EN EL SOLLADO DE UN NAVIO

 El domingo pasado - inmediatamente antes del incidente con el conductor de la linea 1 B - visitè la EXPONAV de Ferrol. Allì pude entrar en el sollado de un navìo ( reproducido a tamaño real . ) del siglo XVIII. En la oscuridad, al lado de un cañòn, pude - por un momento - experimentar el agobio de la situaciòn. Cerrè los ojos y dejè volar la imaginaciòn. Olì el humo y los estruendosos cañonazos. Pude sentir - bajo mis piès ´- ´el ensangrentado serrìn. Entre el ruido de la ensordecedora batalla pude oir las desesperadas òrdenes de los oficiales y olì la terrible peste del sudor y la sangre de los marineros, hèroes a la fuerza, cuya carne era herida ( mortalmente, a menudo ) por los fragmentos afilados de madera que volaban , impulsados por los impactos de la artillerìa enemiga, en busca de carne que sajar. Por un momento pude sentir el miedo y el valor, el heroismo y el horror de aquellos desesperados hombres. Y les quise màs por su sufrimiento.  Y por ellos tenìa que contarlo