martes, 3 de diciembre de 2019

PLAZA DE ARMAS, LLUVIA, VOLUNTARIOS Y OBRAS.

  El mismo domingo, aún no sé como, conseguí llegar al Ferrol Vello.  En el centro de este - es decir, en el centro del centro de Ferrol, - me encontré con la famosa Plaza de Armas ( presidida por el Ayuntamiento ). Esta plaza estaba  ¡¡ en obras de remodelación !! ( actividad, como todo el mundo sabe, apropiadísima para el Otoño Gallego.
 De repente me ví acosado por las obras, la lluvia y las vías cortadas.
 En esto me encontré con un pobre voluntario - identificable por su flamante chaleco -. No ví otra salida ( nervioso como iba ) que molestar al pobre muchacho sobre una salida del húmedo laberinto.
 Este no se aclaraba mucho y cometió el error de consultar con un superior por vía walkie talkie ( instrumento peligrosísimo en manos de un incompetente o inseguro tipo )
 Cuanto más consultaba, más nervioso se ponía. Y yo.
 Mi nerviosismo llegó a un punto límite cuando, el pobre joven, me fue indicando - una por una - las calles impracticables por las que pensaba huir. Por ahí no. Por allí tampoco. por.... Y entonces estallé.
 Cual buque San Juan Nepomuceno  en Trafalgar ( aprovecho la tradición naval de esta población para el símil ) embestí para salir del atolladero. No fui tan elegante como Churruca. Dudo que él gritara: no me toqueis los cojones !!! . Yo sí lo hice, ante el estupor del joven. Este me siguió. No sé si lo hizo para agredirme o para disculparse por la confusión. De cualquier modo, mi silla ( impulsada por su motor eléctrico y mi furia ) fue más veloz.
 Di votes a gran velocidad. Esto magulló mi trasero pero no mi orgullo.
 Seguí,  bajo la lluvia ( no soy Gene Kelly ) berreando, no cantando.
 Para que luego digan , pensé, que los paseos pueden ser aburridos o apacibles. 
 Eso será si no hay obras, lluvias o voluntarios que lo molesten a uno en el Ferrol Vello.
                               

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