El pasado viernes se celebró la festividad de la Inmaculada Concepción de María, que es Patrona del Arma de Infantería del ejército de tierra de España desde 1892.
Mucho antes, un 8 de diciembre de 1587, fue proclamada patrona de los Tercios de Flandes e Italia entre vítores y aclamaciones después de la completa e inesperada victoria en la batalla de Empel durante la guerra de los Ochenta Años, que enfrentaba a los Países Bajos contra su soberano Felipe II.
Esta batalla dio lugar a lo que se conoce como Milagro de Empel.
El milagro de Empel, cuadro de Ferrer-Dalmau. |
El tercio comandado por Francisco Arias de Bobadilla estaba formado por unos 5000 hombres y combatían en la isla de Bommel, entre los ríos Mosa y Waal, contra la escuadra del almirante Filips van Hohenloe-Neuenstein,, "Hollack". Al desplegarse los tercios por la isla, el nerlandés inundó la zona y hostigó con sus barcos a los españoles, que consiguieron llegar hasta el pueblo de Empel bajando hacia el sur en barcas y canoas por el cauce del río Mosa.
Hollack inició un bloqueo naval y continuó con el bombardeo sobre las posiciones españolas. Los soldados, ante la imposibilidad de retirarse y con frío, faltos de víveres y de ropas secas, se replegaron y buscaron refugio en una isleta cercana pero que les dejaba a merced del fuego enemigo. El 4 de diciembre Bobadilla solicitó el rescate de los Tercios.
A pesar de todas las penurias, los españoles iniciaron una defensa activa armados solo con seis piezas de artillería. El día 7 Hollack intensificó el cerco y desembarcó también soldados. Parece que el enemigo propuso entonces una rendición pero la respuesta fue contundente: "Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos".
Bajo una intensa lluvia y sin alimentos, Bobadilla decidió atacar las posiciones rebeldes y aconsejó a sus hombres encomendarse a Dios. En ese momento, un centinela que cavaba una trinchera para refugiarse de la lluvia y de los cañones enemigos encontró un objeto entre el barro: era una tabla de madera con la imagen de la Inmaculada Concepción. Este hallazgo fue considerado una señal divina y los soldados se congregaron entorno a la imagen de la Virgen rogando por su salvación.
Movidos por el valor infundido por la imagen, se lanzaron contra las posiciones enemigas con determinación a la vez que bombardeaban los barcos de Hollack. El 8 de diciembre se había completado la gran victoria, convencidos de que la Inmaculada Concepción había venido en su ayuda cuando todo parecía perdido.
Desde entonces, cada 8 de diciembre, se celebran desfiles y actos en honor a la Inmaculada Concepción en los acuartelamientos de infantería. Y cada año desde julio de 2007 se realiza también una peregrinación a la ermita de Empel por parte de tropas de infantería españolas.
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