz el viejo por encargo de la Cofradía de San Sebastián para dedicarlo a hospital. Está en el solar ocupado por la antigua sala de abluciones de la mezquita. Este espacio era conocido en aquella época como Corral de Cárdenas. 

Fue un centro sanitario durante tres siglos hasta la construcción del hospital del Cardenal Salazar a principios del XVIII. En 1816 se trasladó a este lugar la Casa de Expósitos de San Jacinto, para evitar el abandono de niños y niñas en las calles de Córdoba. Antes de la fundación de esta Casa se había habilitado el Patio de los Naranjos de la mezquita, que tenía un acceso conocido como Postigo de la Leche. En1850 el inmueble fue adquirido por la Diputación de Córdoba pero su actividad como casa de expósitos y maternidad continuó hasta 1961. A partir de 1980 fue aprovechado como Palacio de Congresos y Exposiciones, a lo que se dedica actualmente.

En 2013 se inició la restauración para dotar al palacio de salas accesibles y aumentar la capacidad de las mismas. Esas obras concluyeron en septiembre de 2018 con un coste de 5,8 millones de euros. Fue nominado en el 2020 para ser Edificio del Año en la categoría Arquitectura cultural.

Está puerta con puerta con la Mezquita. Es espectacular y mantiene la estructura, el estilo y la esencia del antiguo hospital. A finales del siglo XIX y principios del XX el pintor Gustavo Doré hizo una parada en Córdoba, quedando maravillado por la Mezquita y por lo que había al otro lado de la calle, el hospital de San Sebastián. 


Este y otros artistas nos dejaron dibujos que nos dan una idea de cómo tenía que ser ver estas maravillas: "Pisábamos una calle y un entorno privilegiados." Esto se configuró como el centro más monumental de Córdoba durante siglos, junto con el puente romano y el antiguo Alcázar.

Recuerdo preguntar de pasada al guía qué era aquel edificio y, dado que estaba frente a la Mezquita-Catedral, que me fijara en él puede dar idea de lo espectacular de su fachada. Me quedaron ganas de entrar. Algún día lo haré.

miércoles, 19 de marzo de 2025

LA ROMÁNTICA HISTORIA DE LA CASA DEL JUDÍO EN CÓRDOBA

 


Esta vivienda la vi dando un paseo por el casco histórico de Córdoba. Está en la plaza de Jerónimo Páez, la misma plaza donde se encuentra el Museo Arqueológico (antiguo palacio de los Páez de Castillejo) y la estatua de Lucano, el famoso dramaturgo cordobés.

El palacio ha pertenecido a familias cordobesas muy importantes, entre ellas los duques de Medina Sidonia. Su origen es probablemente anterior, del siglo X y sefardí según inscripciones halladas en los muros originales que aún se conservan, que reproducían versos sagrados. En 1968 fue adquirida por un judío sefardí que había visitado fortuitamente Córdoba y quedó fascinado con la ciudad.

Destaca el impresionante portón, cerrado a cal y canto, que invita a imaginar las majestuosas dependencias del palacio. Dos cipreses se pueden ver desde fuera decorando el patio interior. Todo esto contribuye a considerarla una de las más bellas casas señoriales de la ciudad.

Ha estado vinculada a linajes como los Sousa, los Haro, los Armenta y los Cárdenas. Sin embargo, sus lazos se remontan a la medieval familia real castellana. Los documentos más antiguos sobre su origen datan del siglo XIII, en una casa de donación del 24 de julio de 1237, donde Fernando III, por medio de una Carta de Repartimiento, otorgó esta vivienda a Domingo Muñoz. 

La vivienda fue reformada múltiples veces a lo largo de los siglos. De la época musulmana de Córdoba se conserva un adarve coronado de arquillos, restaurado bajo la dirección artística de González del Campo, el cual deslindó estas casas de los edificios adyacentes.

Durante la baja Edad Media, el maestro cantero Maesse Mohamed (que había construido los baños del Alcázar de los Reyes Cristianos) transformó en 1348 las dependencias convirtiéndolas en un palacio mudéjar y pasaron a conocerse como las casas del rey Enrique II porque en ellas nació el Infante Don Enrique, hijo bastardo del rey y de Juana de Sousa. Este infante fue el primer duque de Medina Sidonia y conde de Cabra, que murió en 1404 sin descendencia, pasando el palacio a poder de los Sousa, sus familiares maternos.

Después la vivienda fue vendida a los Haro y después a los Armenta, que volvieron a reformar el edificio. Sus últimos propietarios cordobeses fueron Enrique Merino y su esposa Josefina López, que abrieron la vivienda a la revista Remanso. También hay imágenes de 1962. 

Actualmente pertenece a la familia Nahamias, hecho por el que se la conoce como la casa del judío en referencia a Elie J. Nahamias, empresario de éxito, judío y francés. A este, tras una corta visita, se le averió el coche a su paso por Córdoba. Un caballero se ofreció a servirles de guía a él y a su esposa por la ciudad. Encantados con ella, adquirieron varios inmuebles, entre ellos esta casa que usaron como segunda residencia vacacional. Elie Nahamias utilizó su tiempo libre (y su dinero) en estudiar la historia de los judíos sefardíes en España. Parece que recopiló mucha información y que pensaba darla a conocer, pero tras su muerte todo quedó olvidado.

La casa contiene varios patios, siendo el de entrada de 1627. En cuanto a la fachada principal, es de dos plantas con portada de 1636 con dos cuerpos. El escudo de armas que preside el balcón es el de los Armenta. En otra puerta que tiene la vivienda a otra calle se puede ver el escudo de la casa Medina Sidonia.

El edificio estuvo a punto de pasar a manos de Córdoba por voluntad de los Nahamias, pero todo quedó en una declaración de intenciones frustrada por los hijos de la pareja.

La primera vez que estuve en las cercanías de este edificio no me di ni cuenta porque está en una plaza preciosa en la que había un guitarrista tocando piezas de jazz. En frente está el Museo Arqueológico al que fui después. Tuvo que ser en la segunda ocasión y acompañado de un guía cuando me fijé en esta casa y conocí su historia.

Comprendo perfectamente que el judío se enamorara de Córdoba. A mi también me pasó. Porque Córdoba es así, a cada paso encuentras una maravilla con historia.