En la Avenida del Siglo, inicio del Parque Aurelio Teno, en Pozoblanco (Córdoba), se encuentra esta antigua locomotora de vapor fabricada por la empresa Maquinista Terrestre y Marítima S.A. Data de 1900 y fue fabricada en Barcelona. Entró en servicio con la compañía de ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante y fue empleada para transportar mercancías.
Es importante porque fue el primer modelo fabricado en serie en España. No es original ya que está basado en uno anterior fabricado por Cockerill en 1878. Pero la máquina de la foto contaba con una caldera mayor y un timbre más elevado. Cuenta además con ruedas de cuerpo macizo, pues en España no se fabricaban las de acero moldeado con radios.
En Renfe esta locomotora prestó servicio en diferentes líneas hasta que fue trasladada a la línea de Córdoba a Almorchón. Continuó trabajando allí hasta 1964, cuando comenzó el proceso de desguace de la serie. Se salvó únicamente esta locomotora, que fue apartada en la rotonda del depósito de San Jerónimo en Sevilla. En 1976 Renfe decidió que pasara al Museo del Ferrocarril de Madrid, pero la tercera zona de Renfe ordenó crear una sede de dicho museo en Sevilla (aunque después esta decisión fuera revocada). La locomotora se quedó en Sevilla y, con otros vehículos, fue aparcada en la estación de San Jerónimo.
En 1991 se decide demoler la rotonda con motivo de la Expo de Sevilla y la locomotora se trasladó a la estación de mercancías de Majarabique. En 1993 se trasladó a Pozoblanco para convertirla en monumento a la tracción vapor en el Parque Aurelio Teno.
La locomotora sigue perteneciendo a la Fundación de Ferrocarriles Españoles y está cedida para su exposición al Ayuntamiento de Pozoblanco, que rinde así homenaje al ferrocarril. Como parte del patrimonio histórico español está protegida por la Ley 16/1985. La locomotora recibió el nombre de La Porteña y fue una de las más importantes en su época en España, siendo muy conocida en Andalucía.
En uno de mis paseos por Pozoblanco me la encontré súbitamente y le hice esta foto que acompaña al texto. Cuando era universitario a mediados de los años 80, y presa del romanticismo que rodea a los trenes, cogí mi primer tren de Santiago a Coruña. Pero la duración del trayecto fue excesiva y decidí, a partir de ese momento, hacer mis viajes en un medio menos romántico pero más rápido: el autobús.
Sirva esta entrada para reconciliarme con este medio de transporte.