El pasado 6 De Diciembre se cumplió el 40º ani -
versario de la aprobación - a través de referéndum
- de la vigente Constitución Española.
Este aniversario se presenta polémico. Y se pre-
senta así porque una parte del espec-
tro parlamentario pide su reforma, cuando no su
derogación.
Ante esto me gustaría decir lo siguiente:
1.- La Constitución fue el fruto de un largo cami -
no para transformar una dictadura en una demo -
cracia parlamentaria.
2.- El texto fue aprobado por el voto de 258 dipu -
tados a favor, 2 en contra y 14 abstenciones.
3.- El mismo fue ratificado, el 6 de Diciembre de
1978, por el 87, 78 por cien de los votantes.
4.- La mayor preocupación de los Constituyentes
, y del Electorado, era evitar un sangriento enfren-
tamiento - como el de 40 años atrás - para introdu-
cir cambios políticos en España.
5.- Después ocurrió así. A un go-
bierno de UCD sucedió otro del PSOE.( que gobernó
13 años ), siendo sustituido por uno del PP y, este, por
otro del PSOE más nacionalistas y
Podemos. Todo ello
sin derramamiento de sangre.
Y ahora nos dicen que no. Que aquello fracasó y que la
Constitución no vale.
Y yo me pregunto : por qué?. Reforma para qué? Alguien sabe de otra alter -
nativa mejor a la de la presente Constitución?. El enfrentamiento civil, quizás ?.
De acuerdo en que no es un texto perfecto. Tiene taras.
.Pero.... No será mejor intentar que se cumpla antes de
reformarla.?
Me refiero a los derechos sociales,al problema territorial
y a la separacón de poderes.
Conviene, para esto, tener en cuenta la definición orte -
guiana de Nación como
proyecto sugestivo de vida en
común.
Y que hay más sugestivo que construir una comunidad
de personas libres y solidarias !. Que miran al futuro a -
prendiendo de los errores del pasado
También hablo del funcionamiento democrático de los
Partidos ( entre otros de aquellos que piden la reforma
constitucional .).
No será mejor educar a los ciudadanos como personas
con espíritu crítico, cultas y difícilmente manipulables?
Además, para encarar una reforma constitucional es
imprescindible contar con un consenso, al menos, si -
milar al de 1978. Lo contrario sería una imposición, a -
rriesgadísima de una España sobre otra. Mejor, enton -
ces,
no meneallo. El peligro es gravísimo, como nos
enseña nuestra trágica historia.
Y creo que este aniversario era una buena oportunidad
para reflexionar sobre esto. Aunque no sea políticamen -
te correcto decirlo.